miércoles, 17 de febrero de 2010

Reabre carta debate sobre Legionarios de Cristo

NOTIMEX
CIUDAD DEL VATICANO, feb. 16, 2010.- La difusión de una carta pública del superior de los Legionarios de Cristo en París, Julien Durodié, reabrió el debate sobre el futuro de esa congregación religiosa que aún permanece bajo la lupa del Vaticano.
La misiva, emitida en francés y traducida por sitios católicos especializados, hizo una defensa de la Legión aunque reconoció que a sus miembros se les exige someter su libertad a los dictados de los superiores y se les controlan incluso sus correos electrónicos.
"Sí, se revisa mi correo, ¿y qué? Sí, la actividad apostólica es intensa y fatigante, ¿y qué? Sí, me levanto temprano, rezo tres horas al día ¿y qué? Sí, estoy sometido a la obediencia, es decir, renuncio libremente a mi propia capacidad de decisión por la del superior, ¿y qué?", escribió Durodié.
"Sí, agregó, soy pobre en medio de los recursos tecnológicos modernos que me sirven para el apostolado, ¿y qué? Sí, soy casto y velo para no vivir preferencias o afectos particulares, ¿y qué? Lo asumo o me voy, nadie me obliga".
El sacerdote confesó además haber considerado "como un santo" al fundador de la Legión, Marcial Maciel Degollado, y cuestionó: "¿por qué no?"; pero aclaró que "nunca puso su confianza sobrenatural en su persona humana".
Aseguró que su fe no se ha resentido por la "vida desordenada" del iniciador de la obra a la que pertenece, quien procreó al menos una hija con una amante además de haber sido acusado de abusar sexualmente de seminaristas y ser adicto a las drogas.
"Al contrario (mi fe) está purificada. Por supuesto, estoy afectado por el escándalo y el grito de las víctimas me hunde en el dolor. Pero todo esto no pone en entredicho el llamado de Dios", apuntó.
Durodié explicó que ha decidido escribir su carta porque muchos le han cuestionado sobre la situación actual de los legionarios además de pretender "un acto de justicia" para con la congregación, de la cual lamentó haber escuchado "varias cosas negativas".
Reconoció que la Legión es una obra hecha "por manos de hombres" y, en consecuencia, "debe purificarse y perfeccionarse" porque ha cometido errores y los seguirá cometiendo.
"Cualquier organización enfrentada a tal situación tiene derecho a divergencias y vacilaciones; las críticas exteriores benevolentes son también normales y se entienden. Todo esto queda hoy más claro que nunca", sostuvo.
Aunque dijo no juzgar a quienes ya abandonaron la congregación para sumarse al clero diocesano, afirmó que "es más fácil dejar la barca cruzando la tormenta que quedarme. Es más fácil una vida serena o un largo río tranquilo".
La carta de Julien Durodié salió a la luz pese a la recomendación del director general de los legionarios, Álvaro Corcuera, a sus pupilos de evitar los debates abiertos sobre la situación del instituto religioso que aún se encuentra bajo inspección vaticana.
Según lo previsto, los cinco obispos que llevan a cabo, por órdenes del Papa, la visita apostólica a todos los organismos dependientes de la Legión en el mundo deberán concluir la fase de revisión el próximo 15 de marzo para después entregar un reporte confidencial.
Con base en estas informaciones el Papa Benedicto XVI deberá decidir cuál será el futuro de la obra, que aún permanece manchada por las conductas de su fundador Marcial Maciel Degollado.

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