jueves, 9 de diciembre de 2010

Campaña china contra ganador del Nobel resulta contraproducente


A pesar de las críticas a la campaña de Beijing, China sigue siendo demasiado grande e importante para enfrentársele por mucho tiempo: su papel como la fábrica del mundo y prestamista de Occidente hacen virtualmente imposible aplicarle represalias políticas o económicas.

BEIJING.-Una campaña de China para difamar al ganador del Premio Nobel de la Paz de este año y sabotear la ceremonia de premiación mostró el jueves señales de volverse en contra de Beijing, a medida que crecen las críticas mundiales hacia el gobierno comunista y el disidente chino encarcelado se vuelve cada vez más célebre.

Aunque las presiones de China han logrado que más de una decena de países boicoteen la ceremonia del viernes en Oslo, los analistas dijeron que esos esfuerzos también parecen estar uniendo a Occidente, recordándoles a sus gobiernos democráticos de la brecha entre ellos y Beijing.

A pesar de las críticas a la campaña de Beijing, China sigue siendo demasiado grande e importante para enfrentársele por mucho tiempo: su papel como la fábrica del mundo y prestamista de Occidente hacen virtualmente imposible aplicarle represalias políticas o económicas.

Las tácticas de presión redoblada continuaron sin cambios el jueves, cuando China entregó el llamado Premio Confucio de la Paz, un galardón creado apresuradamente como la versión local del Nobel de la Paz, el cual debía entregarse el viernes al activista prodemocrático chino Liu Xiaobo.

Amnistía Internacional dijo que los miembros de la comunidad china en Noruega estaban siendo presionados por los diplomáticos chinos para que se unan a las protestas contra el Nobel previstas para el viernes, o de lo contrario sufrirían represalias. En cambio, algunos manifestantes prodemocráticos se reunieron el jueves en Oslo, en apoyo a Liu.

En China, la esposa de Liu, Liu Xia, y decenas de amigos, colegas y simpatizantes se encuentran bajo arresto domiciliario o una vigilancia estricta para impedir que asistan a la ceremonia. Los intentos de obtener declaraciones de ellos por teléfono se topaban con mensajes que decían que esos números no existían.

Será la primera vez desde 1936 en que el premio no será entregado personalmente al ganador, en vista de que el gobierno chino ha impedido que Liu y su familia viajen a Oslo a recibir el premio.

China se enfureció cuando el prestigioso premio de 1,5 millones de dólares fue concedido a Liu y ha presionado a diplomático extranjeros a que suspendan su asistencia a la ceremonia del viernes.

El secretario del comité del Premio Nobel de la Paz, Geir Lundestad, dijo que Liu será representado "por una silla vacía —el argumento más fuerte para el premio de este año".

Liu, un crítico literario de 54 años de edad, cumple una condena de 11 años de prisión por subversión dictada el año pasado por ser el coautor de un llamado a favor de los derechos humanos y la reforma política.

El disidente era casi desconocido, incluso dentro de China, pero en las últimas semanas se ha transformado en una causa célebre entre los defensores de los derechos globales y una fuente de curiosidad entre los jóvenes chinos con conocimientos de internet.

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