MANAGUA, Nicaragua, jul. 26, 2009.- El depuesto presidente de Honduras, Manuel Zelaya, demandó este domingo a Estados Unidos enfrentar "con fuerza" al nuevo Gobierno de su país, que preside Roberto Micheletti, para "saber realmente cuál es la posición" de Washington.
"A la secretaria de Estado de Estados Unidos, Hillary Clinton, que enfrente la dictadura con fuerza para hablar bien del presidente Barack Obama, que enfrente con fuerza" a los golpistas, exigió el derrocado mandatario hondureño, desde el municipio nicaragüense de Ocotal, fronterizo con Honduras.
"Que la Casa Blanca deje de evadir el tema de la dictadura, que la enfrente con fuerza para saber realmente cuál es la posición de Estados Unidos en relación a este golpe de Estado", agregó.
Zelaya, quien continúa en el municipio nicaragüense de Ocotal, cabecera departamental de Nueva Segovia, a 25 kilómetros de la frontera con Honduras y a 225 kilómetros al norte de Managua, también pidió a los gobernantes latinoamericanos enfrentar con fuerza esta "dictadura", como califica al Gobierno de Micheletti.
"Las relaciones internacionales y diplomáticas están desafiadas con esta dictadura que se ha instalado en Honduras", señaló a través de un megáfono y a bordo de un vehículo para hacerse oír ante sus seguidores y los periodistas.
"El pueblo hondureño no se siente solo, se siente acompañado, pero honestamente le digo una cosa: los golpistas hoy se están burlando de los presidentes de América", consideró.
"Quiero saber qué van a hacer los presidentes de América, porque este grupo de facinerosos, militares golpistas, se están burlando de ellos también", sostuvo.
Indicó que "algunos presidentes", sin precisar, no hablan de la "represión" que se sufre en su país, "sino que hablan de otros temas, pero no enfrentan las dictaduras".
Aseguró que en su país los militares hondureños restringen las libertades públicas, de circulación, de asociación, y opinión.
"¿Qué delito comete el pueblo hondureño al querer reunirse en la frontera con Nicaragua con el presidente Zelaya?", inquirió.
"¿Qué delito comete mi familia al venir a reunirse conmigo, que soy padre de mis hijos y el esposo que está esperando abrazarse con su esposa y su madre?, ¿qué delito es ese?", prosiguió.
El derrocado mandatario ratificó que se mantendrá en "pie de lucha" a pesar de que los golpistas "están violando las garantías de una sociedad y los derechos humanos".
"Esperamos que América Latina, en forma conjunta, los presidentes que no quieren les den golpes de Estado, condenen este golpe, pero que nos ayuden también a sacar a los dictadores para que vuelva la paz", insistió.
Zelaya pernoctó por segundo día seguido en el municipio de Ocotal, acompañado del canciller venezolano, Nicolás Maduro, sus colaboradores y un grupo de seguidores.
El derrocado mandatario tiene previsto viajar al puesto de Las Manos, en la frontera entre Nicaragua y Honduras para intentar, por tercer día consecutivo, ingresar en su país.
En el puesto de Las Manos, en el lado nicaragüense de la frontera, Zelaya esperará entre hoy y mañana a su esposa, Xiomara Castro, a su hija, Hortensia Zelaya, y a su madre, Hortensia Rosales.
El lado hondureño de la frontera se halla vigilado por miembros del Ejército y de la Policía de Honduras y las autoridades hondureñas han reiterado que si Zelaya entra al país será detenido.
Zelaya fue depuesto por los militares el 28 de junio pasado y en su cargo el Parlamento hondureño designó a Roberto Micheletti, quien hasta entonces presidía ese poder del Estado.
"A la secretaria de Estado de Estados Unidos, Hillary Clinton, que enfrente la dictadura con fuerza para hablar bien del presidente Barack Obama, que enfrente con fuerza" a los golpistas, exigió el derrocado mandatario hondureño, desde el municipio nicaragüense de Ocotal, fronterizo con Honduras.
"Que la Casa Blanca deje de evadir el tema de la dictadura, que la enfrente con fuerza para saber realmente cuál es la posición de Estados Unidos en relación a este golpe de Estado", agregó.
Zelaya, quien continúa en el municipio nicaragüense de Ocotal, cabecera departamental de Nueva Segovia, a 25 kilómetros de la frontera con Honduras y a 225 kilómetros al norte de Managua, también pidió a los gobernantes latinoamericanos enfrentar con fuerza esta "dictadura", como califica al Gobierno de Micheletti.
"Las relaciones internacionales y diplomáticas están desafiadas con esta dictadura que se ha instalado en Honduras", señaló a través de un megáfono y a bordo de un vehículo para hacerse oír ante sus seguidores y los periodistas.
"El pueblo hondureño no se siente solo, se siente acompañado, pero honestamente le digo una cosa: los golpistas hoy se están burlando de los presidentes de América", consideró.
"Quiero saber qué van a hacer los presidentes de América, porque este grupo de facinerosos, militares golpistas, se están burlando de ellos también", sostuvo.
Indicó que "algunos presidentes", sin precisar, no hablan de la "represión" que se sufre en su país, "sino que hablan de otros temas, pero no enfrentan las dictaduras".
Aseguró que en su país los militares hondureños restringen las libertades públicas, de circulación, de asociación, y opinión.
"¿Qué delito comete el pueblo hondureño al querer reunirse en la frontera con Nicaragua con el presidente Zelaya?", inquirió.
"¿Qué delito comete mi familia al venir a reunirse conmigo, que soy padre de mis hijos y el esposo que está esperando abrazarse con su esposa y su madre?, ¿qué delito es ese?", prosiguió.
El derrocado mandatario ratificó que se mantendrá en "pie de lucha" a pesar de que los golpistas "están violando las garantías de una sociedad y los derechos humanos".
"Esperamos que América Latina, en forma conjunta, los presidentes que no quieren les den golpes de Estado, condenen este golpe, pero que nos ayuden también a sacar a los dictadores para que vuelva la paz", insistió.
Zelaya pernoctó por segundo día seguido en el municipio de Ocotal, acompañado del canciller venezolano, Nicolás Maduro, sus colaboradores y un grupo de seguidores.
El derrocado mandatario tiene previsto viajar al puesto de Las Manos, en la frontera entre Nicaragua y Honduras para intentar, por tercer día consecutivo, ingresar en su país.
En el puesto de Las Manos, en el lado nicaragüense de la frontera, Zelaya esperará entre hoy y mañana a su esposa, Xiomara Castro, a su hija, Hortensia Zelaya, y a su madre, Hortensia Rosales.
El lado hondureño de la frontera se halla vigilado por miembros del Ejército y de la Policía de Honduras y las autoridades hondureñas han reiterado que si Zelaya entra al país será detenido.
Zelaya fue depuesto por los militares el 28 de junio pasado y en su cargo el Parlamento hondureño designó a Roberto Micheletti, quien hasta entonces presidía ese poder del Estado.
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