EL PUEBLO
El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, escribió en su cuenta de Twitter que: “valoramos el anuncio de las FARC de renunciar al secuestro como un paso importante y necesario pero no suficiente en la dirección correcta”. Asimismo, aseguró que se brindarán las facilidades para que los uniformados regresen a sus hogares.
“Nos alegramos mucho por ellos, los diez secuestrados que van a liberar y por sus familias”, dijo Santos.
Previamente, mediante un comunicado publicado en su página de internet, el secretariado de las FARC anunció su “decisión de sumar a la anunciada liberación (en enero pasado) de los seis prisioneros de guerra, la de los cuatro restantes en nuestro poder”, lo que significaría la entrega de todos los uniformados que la guerrilla tiene en su poder.
Además, la guerrilla se comprometió a abandonar la práctica del secuestro extorsivo en el país, con la cual financiaba sus actividades ilegales. “Anunciamos (...) que a partir de la fecha proscribimos la práctica (del secuestro extorsivo) en nuestra actuación revolucionaria. La parte pertinente de la ley 002 expedida por nuestro Pleno de Estado Mayor del año 2000 queda por consiguiente derogada. Es hora de que se comience a aclarar quiénes y con qué propósitos secuestran hoy en Colombia”, señala el documento.
La llamada ley 002 de las Farc hacía parte de una serie de reglamentos que el grupo guerrillero creó durante los diálogos de paz del Caguán. Jorge Briceño, alias el Mono Jojoy, fue uno de los jefes guerrilleros que la ideó.
Dejar de secuestrar y poner en libertad a quienes mantienen plagiados son dos de las condiciones que el gobierno ha fijado para “siquiera considerar” la posibilidad de explorar un diálogo con la guerrilla.
Entre las otras condiciones se encuentran el fin del reclutamiento de menores de edad, la renuncia a las actividades de narcotráfico y el cese de las acciones terroristas.
Las FARC piden que sea Marleny Orjuela, “esa incansable y valiente mujer dirigente de Asfamipaz”, quien acuda a recibir a los secuestrados “en la fecha acordada”.
Los últimos
A finales de enero, la guerrilla había anunciado la liberación del cabo Luis Alfonso Beltrán, el sargento Cesar Lasso y el subintendente Carlos José Duarte, quienes se sumaban a otros tres secuestrados, también por liberar: los subintendentes de la Policía, Jorge Trujillo Solarte y Jorge Humberto Romero y al cabo primero José Libardo Forero Carrero. El proceso de liberación fue suspendido argumentando que unidades del ejército estaban en el lugar dispuesto para la liberación de los seis uniformados.
Los uniformados, todos ellos con más de doce años en cautiverio, son los últimos que les quedan a los insurgentes como rehenes, condición en la que mantuvieron en algún momento a más de cincuenta políticos, militares, policías y tres estadounidenses, que pretendieron canjear sin éxito por medio millar de rebeldes presos. Las FARC dijeron ayer que agradecen y aceptan “sin vacilación” que el gobierno de la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, ponga a disposición los medios logísticos para la misión humanitaria de entrega de los cautivos.
“Por nuestra parte consideramos que no caben más largas a la posibilidad de entablar conversaciones”, agregan las FARC en su comunicado. (Con información de Agencias)
“Nos alegramos mucho por ellos, los diez secuestrados que van a liberar y por sus familias”, dijo Santos.
Previamente, mediante un comunicado publicado en su página de internet, el secretariado de las FARC anunció su “decisión de sumar a la anunciada liberación (en enero pasado) de los seis prisioneros de guerra, la de los cuatro restantes en nuestro poder”, lo que significaría la entrega de todos los uniformados que la guerrilla tiene en su poder.
Además, la guerrilla se comprometió a abandonar la práctica del secuestro extorsivo en el país, con la cual financiaba sus actividades ilegales. “Anunciamos (...) que a partir de la fecha proscribimos la práctica (del secuestro extorsivo) en nuestra actuación revolucionaria. La parte pertinente de la ley 002 expedida por nuestro Pleno de Estado Mayor del año 2000 queda por consiguiente derogada. Es hora de que se comience a aclarar quiénes y con qué propósitos secuestran hoy en Colombia”, señala el documento.
La llamada ley 002 de las Farc hacía parte de una serie de reglamentos que el grupo guerrillero creó durante los diálogos de paz del Caguán. Jorge Briceño, alias el Mono Jojoy, fue uno de los jefes guerrilleros que la ideó.
Dejar de secuestrar y poner en libertad a quienes mantienen plagiados son dos de las condiciones que el gobierno ha fijado para “siquiera considerar” la posibilidad de explorar un diálogo con la guerrilla.
Entre las otras condiciones se encuentran el fin del reclutamiento de menores de edad, la renuncia a las actividades de narcotráfico y el cese de las acciones terroristas.
Las FARC piden que sea Marleny Orjuela, “esa incansable y valiente mujer dirigente de Asfamipaz”, quien acuda a recibir a los secuestrados “en la fecha acordada”.
Los últimos
A finales de enero, la guerrilla había anunciado la liberación del cabo Luis Alfonso Beltrán, el sargento Cesar Lasso y el subintendente Carlos José Duarte, quienes se sumaban a otros tres secuestrados, también por liberar: los subintendentes de la Policía, Jorge Trujillo Solarte y Jorge Humberto Romero y al cabo primero José Libardo Forero Carrero. El proceso de liberación fue suspendido argumentando que unidades del ejército estaban en el lugar dispuesto para la liberación de los seis uniformados.
Los uniformados, todos ellos con más de doce años en cautiverio, son los últimos que les quedan a los insurgentes como rehenes, condición en la que mantuvieron en algún momento a más de cincuenta políticos, militares, policías y tres estadounidenses, que pretendieron canjear sin éxito por medio millar de rebeldes presos. Las FARC dijeron ayer que agradecen y aceptan “sin vacilación” que el gobierno de la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, ponga a disposición los medios logísticos para la misión humanitaria de entrega de los cautivos.
“Por nuestra parte consideramos que no caben más largas a la posibilidad de entablar conversaciones”, agregan las FARC en su comunicado. (Con información de Agencias)
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