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Ciudadanos salieron a las calles en un aparente intento por poner a prueba el cese al fuego del gobierno; tropas y opositores se enfrentan
Ciudadanos sirios salieron a las calles, gritaron consignas y levantaron banderas de la oposición este viernes, como una forma de probar el frágil cese al fuego implementado este jueves para acabar con la sangrienta represión del gobierno.
"Dios, no tenemos a nadie a quien pedir ayuda excepto a ti", coreaban. "¡Abajo Asad!".
La oposición convocó a las protestas, aparentemente para probar si el presidente Bachar al Asad se apegará a la disposición del plan de paz que, permite demostraciones pacíficas.
Había intensa seguridad en varios vecindarios, incluida la capital, Damasco, y varias ciudades de la provincia de Hama, de acuerdo con activistas. Francotiradores permanecen en techos de edificios en algunas ciudades, agregaron.
Las protestas ocurren en medio de reportes de que las tropas sirias se han enfrentado con soldados desertores cerca de la frontera con Turquía, lo que viola el cese al fuego, de acuerdo con el Observatorio Sirio de Derechos Humanos. Los enfrentamientos en la frontera ocurrieron en el pueblo de Kherbet Joz.
"En el incidente, las fuerzas militares se movieron en el marco de una operación para atacar una de las zonas donde se establecieron militantes que desertaron", dijo el Observatorio. "Al principio, el grupo militante trató de evitar el choque con las fuerzas de seguridad, por lo que se retiró. Pero más tarde, los enfrentamientos estallaron y se prolongaron durante unos minutos".
En el resto de Siria, los enfrentamientos dejaron al menos tres muertos este viernes, de acuerdo con los Comités de Coordinación Local. Los decesos ocurrieron en Hama, Hasaka e Idlib.
Ambas partes han reportado casos dispersos de violencia desde que se puso en marcha el alto el fuego este jueves. El mundo mira con escepticismo a Siria, ante la relativa calma en las ciudades.
"Aparentemente, Siria está experimentando un raro momento de calma", dijo este jueves Kofi Annan, el enviado especial internacional que ideó el plan de paz. "Esto está trayendo un alivio muy necesario y la esperanza al pueblo sirio que ha sufrido durante tanto tiempo en este brutal conflicto. Esto debe mantenerse".
El alto el fuego es parte del plan de seis puntos de Annan, que incluye la liberación de los detenidos, el acceso a la ayuda humanitaria y a los medios de comunicación internacionales, así como el respeto de los derechos de manifestantes pacíficos.
El plan también contempla la retirada de las tropas y armamento pesado de las zonas residenciales.
Sin embargo, Siria no ha cumplido totalmente con la iniciativa, y las tropas y el armamento pesado permanecen en los centros de población, pese al acuerdo para retirarlos, dijo Susan Rice, embajadora de Estados Unidos ante Naciones Unidas.
Damasco tiene que cumplir con los seis puntos del plan de paz de Annan, dijo Adib al Shishakly, un miembro del Consejo Nacional de Siria, un grupo que reúne a los exiliados.
"Diluyeron la iniciativa en su conjunto en una sola cosa: en el alto el fuego", dijo Al Shishakly. "¿Qué pasó con los otros cinco?"
El secretario de prensa de la Casa Blanca, Jay Carney, calificó la tregua como "tentativa".
"No podemos llamar a lo que está ocurriendo sobre el terreno un completo cese al fuego", dijo. "Un cese al fuego tentativo, un cese al fuego parcial no es igual a la implementación completa de las obligaciones del régimen bajo el plan de Annan".
Ministros de relaciones exteriores del Grupo de los Ocho o G8 dieron la bienvenida al "frágil cese de la violencia" durante una reunión en Washington este jueves.
"Los ministros apoyan los pasos indicados por el enviado especial y llaman a una acción urgente de parte del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas para seguir sobre esos pasos, incluida la aprobación inmediata de una misión de observadores”, señalaron los funcionarios en un comunicado.
El G8 comprende a Canadá, Francia, Alemania, Italia, Japón, Rusia, Gran Bretaña y Estados Unidos.
A medida que los países mantienen la atención en la tregua, las conversaciones sobre la necesidad de observadores internacionales aumentan.
Este viernes, el Consejo de Seguridad podría votar un proyecto de resolución que exige a Siria permitir el despliegue de un máximo de 30 observadores internacionales y su libertad de circulación sin trabas. El proyecto también hace un llamado a todas las partes a que cese la violencia armada.
El régimen ha renegado de promesas anteriores para detener la violencia y Al Asad ha descrito como grupos terroristas a los rebeldes que combaten en contra del gobierno.
El plan de Annan es visto como la última oportunidad para una solución diplomática a la crisis de más de un año en Siria.
Las protestas contra el gobierno estallaron en marzo de 2011, seguidas por una sangrienta represión del gobierno. Naciones Unidas estima que al menos 9,000 personas han muerto en Siria desde que comenzaron las protestas. Grupos de la oposición ponen la cifra de muertos en más de 11,000.
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