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Río de Janeiro— Un grupo de activistas de la ONG ecologista Greenpeace vestidos como trabajadores petroleros derramaron ayer tinta negra en la puerta de las oficinas de la compañía estadounidense Chevron en Río, para protestar contra su escape de crudo en aguas brasileñas.
“Chevron: su basura, nuestro problema”, leía uno de los carteles levantados por uno de los activistas de Greenpeace frente a las oficinas de Chevron, en el centro de Río.
El objetivo de Greenpeace es recordar cuán mal explicadas están las causas del derrame provocado por una fuga de petróleo de un pozo en perforación y los planes de Chevron para controlarlo y reducir su impacto en la biodiversidad de las costas del estado de Río, ruta migratoria de delfines y de varias especies de ballenas. El pozo está ubicado a mil 200 metros de profundidad.
“Greenpeace quiere transparencia de Chevron y de los órganos de gobierno sobre el accidente. Las informaciones que tenemos hasta ahora son contradictorias.
La empresa minimiza el problema. Pero la mancha de petróleo puede superar los 160 kilómetros cuadrados de extensión”, dijo Leandra Gonçalves, de Greenpeace, en un comunicado.
Según el geólogo estadounidense John Amos, de la ONG SkyTruth, citado por el diario O Globo, las fotos de la NASA señalan un derrame de unos 3 mil 738 barriles diarios entre los días 9 y 12 de noviembre, para un total de 15 mil barriles vertidos en el océano.
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