ELPUEBLO.COM
Corea del Norte celebra hoy el funeral por su líder Kim Jong-il, fallecido el 17 de diciembre a los 69 años de un ataque al corazón tras diecisiete años al frente del aislado país comunista.
Aunque el régimen no ha ofrecido detalles sobre las honras fúnebres, se cree que podrían seguir las mismas pautas que cuando se despidió, en 1994, al padre de Kim y fundador de Corea del Norte, Kim Il-sung, cuyo cuerpo fue llevado en cortejo por Pyongyang para que la población le diera un último adiós.
Los medios surcoreanos apuntan a que los actos podrían comenzar hacia las 10:00 hora local, con un desfile militar por la capital ante cientos de miles de ciudadanos.
A los eventos de hoy, que además podrían incluir una ceremonia en el Palacio Memorial de Kumsusan -donde se exhibió hasta ayer el cuerpo sin vida del fallecido líder-, le seguirán más homenajes mañana, jueves.
Ese día habrá un memorial nacional y se dispararán salvas de condolencias en Pyongyang y en las distintas provincias del país, mientras la población mantendrá tres minutos de silencio y todos los trenes y buques harán sonar sus sirenas al mismo tiempo, según la agencia estatal norcoreana, KCNA.
Los analistas están hoy atentos al papel de Kim Jong-un, hijo menor y sucesor del fallecido líder, que encabeza la lista de 233 miembros del Comité del Funeral de Estado.
En la última semana se han sucedido en el país comunista las muestras de dolor por la muerte de Kim Jong-il, con concentraciones en plazas y monumentos e infinidad de actos para rendirle homenaje, aunque los analistas apuntan a que su popularidad fue mucho menor que la de su padre.
Kim Il-sung, el "presidente eterno", gozaba pese a su política de mano dura del prestigio de haber combatido contra los colonizadores japoneses y de haber convertido a Corea del Norte en un país relativamente próspero hasta la década de 1970.
Bajo el gobierno de su hijo, Corea del Norte se convirtió en un país con capacidad nuclear pero con una economía destrozada y hambrunas cíclicas que se reflejan en datos como los de Unicef del pasado noviembre, que indicaban que uno de cada cinco niños norcoreanos sufre malnutrición moderada.
Se espera que la ceremonia de hoy muestre, como ocurrió en el funeral de Kim Il-sung, nuevos indicios sobre el renovado esquema de poder en el opaco régimen comunista.
No hay comentarios:
Publicar un comentario