Washington.- En un intento por desmarcarse por los errores cometidos en el operativo fallido de "Rápido y Furioso", la agencia antinarcóticos de Estados Unidos (DEA) ha aceptado su participación "indirecta" en distintas labores de vigilancia, órdenes de búsqueda, rastreo de números telefónicos e interrogatorios, pero sin haber tenido nada que ver en las decisiones operativas del esquema que permitió el trasiego ilegal de armas de grueso calibre a México entre el 2009 y el 2010.
Según reveló hoy el diario Los Angeles Times, la administradora de la DEA, Michelle Leonhart, se ha encargado de enviar una carta al presidente del Comité de Supervisión Gubernamental de la Cámara de Representantes, Darrel Issa, para puntualizar el tipo de colaboración de esa agencia con la Oficina para el Control del Alcohol, Tabaco y Armas de Fuego (ATF).
Precisamente, esta agencia federal se encuentra hoy en el ojo del huracán por un operativo bajo investigación que ha obligado al presidente Barack Obama y al fiscal general Eric Holder a prometer que se castigará a los responsables de un operativo que ha causado un indeterminado número de víctimas hacia ambos lados de la frontera.
En la carta obtenida por Los Angeles Times, Leonhart informa a Issa que agentes de la DEA estuvieron "indirectamente involucrados en la operación de ATF" a través de los denominados grupos de tarea que operan a nivel inter agencia.
"La division de la DEA en El Paso respondió a una llamada en marzo del 2010 para asistir a la ATF en una operación de vigilancia como parte del operativo 'Rápido y Furioso'", aseguró Leonhart al enfatizar, sin embargo, que "el personal de la DEA nunca participó a nivel de decisiones en los operativos de ATF".
Apenas el pasado 6 de julio, el comité que encabeza Issa dio a conocer un testimonio ofrecido de forma voluntaria por el actual director en funciones de ATF, Kenneth Melson, quien denunció que agentes del FBI y de la DEA le ocultaron su participación directa en este esquema ilegal de tráfico de armas hacia México.
En su testimonio, en un intento por evitar convertirse en "chivo expiatorio", Melson dijo declarase "enfermo" al descubrir los errores cometidos durante el operativo.
La carta de Leonhart no ha hecho sino corroborar los testimonios de Nelson y otros testigos, aunque sin dejar de clarificar el papel jugado por los agentes de la DEA que, según enfatiza en la carta, colaboraron de forma "indirecta" y sin ningún tipo de responsabilidad en el diseño operativo de Rápido y Furioso.
Según reveló hoy el diario Los Angeles Times, la administradora de la DEA, Michelle Leonhart, se ha encargado de enviar una carta al presidente del Comité de Supervisión Gubernamental de la Cámara de Representantes, Darrel Issa, para puntualizar el tipo de colaboración de esa agencia con la Oficina para el Control del Alcohol, Tabaco y Armas de Fuego (ATF).
Precisamente, esta agencia federal se encuentra hoy en el ojo del huracán por un operativo bajo investigación que ha obligado al presidente Barack Obama y al fiscal general Eric Holder a prometer que se castigará a los responsables de un operativo que ha causado un indeterminado número de víctimas hacia ambos lados de la frontera.
En la carta obtenida por Los Angeles Times, Leonhart informa a Issa que agentes de la DEA estuvieron "indirectamente involucrados en la operación de ATF" a través de los denominados grupos de tarea que operan a nivel inter agencia.
"La division de la DEA en El Paso respondió a una llamada en marzo del 2010 para asistir a la ATF en una operación de vigilancia como parte del operativo 'Rápido y Furioso'", aseguró Leonhart al enfatizar, sin embargo, que "el personal de la DEA nunca participó a nivel de decisiones en los operativos de ATF".
Apenas el pasado 6 de julio, el comité que encabeza Issa dio a conocer un testimonio ofrecido de forma voluntaria por el actual director en funciones de ATF, Kenneth Melson, quien denunció que agentes del FBI y de la DEA le ocultaron su participación directa en este esquema ilegal de tráfico de armas hacia México.
En su testimonio, en un intento por evitar convertirse en "chivo expiatorio", Melson dijo declarase "enfermo" al descubrir los errores cometidos durante el operativo.
La carta de Leonhart no ha hecho sino corroborar los testimonios de Nelson y otros testigos, aunque sin dejar de clarificar el papel jugado por los agentes de la DEA que, según enfatiza en la carta, colaboraron de forma "indirecta" y sin ningún tipo de responsabilidad en el diseño operativo de Rápido y Furioso.
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