Según el veredicto, la aerolínea con sede en Houston deberá indemnizar a Air France con 1,08 millones de euros (1,43 millones de dólares) por daños a la reputación de la aerolínea francesa, así como pagar una multa de unos 200.000 euros (265.000 dólares). La mayoría de las víctimas del desastre aéreo eran turistas alemanes.
El juez que preside el caso confirmó las conjeturas emitidas hace tiempo por los investigadores, los cuales atribuyeron el accidente a fragmentos de titanio que se desprendieron de un avión DC-10 de Continental y cayeron en la pista del aeropuerto Charles de Gaulle antes del despegue del jet supersónico el 25 de julio de 2000.
Los investigadores dijeron que los fragmentos causaron cortes en un neumático del Concorde. Pedazos de hule salieron disparados después hacia los tanques de combustible y causaron el fuego.
El Concorde chocó con un hotel cercano, matando a todos los 109 ocupantes a bordo y cuatro personas en tierra.
Ronald Schmid, abogado que ha representado a varias familias de las víctimas alemanas, dijo que estaba ``escéptico'' del fallo.
``Me molesta que ninguno de los responsables de Air France estuvo en el banquillo de los acusados'', dijo Schmid a The Associated Press en declaraciones telefónicas desde Francfort.
El tribunal ordenó a la aerolínea y al mecánico, John Taylor, que paguen de manera conjunta poco más de 274.000 euros (360.000 dólares) como indemnización para diversas partes civiles.
Taylor también recibió una sentencia de 15 meses de prisión suspendida y una multa de 2.000 euros (2.600 dólares). Todos los otros acusados, incluidos tres ex funcionarios franceses y el supervisor de Taylor ahora retirado, Stanley Ford, fueron absueltos.
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