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Congresistas exigieron nuevamente la renuncia del funcionario por el operativo 'Rápido y Furioso' y llamaron a Obama a que lo urja a dimitir
Congresistas republicanos arremetieron este martes contra el secretario de Justicia de Estados Unidos, Eric Holder, al exigir nuevamente la renuncia del funcionario por su papel en el operativo Rápido y Furioso.
Los legisladores también llamaron al presidente Barack Obama a que exhorte a Holder a dejar el cargo.
Durante una conferencia de prensa en el Capitolio, los republicanos dijeron que Holder “falló en decir la verdad” acerca de la operación conducida por la Oficina del Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF, por sus siglas en inglés), en la que agentes federales permitieron que delincuentes compraran armas y las traficaran hacia México, donde fueron recibidas por cárteles del narcotráfico.
El operativo salió a la luz en marzo pasado, cuando agentes y exagentes de la ATF revelaron que recibieron órdenes para dejar que armas caminaran a través de la frontera, con la finalidad de que Estados Unidos detectara a grupos de traficantes.
Holder ha negado en reiteradas ocasiones haber tenido responsabilidad en la polémica operación y afirma que la situación no volverá a repetirse. La ATF depende del Departamento de Justicia, que Holder encabeza desde el inicio del mandato de Obama, en enero de 2009.
Legisladores republicanos como el senador Chuck Grassley y el representante Darrell Issa han encabezado los reclamos hacia Holder, a quien exigen que explique qué ocurrió con el operativo.
El senador demócrata Patrick Leahy, en tanto, ha buscado calmar los ánimos en torno a Holder al dirigir las críticas hacia el gobierno de George W. Bush, que condujo la operación Receptor Abierto. En una carta al inspector general del Departamento de Justicia, el senador pidió que la investigación en curso también abarque a Receptor Abierto, de 2006, cuando afirma que “cientos de armas aparentemente se movieron más allá de la custodia de la ATF y posiblemente en México y Arizona”.
El Congreso estima que unas 2,000 armas cruzaron hacia México, de las cuales 1,400 siguen perdidas, y que más de 200 mexicanos murieron por causa de ese armamento. El gobierno mexicano pide que Estados Unidos dé información del caso. Hasta ahora, Obama ha respaldado a su secretario.
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