EL HERALDO
Especialistas trabajaban arduamente el lunes para construir un túnel que permita rescatar a nueve mineros que cumplieron cuatro días atrapados bajo tierra tras el derrumbe de una mina informal en el sur de Perú.
El ministro de Energía y Minas, Jorge Merino, dijo que 30 expertos en minería subterránea construyen un túnel encofrado de madera para llegar hasta donde están los mineros, pero el trabajo es delicado por la inestabilidad del terreno y el poco espacio disponible.
"Se está encontrando la ruta de entrada hacia el lado donde están los mineros. Tenemos alrededor de 30 personas trabajando, pero el espacio es corto. Por eso se han establecido turnos de cuatro horas", declaró Merino a periodistas en la mina informal de cobre Cabeza de Negro, en la región sureña de Ica, donde ocurrió el derrumbe.
Los mineros atrapados son nueve varones de entre 22 y 50 años de edad, dijo el ministro.
Señaló que una manguera es el único medio por el que se mantiene comunicación con ellos, además de que se les alcanza agua, medicinas, y alimentos líquidos.
"Ellos están en realidad tranquilos y confiados en que los vamos a sacar a todos", manifestó.
La ministra de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, Ana Jara, llegó también a la mina para entregar alimentos y equipos de apoyo para el rescate de los nueve mineros. Además dijo que se estaba brindando asistencia psicológica a las familias de los trabajadores atrapados.
El derrumbe se produjo tras una explosión ejecutada por los mineros para facilitar la extracción artesanal de cobre. La mina había dejado de explotarse formalmente en la década de 1980 tras la violencia desatada en la zona por el grupo rebelde Sendero Luminoso.
El ministro de Energía y Minas, Jorge Merino, dijo que 30 expertos en minería subterránea construyen un túnel encofrado de madera para llegar hasta donde están los mineros, pero el trabajo es delicado por la inestabilidad del terreno y el poco espacio disponible.
"Se está encontrando la ruta de entrada hacia el lado donde están los mineros. Tenemos alrededor de 30 personas trabajando, pero el espacio es corto. Por eso se han establecido turnos de cuatro horas", declaró Merino a periodistas en la mina informal de cobre Cabeza de Negro, en la región sureña de Ica, donde ocurrió el derrumbe.
Los mineros atrapados son nueve varones de entre 22 y 50 años de edad, dijo el ministro.
Señaló que una manguera es el único medio por el que se mantiene comunicación con ellos, además de que se les alcanza agua, medicinas, y alimentos líquidos.
"Ellos están en realidad tranquilos y confiados en que los vamos a sacar a todos", manifestó.
La ministra de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, Ana Jara, llegó también a la mina para entregar alimentos y equipos de apoyo para el rescate de los nueve mineros. Además dijo que se estaba brindando asistencia psicológica a las familias de los trabajadores atrapados.
El derrumbe se produjo tras una explosión ejecutada por los mineros para facilitar la extracción artesanal de cobre. La mina había dejado de explotarse formalmente en la década de 1980 tras la violencia desatada en la zona por el grupo rebelde Sendero Luminoso.
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