La excarcelación de 52 presos de conciencia del Grupo de los 75 en Cuba, es decir, los prisioneros capturados en la ola de represión de la "primavera negra" de 2003 y condenados a penas de entre 6 a 28 años de cárcel, marca un punto de inflexión en la política de la Isla.
Eso sí, después de la mediación de la diplomacia española y de la Iglesia Católica cubana, una de las condiciones para su liberación fue que tras su salida de prisión no permanecieran en la isla ni un solo instante. Por ello, el gobierno español se ha hecho cargo de todas las gestiones necesarias para que salgan en vuelos comerciales rumbo a España.
No es la primera vez que el país ibérico acoge a presos de conciencia cubanos, aunque sí es la de mayor envergadura. Con anterioridad, España acogió a uno de los presos más relevantes, el ex comandante Eloy Gutiérrez Menoyo, excarcelado en 1986 gracias a la intermediación de Felipe González.
Después siguieron pequeños grupos de opositores liberados, como los que llegaron en el 2008 a Madrid. Un grupo de cuatro disidentes, también miembros del Grupo de los 75.
Pero quizás el antecedente más parecido a una liberación masiva se produjo en 1992. En aquella ocasión el gobierno de La Habana permitió viajar a decenas de presos como un gesto de Fidel Castro al entonces presidente de Galicia, Manuel Fraga. Aunque hubo en aquel entonces un mezcla de presos políticos y casos humanitarios por lo que no es comparable a la decisión tomada por su hermano Raúl Castro.
Ahora el hecho es bien distinto ya que destaca la gran envergadura política de la operación pues los beneficiados son presos de conciencia que viajan junto a sus familias como ciudadanos libres.
Los primeros presos que han llegado a España junto a sus seres queridos y los que se unirán a ellos los próximos días, gozarán de plena libertad, es decir, como cualquier otro ciudadano disfrutarán de todos los derechos y podrán decidir libremente su lugar de residencia en la Península Ibérica.
Eso sí, los prisioneros liberados vivirán en el exilio. Dicho de otra manera, no podrán regresar a La Habana, a no ser que obtengan una autorización previa para su regreso. No ocurrirá lo mismo con los familiares de los ex reos que sí podrán volver a Cuba libremente y no perderán su vivienda ni propiedades que tengan allá.
Los excarcelados y familiares contarán con un apoyo inicial del gobierno español y para ello, Cruz Roja y la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR), facilitarán a este primer grupo de 33 personas y a los siguientes, la asistencia logística que necesiten para establecerse en España.
Este es el primer grupo de presos de conciencia cubanos que llega a este país. A él se irá sumando los próximos días el resto hasta llegar a los 52.
Para gestionar y tramitar toda la documentación de viaje necesaria, el Consulado español en La Habana, ha puesto a un grupo de 20 personas que trabajan de forma rápida y precipitada para gestionar los vuelos comerciales que funcionan entre ambos países, aunque se están encontrando con problemas en las plazas disponibles. Hay que tener en cuenta las fechas en las que se está produciendo esta liberación, pleno verano y por lo tanto temporada alta para las compañías aéreas.
Una vez lleguen todos a España, aquí tendrán libertad plena de movimientos como ha confirmado el Jefe de la Diplomacia, Miguel Ángel Moratinos, quien ha trabajado durante los últimos para tratar de normalizar las relaciones de Cuba con la Unión Europea.
Moratinos se comprometió a mediar para acabar con la llamada "posición común" de la Unión Europea frente a Cuba, vigente desde 1996 y que condicionaba las relaciones de los países europeos con la Isla hasta que no hubiera avances democráticos y en derechos humanos.
Por ello, la importancia de esta liberación masiva de presos ya que la Diplomacia española espera que tras ella se ponga fin a la política de "posición común" y comiencen a normalizarse las relaciones con la Isla.
Eso sí, después de la mediación de la diplomacia española y de la Iglesia Católica cubana, una de las condiciones para su liberación fue que tras su salida de prisión no permanecieran en la isla ni un solo instante. Por ello, el gobierno español se ha hecho cargo de todas las gestiones necesarias para que salgan en vuelos comerciales rumbo a España.
No es la primera vez que el país ibérico acoge a presos de conciencia cubanos, aunque sí es la de mayor envergadura. Con anterioridad, España acogió a uno de los presos más relevantes, el ex comandante Eloy Gutiérrez Menoyo, excarcelado en 1986 gracias a la intermediación de Felipe González.
Después siguieron pequeños grupos de opositores liberados, como los que llegaron en el 2008 a Madrid. Un grupo de cuatro disidentes, también miembros del Grupo de los 75.
Pero quizás el antecedente más parecido a una liberación masiva se produjo en 1992. En aquella ocasión el gobierno de La Habana permitió viajar a decenas de presos como un gesto de Fidel Castro al entonces presidente de Galicia, Manuel Fraga. Aunque hubo en aquel entonces un mezcla de presos políticos y casos humanitarios por lo que no es comparable a la decisión tomada por su hermano Raúl Castro.
Ahora el hecho es bien distinto ya que destaca la gran envergadura política de la operación pues los beneficiados son presos de conciencia que viajan junto a sus familias como ciudadanos libres.
Los primeros presos que han llegado a España junto a sus seres queridos y los que se unirán a ellos los próximos días, gozarán de plena libertad, es decir, como cualquier otro ciudadano disfrutarán de todos los derechos y podrán decidir libremente su lugar de residencia en la Península Ibérica.
Eso sí, los prisioneros liberados vivirán en el exilio. Dicho de otra manera, no podrán regresar a La Habana, a no ser que obtengan una autorización previa para su regreso. No ocurrirá lo mismo con los familiares de los ex reos que sí podrán volver a Cuba libremente y no perderán su vivienda ni propiedades que tengan allá.
Los excarcelados y familiares contarán con un apoyo inicial del gobierno español y para ello, Cruz Roja y la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR), facilitarán a este primer grupo de 33 personas y a los siguientes, la asistencia logística que necesiten para establecerse en España.
Este es el primer grupo de presos de conciencia cubanos que llega a este país. A él se irá sumando los próximos días el resto hasta llegar a los 52.
Para gestionar y tramitar toda la documentación de viaje necesaria, el Consulado español en La Habana, ha puesto a un grupo de 20 personas que trabajan de forma rápida y precipitada para gestionar los vuelos comerciales que funcionan entre ambos países, aunque se están encontrando con problemas en las plazas disponibles. Hay que tener en cuenta las fechas en las que se está produciendo esta liberación, pleno verano y por lo tanto temporada alta para las compañías aéreas.
Una vez lleguen todos a España, aquí tendrán libertad plena de movimientos como ha confirmado el Jefe de la Diplomacia, Miguel Ángel Moratinos, quien ha trabajado durante los últimos para tratar de normalizar las relaciones de Cuba con la Unión Europea.
Moratinos se comprometió a mediar para acabar con la llamada "posición común" de la Unión Europea frente a Cuba, vigente desde 1996 y que condicionaba las relaciones de los países europeos con la Isla hasta que no hubiera avances democráticos y en derechos humanos.
Por ello, la importancia de esta liberación masiva de presos ya que la Diplomacia española espera que tras ella se ponga fin a la política de "posición común" y comiencen a normalizarse las relaciones con la Isla.
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