El Cairo.- El juicio contra el ex presidente de Egipto Hosni Mubarak inició hoy con la presencia del octogenario político, depuesto en febrero pasado tras una rebelión popular, en la corte instalada en la Academia de la Policía en el El Cairo.
Mubarak, de 83 años de edad, fue traslado en avión desde el hospital de Sharm el-Sheikh, donde permanece tras sufrir un infarto, a la capital egipcia para ser sometido a juicio junto con sus dos hijos y otros ex colaboradores de su antiguo gobierno.
La televisión estatal mostró imágenes de una ambulancia que entraba a la Academia de Policía, bajo protección policial y militar, mientras decenas de partidarios del ex hombre fuerte de Egipto y militantes opositores se enfrentaban en las afueras del edificio.
La sesión de apertura del juicio contra el ex mandatario, acusado de corrupción y asesinato de cientos manifestantes durante las protestas que desembocaron en su salida de la presidencia, fue corta y sólo se presentaron los cargos.
El ex jefe de Estado permaneció en una jaula, como es habitual en las cortes egipcias, y no hubo excepción para Mubarak, mientras escuchaba al juez.
El político egipcio, quien permaneció casi 30 años en el poder, fue a juicio con sus dos hijos, Alaa y Gamal y el ex ministro del Interior Habib Adli, entre otros.
El derrocado presidente y sus dos hijos tendrán que responder a las acusaciones de asesinato premeditado e intento de homicidio contra 800 manifestantes de la Plaza Tahrir.
El resto de los acusados, incluidos el empresario Husein Salem, detenido en España, el ex ministro del Interior Habib al Adli y seis de sus asesores, han llegado al tribunal antes que Mubarak en coches blindados desde la cárcel de Tora.
Tras la llegada del ex presidente al tribunal, los manifestantes de ambos bandos se han enfrentado y arrojado piedras entre ellos mientras agentes de la policía y miembros del ejército intentan controlar la situación.
Mubarak, de 83 años de edad, fue traslado en avión desde el hospital de Sharm el-Sheikh, donde permanece tras sufrir un infarto, a la capital egipcia para ser sometido a juicio junto con sus dos hijos y otros ex colaboradores de su antiguo gobierno.
La televisión estatal mostró imágenes de una ambulancia que entraba a la Academia de Policía, bajo protección policial y militar, mientras decenas de partidarios del ex hombre fuerte de Egipto y militantes opositores se enfrentaban en las afueras del edificio.
La sesión de apertura del juicio contra el ex mandatario, acusado de corrupción y asesinato de cientos manifestantes durante las protestas que desembocaron en su salida de la presidencia, fue corta y sólo se presentaron los cargos.
El ex jefe de Estado permaneció en una jaula, como es habitual en las cortes egipcias, y no hubo excepción para Mubarak, mientras escuchaba al juez.
El político egipcio, quien permaneció casi 30 años en el poder, fue a juicio con sus dos hijos, Alaa y Gamal y el ex ministro del Interior Habib Adli, entre otros.
El derrocado presidente y sus dos hijos tendrán que responder a las acusaciones de asesinato premeditado e intento de homicidio contra 800 manifestantes de la Plaza Tahrir.
El resto de los acusados, incluidos el empresario Husein Salem, detenido en España, el ex ministro del Interior Habib al Adli y seis de sus asesores, han llegado al tribunal antes que Mubarak en coches blindados desde la cárcel de Tora.
Tras la llegada del ex presidente al tribunal, los manifestantes de ambos bandos se han enfrentado y arrojado piedras entre ellos mientras agentes de la policía y miembros del ejército intentan controlar la situación.
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