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Buenos Aires.- El juicio en contra de 11 personas acusadas de producción y tráfico de metanfetaminas, entre ellas tres mexicanos, comenzó este viernes con el reto de esclarecer los modos de operación de bandas internacionales en Argentina.
Junto con los tres mexicanos estuvieron sentados este viernes frente al tribunal ocho argentinos acusados de participar, con distintas responsabilidades, en la producción de metanfetaminas que luego eran traficadas hacia México.
El proceso inició en julio de 2008, cuando un operativo policial desmanteló una casa en la que funcionaba el laboratorio de drogas sintéticas más grande que haya sido encontrado en el país sudamericano.
En la casa fueron detenidos 10 mexicanos, nueve de los cuales fueron condenados en octubre de 2010 a penas de entre cuatro y seis años de prisión, aunque entre julio y agosto de este año fueron deportados a su país.
Los investigadores concluyeron que el jefe de la banda era el mexicano Jesús Martínez Espinosa, extraditado a Buenos Aires en octubre de 2008 desde Asunción (Paraguay), en donde quedó detenido en compañía de dos presuntos cómplices.
Martínez Espinosa siempre declaró su inocencia, pese a que ha sido señalado como miembro de un cártel mexicano, y este viernes su abogado advirtió que pedirá la nulidad del juicio por múltiples fallas en la investigación.
La detención de los mexicanos en 2008 provocó que el gobierno argentino limitara la importación de efedrina y seudoefedrina, productos químicos fundamentales para la elaboración de las llamadas “drogas de diseño”.
El caso de la “ruta de la efedrina”, como lo bautizó la prensa local, incluye al mexicano Rodrigo Pozas Iturbe, de quien hasta ahora se desconoce el papel que desempeñaba en la organización, aunque algunos testigos lo identifican como el verdadero jefe.
También comenzó a ser juzgado Fernando Ventura García, un sommelier mexicano que fungió como prestanombres de Martínez Espinosa y que incluso lo ayudó a tratar de comprar una bodega para exportar vinos con efedrina diluida en su interior.
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