TEGUCIGALPA, Honduras, jul. 24, 2009.- El Gobierno de Honduras que preside Roberto Micheletti lamentó este viernes que el depuesto presidente Manuel Zelaya haya recurrido a la fuerza tras abandonar el diálogo para buscar una salida pacífica a la crisis política del país.
La cancillería, en un comunicado, dijo que "deplora" que Zelaya "abandone la mediación, declarándola fracasada, y recurra al uso de la fuerza poniendo en riesgo la vida de los hondureños".
La nota se emitió mientras Zelaya continuaba en el lado nicaragüense del puesto fronterizo de Las Manos, después de que -entre decenas de seguidores y frente a las fuerzas de seguridad locales- ingresó brevemente en la zona neutral entre ese país y Honduras.
Zelaya "ha desatendido el llamado de las instancias internacionales como el Departamento de Estado de los Estados Unidos de América, de otros Gobiernos de América y del mundo que favorecen una solución pacífica a la situación política de Honduras", dijo la cancillería.
"En su lugar", afirmó, "promueve la subversión, el baño de sangre y tropas extranjeras para mancillar la soberanía y el honor nacionales".
Según la nota, el Gobierno de Micheletti "continúa en las negociaciones enmarcadas en la mediación" del presidente de Costa Rica, Óscar Arias, a quien expresó "reconocimiento y alta gratitud" por su "tiempo y esfuerzo".
El Gobierno considera que la nueva propuesta presentada el miércoles por Arias "representa un paso en firme en la búsqueda de una solución a las divergencias surgidas en Honduras, en el marco de nuestro orden constitucional", añadió.
El canciller Carlos López, jefe de la comisión de diálogo de Micheletti, reiteró a la prensa que la reintegración de Zelaya en el poder, incluida en la propuesta, es inaceptable.
"Él fue destituido de sus funciones por sus propios actos, al incurrir en un delito contra la forma de Gobierno", expresó López, y recordó que sobre él pesa una orden de captura.
Los militares derrocaron a Zelaya en acatamiento, según el Gobierno de Micheletti, de una orden judicial por haber violado la Constitución al intentar celebrar ese día una consulta para promover una Asamblea Constituyente.
López reiteró que otros aspectos de la propuesta de Arias se sometieron a consulta en otras instituciones del Estado.
Arias propuso integrar un Gobierno de reconciliación, la amnistía política para los involucrados en la crisis y el adelanto de las elecciones generales de noviembre próximo, entre otros puntos.
Aunque la proposición incluía reinstalar a Zelaya en la Presidencia, el depuesto presidente rechazó la propuesta de Arias y dio por fracasado el diálogo, tras lo cual aceleró su regreso a Honduras.
La cancillería reiteró que "responsabiliza" a Zelaya y los presidentes de Venezuela, Hugo Chávez, y de Nicaragua, Daniel Ortega, "por el irrespeto a la vida humana, y por las consecuencias que puedan derivarse de sus acciones de fuerza".
También repitió la denuncia de "intromisión" de los Gobiernos de Chávez y Ortega "en los asuntos internos" de Honduras.
La cancillería, en un comunicado, dijo que "deplora" que Zelaya "abandone la mediación, declarándola fracasada, y recurra al uso de la fuerza poniendo en riesgo la vida de los hondureños".
La nota se emitió mientras Zelaya continuaba en el lado nicaragüense del puesto fronterizo de Las Manos, después de que -entre decenas de seguidores y frente a las fuerzas de seguridad locales- ingresó brevemente en la zona neutral entre ese país y Honduras.
Zelaya "ha desatendido el llamado de las instancias internacionales como el Departamento de Estado de los Estados Unidos de América, de otros Gobiernos de América y del mundo que favorecen una solución pacífica a la situación política de Honduras", dijo la cancillería.
"En su lugar", afirmó, "promueve la subversión, el baño de sangre y tropas extranjeras para mancillar la soberanía y el honor nacionales".
Según la nota, el Gobierno de Micheletti "continúa en las negociaciones enmarcadas en la mediación" del presidente de Costa Rica, Óscar Arias, a quien expresó "reconocimiento y alta gratitud" por su "tiempo y esfuerzo".
El Gobierno considera que la nueva propuesta presentada el miércoles por Arias "representa un paso en firme en la búsqueda de una solución a las divergencias surgidas en Honduras, en el marco de nuestro orden constitucional", añadió.
El canciller Carlos López, jefe de la comisión de diálogo de Micheletti, reiteró a la prensa que la reintegración de Zelaya en el poder, incluida en la propuesta, es inaceptable.
"Él fue destituido de sus funciones por sus propios actos, al incurrir en un delito contra la forma de Gobierno", expresó López, y recordó que sobre él pesa una orden de captura.
Los militares derrocaron a Zelaya en acatamiento, según el Gobierno de Micheletti, de una orden judicial por haber violado la Constitución al intentar celebrar ese día una consulta para promover una Asamblea Constituyente.
López reiteró que otros aspectos de la propuesta de Arias se sometieron a consulta en otras instituciones del Estado.
Arias propuso integrar un Gobierno de reconciliación, la amnistía política para los involucrados en la crisis y el adelanto de las elecciones generales de noviembre próximo, entre otros puntos.
Aunque la proposición incluía reinstalar a Zelaya en la Presidencia, el depuesto presidente rechazó la propuesta de Arias y dio por fracasado el diálogo, tras lo cual aceleró su regreso a Honduras.
La cancillería reiteró que "responsabiliza" a Zelaya y los presidentes de Venezuela, Hugo Chávez, y de Nicaragua, Daniel Ortega, "por el irrespeto a la vida humana, y por las consecuencias que puedan derivarse de sus acciones de fuerza".
También repitió la denuncia de "intromisión" de los Gobiernos de Chávez y Ortega "en los asuntos internos" de Honduras.
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