EL DIARIO
Las Vegas.- Mitt Romney, el gran favorito para ganar las asambleas partidarias de Nevada el sábado, se concentró el viernes en la tasa de desempleo del estado, que está muy por encima del promedio nacional, en lugar de hacer campaña contra su principal rival en el proceso de primarias republicanas, Newt Gingrich.
Mientras hacia campaña en Nevada, Romney intentó convencer a los votantes de que sólo él tiene el remedio para lo que aflige al país — incluso en momentos en que el gobierno informaba que un cuarto de millón de estadounidenses regresaron a la fuerza laboral en enero.
Un confiado Romney triunfó en Florida el martes pasado, una gran victoria en la competencia para decidir quién se enfrentará el presidente Barack Obama en las elecciones generales de noviembre. El ex gobernador de Massachusetts ganó con facilidad en Nevada hace cuatro años.
Gingrich, el representante por Texas Ron Paul y el ex senador de Pensilvania Rick Santorum también están en la boleta electoral. Pero Romney, un mormón, cuenta con una red de apoyo por su aspiración en 2008 y probablemente volverá a contar con el respaldo de los miembros de su iglesia, muchos de los cuales viven en Nevada.
Cerca del 7% de la población de Nevada es mormona, pero su influencia es mayor porque son muy participativos en los procesos electorales. Casi una cuarta parte de todos los votantes de la primaria republicana de 2008 en Nevada era mormona y aproximadamente nueve de cada 10 apoyó a Romney en ese entonces.
La tasa de desempleo en Nevada fue de 12,6 en diciembre tras un descalabro económico récord que vio cómo se abandonaban los sitios de construcción y las ejecuciones hipotecarias abundaban en los vecindarios. Romney acusó a Obama de no hacer lo suficiente para crear puestos de trabajo en el estado.
Gingrich, el ex presidente de la Cámara de Representantes, quien lucha por una actuación respetable aquí, lanzó una nueva andanada de críticas al comparar a Romney con Obama.
"No es suficientemente bueno para el Partido Republicano nominar a una versión ligera de Obama", dijo Gingrich ante una ruidosa multitud en un mitin en el club de música country. Dijo que Romney está en contra del "ideal estadounidense" y no entiende el libre mercado.
Romney no respondió de inmediato al ataque.
El nuevo panorama de puestos de trabajo mostró que la tasa desempleo de Estados Unidos cayó a 8,3% — casi la misma existente después de que Obama asumió el cargo, cuando una enorme recesión devoraba los empleos en Estados Unidos. La contratación se encuentra ahora en una recuperación constante y los empleadores agregaron casi el doble de empleos el año pasado de los que añadieron en 2010.
Romney reconoció el alentador panorama económico pero argumentó que tenía poco que ver con Obama o sus políticas. "Las políticas de esta administración no han sido de gran ayuda. De hecho, han sido perjudiciales", aseguró.
Gingrich, en busca de recuperarse de la paliza política que sufrió en Florida, decidió pasar la mayor parte del tiempo repitiendo su último argumento en contra de una presidencia de Romney: que no hay prácticamente ninguna diferencia entre el ex gobernador de Massachusetts y Obama.
Mientras lucha por una actuación respetable y espera a que la competencia por la nominación republicana regrese al sur del país en marzo, Gingrich ha mantenido una agenda ligera en Nevada.
Paul hizo campaña en Nye County, Nevada, el único condado que ganó en las asambleas partidarias del estado en 2008. El congresista de Texas terminó segundo detrás de Mitt Romney ese año, pero espera quedarse con el estado en esta ocasión.
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