Santiago de Chile.- Un incendio en una cárcel chilena con un 90 por ciento de hacinamiento la madrugada del miércoles causó la muerte de 81 presos y 14 sufrieron graves quemaduras en el rostro y aparato respiratorio, informaron las autoridades.
El presidente Sebastián Piñera en el centro de emergencia donde fueron llevados los heridos informó a la prensa que la cifra de fallecidos se había elevado de 81 a 83, pero más tarde el Intendente (gobernador) de Santiago, Fernando Echeverría, precisó que los muertos son 81.
La tragedia podría haberse anticipado. Ya en octubre un informe de la jueza Ana María Arratia Valdebenito, advirtió que en la Torre 5, donde se inició el incendio, había 484 reclusos primerizos condenados, rematados o detenidos, más de 100 personas por piso.
El incendio se registró en el penal de San Miguel, un recinto de torres de cemento inmerso entre barrios residenciales de clase media.
El siniestro fue causado por una riña entre reclusos que derivó en un incendio que alcanzó su máxima intensidad en tres minutos, dijo el ministro del Interior, Rodrigo Hinzpeter.
Uno de los fiscales que investigará la tragedia, Alejandro Peña, dijo que según los informes preliminares, el incendio “habría sido intencional”.
Cientos de familiares se apostaron en las afueras de la cárcel y debieron esperar varias horas para enterarse de unos pocos nombres de sobrevivientes, que interpretaron como fallecidos, lo que los llevó a lanzar escupos y piedras a Luis Masferrer, jefe nacional de Gendarmería, la policía de prisiones, mientras leía un listado.
“Por que tuvo que morir en esta perra cárcel, mi hijo era inocente, y lo condenaron estos perros mal nacidos”, grito una mujer mientras era apoyada por dos personas antes de caer al suelo.
Otra madre declaró que su hijo llevaba 20 días presos por vender películas copiadas, le quedaban 10 días. Está entre los 83 fallecidos.
Pasadas nueve horas de la tragedia muchos familiares deambulaban entre la cárcel, la Posta Central (hospital de emergencia), donde fueron conducidos la mayoría de los heridos, y el Servicio Médico Legal, SML, buscando a sus parientes, sin saber si estaban vivos o muertos.
Personal de la policía especializada dijo que de los 81 fallecidos, solo 26 están en condiciones de ser reconocidos fácilmente, el resto deberá ser sometidos, incluso, a pericias de ADN.
“Las condiciones que existían adentro de esa cárcel son absolutamente inhumanas”, aseveró el mandatario, y explicó que había 26 guardias, y en las torres de cemento del interior había otros seis custodios.
Pedro Hernández, presidente de la asociación de funcionarios penitenciarios, denunció a la prensa que al ocurrir el siniestro solamente había cinco custodios para una población de 1.900 reos. La información fue corroborada luego por Daniel Vega, otro dirigente penitenciario.
Familiares de los reos, en las afueras del penal, denunciaron ante las cámaras de televisión que los bomberos no pudieron entrar a la cárcel oportunamente porque se dio prioridad al ingreso de policías antimotines.
“A los bomberos no los dejaron ingresar, los antimotines entraron primero y empezaron a pegarnos, y después (entraron) los bomberos”, dijo un reo desde el interior del penal de San Miguel, hablando por celular con la televisión estatal.
El reo, que por razones obvias no se identificó, agregó que los gendarmes “se reían, sacando fotos con sus celulares a los internos que vomitaban..y no hacían nada”.
Los presos tienen prohibidos los celulares, pero los reciben clandestinamente. Autoridades penitenciarias dijeron que la pelea entre los reclusos se inició a las 05.37 y que el primer carro de bomberos llegó a las 05.57 horas.
Otro de los presos que llamó más temprano por celular a la televisión estatal y dijo que muchos de sus compañeros murieron por asfixia. El periodista que recibió la llamada dijo que se escuchaban los gritos de los reclusos, pidiendo que los dejaran salir de la Torre.
José Sánchez, comandante del Cuerpo de Bomberos, informó que “nos demoramos como 10 minutos en ingresar al lugar debido al intenso calor que había en el piso del incendio”.
Vega dijo que hubo candados del piso cuarto de la Torre 5 que no se pudieron abrir debido al calor.
En Chile hay 108 mil reclusos, de los cuales 53 mil están encarcelados, precisó el mandatario. “El grado de hacinamiento en nuestras cárceles supera el 70 por ciento y en algunas como es el caso de San Miguel más de 90 por ciento y en la Penitenciaría donde estuve con el ministro de Justicia (Felipe Bulnes) más del 200 por ciento”, añadió Piñera.
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