EL HERALDO
Yakarta.- Evie, quien cuidó del presidente Barack Obama cuando era niño, está abrumada por el salto que dio, de ser una persona transgénero que vive en barrio pobre a una celebridad local.
Ejércitos de las televisoras entran y salen de su casucha de concreto. Familiares alejados finalmente quieren conocerla. Incluso recibió una oferta de trabajo.
Después de años de abuso y burlas, Evie, quien nació hombre pero se considera mujer, decidió que era mejor simplemente tratar de encajar. Hace 20 años, tras la muerte de una amiga transgénero, dejó de usar sus vestidos y desde entonces sobrevive lavando ropa a mano.
Pero debido a que hace poco fue tema de un artículo publicado por The Associated Press sobre la lucha de las personas transgénero en Indonesia, una nación predominantemente musulmana, ha recibido mucha atención, sobre todo por haber sido niñera del ahora presidente estadounidense. Evie, de 66 años, espera que esto genere más apertura sobre los temas de género.
"Después de vivir sin esperanza por tanto tiempo, como si hubiera estado encerrada en una habitación oscura, ahora siento que se abre una puerta", dijo Evie.
"Incluso familiares que nunca se preocuparon por mí ahora vienen a verme".
Muchas personas que llegan a Indonesia se sorprenden por la aparente aceptación y la presencia abierta que gozan los transgénero -se ven en televisión, trabajan en salones de belleza- pero usualmente son despreciados. "Sé que esto no durará mucho, pero pienso que mi historia podría ayudar a abrir los ojos a las personas para que nos respeten más", indicó Evie.
Philip Myers, profesor de historia estadounidense en la escuela católica San Pedro en Yakarta, se conmovió tanto que fue a verla esta semana y le ofreció empleo como cocinera y mucama.
"En realidad no me importa si viene con vestido o pantalón. La apariencia exterior no es el tema, el corazón es lo importante", dijo Myers. Evie se emocionó con la idea, pero por ahora está demasiado abrumada para pensar en ella.
Evie cuidó un tiempo de "Barry" Obama desde 1969, cuando él tenía ocho años y vivía en Yakarta con su madre Ann Dunham, quien se había casado dos años antes con el indonesio Lolo Soetoro.
Aunque ella asegura que nunca dejó que Obama la viera vestida de mujer, los vecinos recuerdan haberla visto salir de la casa por la tarde con atuendo femenino.
En los años que siguieron, ella y sus amigas sufrieron frecuentes golpizas por parte de las fuerzas de seguridad. Muchas veces se les llevó a lugares donde eran pateadas, golpeadas e incluso violadas.
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