En el día de su cumpleaños 84, ayer, el líder cubano Fidel Castro continuó por segunda fecha seguida con reflexiones en la prensa sobre la política mexicana en las que mencionó públicamente, por primera vez, detalles del caso de los "videoescándalos" del empresario argentino Carlos Ahumada, y opiniones no conocidas en torno al expresidente Carlos Salinas, además de reiterar su identificación con el político de la izquierda Andrés Manuel López Obrador, como lo hiciera la víspera.Dijo que se "honraba" en compartir sus puntos de vista y que no albergaba" la menor duda que mucho más pronto que lo que él imagina, todo cambiará en México". El jueves llegó a considerar que AMLO " será la persona de más autoridad moral y política de México cuando el sistema se derrumbe", mientras remarcaba que "el imperio" le arrebató el triunfo electoral en 2006 frente al actual presidente Felipe Calderón.Ambas columnas de prensa referidas a México fueron un paréntesis inesperado en momentos en que Castro reforzaba, con más de una decena de artículos seguidos y varias intervenciones tras su reaparición pública, las advertencias sobre el riesgo de una guerra nuclear en el Medio Oriente o la península coreana con EU de protagonista.Aunque no omitió del todo este asunto, el exgobernante dijo que se vio motivado tras leer el libro "La mafia que se adueñó de México y el 2012", de AMLO, quien le agradeció ayer desde Tabasco sus elogios. La respuesta del perredista fue leída en el telediario cubano.Tras recordar en la segunda parte del comentario que tituló "El gigante de las siete leguas", pasajes conocidos y otros menos, del "caso Ahumada" y la vinculación de éste con el senador Diego Fernández de Cevallos y el expresidente Carlos Salinas de Gortari, en el contexto de las elecciones de 2006, reveló que él personalmente había impartido una "imprescindible instrucción" a José Arbesú, vicejefe del Departamento de Relaciones Internacionales del Comité Central del Partido Comunista, el 2 de abril de 2004, de viajar a México "a fin de dejar bien clara nuestra posición con relación al caso Ahumada", la que reprodujo ayer.En síntesis su orientación al emisario cubano fue que se informara a las cúpulas de todos los partidos políticos mexicanos cómo Cuba se enteró de la presencia de Ahumada en la isla a partir de la solicitud de Interpol, que la alta dirección del país desconocía lo de los "videoescándalos" y al enterarse, se ordenó la investigación, se arrestó al individuo, se procedió a interrogatorios y su filmación, y a su deportación, mientras remarcaba que se conversara con Obrador para que éste no quedara con duda que el Gobierno cubano no estaba involucrado en ningún complot contra él.Castro, que citó declaraciones del entonces canciller Felipe Pérez Roque en una rueda de prensa en 2004, reveló que un informe sobre el caso que recibió esta semana del Ministerio del Interior, el 11 de agosto de 2010, corroboró que López Obrador "estaba satisfecho" con la deportación."Comprendemos perfectamente la desconfianza de López Obrador. Había sido traicionado por personas que creía honestas y esas circunstancias fueron aprovechadas por los que estaban dispuestos a clavarle un puñal", escribió ayer.El líder cubano reveló que en esos momentos Salinas estaba en Cuba."Hombre sumamente hábil, sabía mover todas las fichas como un experto en ajedrez, con talento muy por encima de los que lo rodeaban", comentó en su "reflexión" difundida a lo largo del día por los noticieros radiales y televisivos como titular junto a las actividades programadas por su cumpleaños, además de publicarse en los dos diarios de circulación nacional.
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