CNN
LONDRES.-Más barato y ligero que su engorroso primo de silicón, los plásticos fotovoltaicos (PV) podrían anunciar una revolución en el mercado de la energía solar, de acuerdo a un experto británico en paneles solares.
“Los plásticos son mucho más baratos para procesar que el silicón. En principio, los dispositivos que estamos haciendo pueden ser mucho más baratos y cubrir grandes áreas”, dijo David Lidzey, de la Universidad de Sheffield del Reino Unido.
A diferencia de los rígidos paneles de silicón, el PV plástico (u orgánico), es mucho más flexible, por lo que es más sencillo para su instalación, lo que puede ser una gran ventaja, dijo Lidzey.
“Si tienes paneles que casi se pueden enrollar como una gran hoja de papel tapiz, entonces esa podría ser una muy buena manera de suministrar energía a países en desarrollo”, asegura.
Los paneles solares de polímero difieren de los plásticos más comerciales como el polietileno, que son esencialmente aislantes.
Convertir un material que impide la conductividad a uno que la promueva requiere de químicos para “ajustar su estructura molecular”, dijo Lidzey.
Pero dijo que algunos productos plásticos comunes no están muy distantes de los plásticos PV que está investigando.
“Si ves el empaque de unas papas fritas, lo que tienes es una película de plástico, unas cuantas capas de tintas y capas metálicas impresas para mantener los materiales frescos. Al reacomodar el orden de esas capas, obtienes una estructura muy similar al de los dispositivos PV que estamos buscando”, dijo Lidzey.
En la delantera en el desarrollo del plástico PV está una empresa de tecnología con sede en Estados Unidos, Konaraka, que ya está aplicando su tecnología de Power Plastic a una amplia gama de productos, que incluye equipaje y parasoles.
Selecciones más grandes se han ajustado a mobiliario urbano, como en las paradas de autobús de San Francisco.
Los investigadores tienen la esperanza de que los edificios podrían tener este tratamiento de plástico en el futuro.
En el 2009, Konarka instaló una 'cortina', para una sección al intemperie de sus oficinas de Florida, como parte de un proyecto piloto.
El plástico PV, dijo la empresa, puede absorber la luz del sol de “todos los tipos de rangos”, lo que les permite ser instalados en muros verticales.
Fundada en 2001, Konarka es una de muchas compañías intentando perfeccionar la tecnología. Aunque las noticias son cada vez más prometedoras, hay algunos problemas que se tienen que resolver antes de que el plástico realmente pueda encontrar su lugar bajo el sol.
Considerando que el silicón tiene una eficiencia de alrededor del 15 al 18 por ciento, los dispositivos plásticos actualmente pueden alcanzar solamente un 7 a 8 por ciento, en el mejor de los casos.
Los problemas también están en la vida útil de los materiales. Los dispositivos de silicón generalmente duran aproximadamente 20 años y son muy estables, dijo Lidzey.
Los sistemas con base orgánica (o plástica) duran menos, degradándose mucho más rápido. Pero las cosas están mejorando.
“Hay mucha actividad para averiguar cuáles son los mecanismos por los cuales los materiales se degradan, para que podamos producir un mejor material de empaque para prevenir esto”, asegura Lidzey.
El experto reconoce que hay mucho camino que recorrer antes de que el plástico PV alcance mejor eficiencia y durabilidad como la del silicón, pero incluso eso podría no ser un problema, dijo.
“La idea es que puede que no necesites alcanzar esos niveles, ya que lo puedes hacer lo suficientemente barato”, explicó.
“Mi opinión es que estará listo entre cinco y 10 años, y entonces veremos un volumen importante de dispositivos hechos de plástico”.
LONDRES.-Más barato y ligero que su engorroso primo de silicón, los plásticos fotovoltaicos (PV) podrían anunciar una revolución en el mercado de la energía solar, de acuerdo a un experto británico en paneles solares.
“Los plásticos son mucho más baratos para procesar que el silicón. En principio, los dispositivos que estamos haciendo pueden ser mucho más baratos y cubrir grandes áreas”, dijo David Lidzey, de la Universidad de Sheffield del Reino Unido.
A diferencia de los rígidos paneles de silicón, el PV plástico (u orgánico), es mucho más flexible, por lo que es más sencillo para su instalación, lo que puede ser una gran ventaja, dijo Lidzey.
“Si tienes paneles que casi se pueden enrollar como una gran hoja de papel tapiz, entonces esa podría ser una muy buena manera de suministrar energía a países en desarrollo”, asegura.
Los paneles solares de polímero difieren de los plásticos más comerciales como el polietileno, que son esencialmente aislantes.
Convertir un material que impide la conductividad a uno que la promueva requiere de químicos para “ajustar su estructura molecular”, dijo Lidzey.
Pero dijo que algunos productos plásticos comunes no están muy distantes de los plásticos PV que está investigando.
“Si ves el empaque de unas papas fritas, lo que tienes es una película de plástico, unas cuantas capas de tintas y capas metálicas impresas para mantener los materiales frescos. Al reacomodar el orden de esas capas, obtienes una estructura muy similar al de los dispositivos PV que estamos buscando”, dijo Lidzey.
En la delantera en el desarrollo del plástico PV está una empresa de tecnología con sede en Estados Unidos, Konaraka, que ya está aplicando su tecnología de Power Plastic a una amplia gama de productos, que incluye equipaje y parasoles.
Selecciones más grandes se han ajustado a mobiliario urbano, como en las paradas de autobús de San Francisco.
Los investigadores tienen la esperanza de que los edificios podrían tener este tratamiento de plástico en el futuro.
En el 2009, Konarka instaló una 'cortina', para una sección al intemperie de sus oficinas de Florida, como parte de un proyecto piloto.
El plástico PV, dijo la empresa, puede absorber la luz del sol de “todos los tipos de rangos”, lo que les permite ser instalados en muros verticales.
Fundada en 2001, Konarka es una de muchas compañías intentando perfeccionar la tecnología. Aunque las noticias son cada vez más prometedoras, hay algunos problemas que se tienen que resolver antes de que el plástico realmente pueda encontrar su lugar bajo el sol.
Considerando que el silicón tiene una eficiencia de alrededor del 15 al 18 por ciento, los dispositivos plásticos actualmente pueden alcanzar solamente un 7 a 8 por ciento, en el mejor de los casos.
Los problemas también están en la vida útil de los materiales. Los dispositivos de silicón generalmente duran aproximadamente 20 años y son muy estables, dijo Lidzey.
Los sistemas con base orgánica (o plástica) duran menos, degradándose mucho más rápido. Pero las cosas están mejorando.
“Hay mucha actividad para averiguar cuáles son los mecanismos por los cuales los materiales se degradan, para que podamos producir un mejor material de empaque para prevenir esto”, asegura Lidzey.
El experto reconoce que hay mucho camino que recorrer antes de que el plástico PV alcance mejor eficiencia y durabilidad como la del silicón, pero incluso eso podría no ser un problema, dijo.
“La idea es que puede que no necesites alcanzar esos niveles, ya que lo puedes hacer lo suficientemente barato”, explicó.
“Mi opinión es que estará listo entre cinco y 10 años, y entonces veremos un volumen importante de dispositivos hechos de plástico”.
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