sábado, 18 de julio de 2009

Obama insta a Congreso de EU a aprobar la reforma de salud

EFE
WASHINGTON, Estados Unidos, jul. 18, 2009.- El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, instó hoy una vez más al Congreso a que apruebe la reforma del sistema de salud y resuelva un problema que, según afirmó, afecta a la estabilidad de toda la economía del país.
Tras las medidas tomadas para enfrentar la crisis financiera, la reforma del sistema de salud de EEUU se ha convertido en una de las principales banderas de lucha del presidente en sus primeros meses en la Casa Blanca.
"Este no es el momento de frenarnos y tampoco, sin duda, es el momento de desalentarnos", señaló Obama el viernes desde la Casa Blanca en una alusión directa a los legisladores.
Sin embargo, pese a que la mayoría de su Partido Demócrata apoya la aprobación de la reforma y ha señalado la posibilidad de aprobarla antes de iniciar el receso estival en agosto, algunos de ellos sugieren estudiar el problema con más detenimiento.
Señalan que, al contrario de lo que afirma la Casa Blanca, es probable que la reforma agrave más aún el problema del déficit presupuestario.
Pero, en su discurso radiofónico habitual de los sábados, Obama manifestó que el problema de la atención médica en Estados Unidos se ha generalizado y agravado al punto de que afecta a todas las familias que no pueden costearla.
Al mismo tiempo, manifestó que esos costos suben tres veces más rápido que los salarios y afectan a todo trabajador que pierde su empleo o cambia de trabajo.
Los costos elevados de la salud también perjudican a las empresas que no puedan asegurar a sus trabajadores y que se han visto forzadas a cerrar sus puertas, eliminar puestos o enviarlos al extranjero.
Obama reconoció que cualquier reforma tendrá que superar la oposición de los intereses particulares "y sus agentes en el Congreso".
Estos "usarán los mismos argumentos trillados y usarán las mismas tácticas de amedrentamiento que han evitado la reforma antes (...) porque se benefician de este aumento incesante en el costo", dijo.
El presidente también rechazó afirmaciones sobre el peligro de que la reforma de la salud aumente el déficit fiscal que ha llegado a niveles sin precedentes.
"Esto simplemente no es cierto. Nuestras propuestas eliminan miles de millones de dólares de gastos innecesarios y concesiones injustificadas a las compañías de seguro".
"Quiero que quede muy claro; no promulgaré ningún plan de salud que aumente nuestro déficit durante la próxima década", advirtió el gobernante.
Por el contrario, añadió: "al ayudar a mejorar la calidad y eficiencia (de la atención médica) las reformas que hagamos lograrán el control de nuestro déficit a largo plazo".
"Hoy insto a la Cámara de Representantes y al Senado, a demócratas y republicanos a que aprovechen esta oportunidad y voten a favor de una reforma que brinde al pueblo estadounidense la mejor atención al más bajo costo, que refrene a las aseguradoras, fortalezca a las empresas y finalmente de a las familias las opciones que necesitan y la seguridad que merecen", finalizó.

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