CNN
SAO PAULO/BUENOS AIRES.-La nueva presidenta brasileña, Dilma Rousseff, realizará su primera visita oficial al extranjero a Argentina, donde se reunirá con la presidenta Cristina Fernández, y buscará establecer un vínculo "extremadamente estrecho".
El viaje de Rousseff ocurre en un ambiente de expectación ya que será la primera vez que ambas mandatarias se encuentren a solas, por lo que se pondrá a prueba su empatía para continuar con el proceso de integración de Sudamérica. El antecesor de Rousseff, Luiz Inázio Lula de Silva, tenía una buena relación con Fernández.
La mandataria brasileña irá acompañada de ocho ministros como una muestra de la importancia que da a la reunión.
"No será una reunión más entre los presidentes de Argentina y Brasil. La de hoy será la primera en dos siglos de historia compartida entre dos mandatarias mujeres", dijo Rousseff al diario argentino El Clarín.
Rousseff y Fernández firmarán una alianza para desarrollar un proyecto de construcción de reactores nucleares con fines pacíficos, informó un funcionario del Ministerio de Relaciones Exteriores de Brasil, Antonio Simoes.
Hablarán, además, de la construcción de la hidroeléctrica de Garabí entre la provincia argentina de Corrientes y el estado brasileño de Río Grande do Sul. También firmarán un pacto para construir un millón de viviendas en Argentina que tendrán como modelo viviendas brasileñas.
La apretada agenda de Rousseff incluye una reunión con representantes de las Madres de la Plaza de Mayo, movimiento de mujeres que perdieron a sus descendientes durante la dictadura militar argentina.
Será una muestra del interés de Rousseff en la defensa de los derechos humanos. La propia presidenta es una ex militante de grupos guerrilleros y fue torturada durante el régimen militar brasileño (1964-1985).
Al final de la visita de Rousseff, ambas mandatarias informarán en conjunto sobre los resultados de la reunión.
Rousseff asumió la presidencia de Brasil el pasado 1 de enero. Fernández, en diciembre del 2007.
El viaje de Rousseff ocurre en un ambiente de expectación ya que será la primera vez que ambas mandatarias se encuentren a solas, por lo que se pondrá a prueba su empatía para continuar con el proceso de integración de Sudamérica. El antecesor de Rousseff, Luiz Inázio Lula de Silva, tenía una buena relación con Fernández.
La mandataria brasileña irá acompañada de ocho ministros como una muestra de la importancia que da a la reunión.
"No será una reunión más entre los presidentes de Argentina y Brasil. La de hoy será la primera en dos siglos de historia compartida entre dos mandatarias mujeres", dijo Rousseff al diario argentino El Clarín.
Rousseff y Fernández firmarán una alianza para desarrollar un proyecto de construcción de reactores nucleares con fines pacíficos, informó un funcionario del Ministerio de Relaciones Exteriores de Brasil, Antonio Simoes.
Hablarán, además, de la construcción de la hidroeléctrica de Garabí entre la provincia argentina de Corrientes y el estado brasileño de Río Grande do Sul. También firmarán un pacto para construir un millón de viviendas en Argentina que tendrán como modelo viviendas brasileñas.
La apretada agenda de Rousseff incluye una reunión con representantes de las Madres de la Plaza de Mayo, movimiento de mujeres que perdieron a sus descendientes durante la dictadura militar argentina.
Será una muestra del interés de Rousseff en la defensa de los derechos humanos. La propia presidenta es una ex militante de grupos guerrilleros y fue torturada durante el régimen militar brasileño (1964-1985).
Al final de la visita de Rousseff, ambas mandatarias informarán en conjunto sobre los resultados de la reunión.
Rousseff asumió la presidencia de Brasil el pasado 1 de enero. Fernández, en diciembre del 2007.
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