EL PUEBLO
Una niña que se creía había muerto en el tsunami que arrasó Indonesia en 2004 regresó sana y salva a su casa en una pequeña aldea en la provincia de Aceh, localizada en el extremo norte de la isla de Sumatra. Wati tenía justo ocho años cuando el tsunami, causado por el llamado gran terremoto del Océano Indico en diciembre de 2004, devastó la aldea de Ujong Baroh donde vivía. Su madre, Yusniar, intentó salvar a sus tres hijos tomándolos en sus brazos, pero la fuerza del agua arrastró a Wati, quien permaneció perdida pese a los esfuerzos por encontrarla de su familia, que debió resignarse a su desaparición. Sin embargo, Ibrahim, abuelo de Wati, quien radica en la localidad de Meulaboh, también en Aceh, recibió en su hogar a un conocido que iba acompañado por una adolescente de 15 años, reportó este sábado el diario local Jakarta Globe. El hombre refirió que la muchacha se había sentado en silencio frente a una cafetería de Meulaboh, y que al principio pensó que era una pordiosera, pero después conversó con ella y ésta le dijo que estaba intentando encontrar su casa, pero que no sabía dónde estaba. Wati tampoco recordaba los nombres de sus padres o algunos de sus familiares, excepto el de su abuelo Ibrahim. Después de escuchar el relato, Ibrahim sospechó que la muchacha podría ser su nieta perdida hacía siete años, así que la miró con detenimiento y quedó convencido de que era Wati, por lo que llamó a Yusniar y su esposo Yusuf para darles la noticia. Los dos padres confirmaron la identidad de Wati después de reconocer un pequeño lunar y una cicatriz sobre su ceja, misma que se hizo cuando tenía seis años. Lo que sucedió con Wati después de que las corrientes del tsunami la arrastraron no ha sido divulgado aún, salvo que ella estuvo en diferentes lugares de la provincia de Aceh.
Una niña que se creía había muerto en el tsunami que arrasó Indonesia en 2004 regresó sana y salva a su casa en una pequeña aldea en la provincia de Aceh, localizada en el extremo norte de la isla de Sumatra. Wati tenía justo ocho años cuando el tsunami, causado por el llamado gran terremoto del Océano Indico en diciembre de 2004, devastó la aldea de Ujong Baroh donde vivía. Su madre, Yusniar, intentó salvar a sus tres hijos tomándolos en sus brazos, pero la fuerza del agua arrastró a Wati, quien permaneció perdida pese a los esfuerzos por encontrarla de su familia, que debió resignarse a su desaparición. Sin embargo, Ibrahim, abuelo de Wati, quien radica en la localidad de Meulaboh, también en Aceh, recibió en su hogar a un conocido que iba acompañado por una adolescente de 15 años, reportó este sábado el diario local Jakarta Globe. El hombre refirió que la muchacha se había sentado en silencio frente a una cafetería de Meulaboh, y que al principio pensó que era una pordiosera, pero después conversó con ella y ésta le dijo que estaba intentando encontrar su casa, pero que no sabía dónde estaba. Wati tampoco recordaba los nombres de sus padres o algunos de sus familiares, excepto el de su abuelo Ibrahim. Después de escuchar el relato, Ibrahim sospechó que la muchacha podría ser su nieta perdida hacía siete años, así que la miró con detenimiento y quedó convencido de que era Wati, por lo que llamó a Yusniar y su esposo Yusuf para darles la noticia. Los dos padres confirmaron la identidad de Wati después de reconocer un pequeño lunar y una cicatriz sobre su ceja, misma que se hizo cuando tenía seis años. Lo que sucedió con Wati después de que las corrientes del tsunami la arrastraron no ha sido divulgado aún, salvo que ella estuvo en diferentes lugares de la provincia de Aceh.
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