martes, 16 de marzo de 2010

Chile intenta volver a la normalidad tras terremoto

EFE
SANTIAGO DE CHILE, Chile, mar. 16, 2010.- Dos semanas después del terremoto de 8,8 grados que azotó Chile el 27 de febrero, el país intenta volver a la normalidad pese a las huellas del sismo, del que continúan las réplicas, y del apagón que el pasado domingo dejó a oscuras a buena parte del territorio.

Es marzo, y como todos los años, tras las vacaciones empieza el curso. Pero este año, la "vuelta al colegio" y el regreso al trabajo están marcados por las secuelas del terremoto que, hasta el momento, contabiliza 497 fallecidos identificados y dos millones de damnificados.El nuevo presidente, Sebastián Piñera, que asumió el cargo el 11 de marzo, aseguró el lunes que antes del próximo 26 de abril todos los niños chilenos habrán vuelto a las aulas.

Las clases se retomaron el 3 de marzo en las regiones menos afectadas por el sismo y el día 8 en el resto del país, exceptuando Maule y Biobío, las más dañadas.Según el Instituto Sismológico de la Universidad de Chile, hasta el 12 de marzo se habían registrado más de 300 réplicas, la más fuerte de ellas el 11 de marzo, minutos antes de la investidura presidencial de Piñera y otras dos de más de seis grados durante el acto mismo.

Este lunes hubo un temblor de 6,7 grados, con epicentro a 75 kilómetros al noroeste de Concepción, la segunda ciudad más poblada del país, a 515 kilómetros al sur de Santiago.Unas réplicas a las que parece que los chilenos van a tener que acostumbrarse porque, según señaló el director científico del Sismológico de la Universidad de Chile, Sergio Barrientos, "van a continuar dos o tres meses más".

Incluso podría darse un nuevo terremoto "en cualquier momento", según Barrientos, aunque matizó que es "muy poco probable" que ocurra en la misma zona que el del 27 de febrero."Chile es un país sísmico, es una realidad que no podemos ocultar", dijo y explicó que los expertos apuntan al norte como posible escenario, porque ahí "no se ha dejado sentir un terremoto grande desde hace mucho tiempo".

Y es precisamente esa sensación de "no sabemos cuándo va a terminar" la que, según explicó el presidente del Colegio de Psicólogos, Leonardo Villarroel, genera en la gente inseguridad, ansiedad e incertidumbre.Insomnio, irritabilidad, problemas de concentración y tristeza son algunas de las manifestaciones emocionales que los psicólogos han detectado en los chilenos, que tras el sismo intentan ponerse de pie.

"Son reacciones normales, esperadas y adaptativas ante la situación anormal que vivió y vive Chile", recalcó en tanto el psiquiatra Carlos Ibáñez.Según dijo Villarroel a Efe, el 85 por ciento de la población afectada psicológicamente tras el sismo tardará en recuperarse entre 15 días y dos meses.Para ello, recomienda reconocer los temores, conversar sobre ellos, volver a la rutina y retomar la vida social "ayudándose unos a otros", pero en ningún caso recurrir al alcohol o a los medicamentos, que sólo "perpetúan el problema".

De momento no se ha notado un aumento de las consultas psicológicas ni psiquiátricas porque, según los especialistas, "ahora la gente está solucionando las necesidades básicas", pero se espera que aumenten los casos de episodios depresivos, cuadros ansiosos, trastornos obsesivos y estrés postraumático, un 15 por ciento de los cuales requerirá ayuda médica.

Lidiar con arrendatarios, inmobiliarias y aseguradoras se ha convertido en otro de los obstáculos que encuentran los chilenos en su intento de recuperar la normalidad.Los daños y secuelas del sismo han generado una fuerte demanda por servicios legales, que organizaciones como la Fundación Pro Bono está ofreciendo de manera gratuita.

"Buscamos dar orientación legal a la gente, llamar a la calma y aconsejar sobre los pasos a seguir para evitar que contraten al primer abogado que encuentren", dijo a Efe Francisca Urroz, miembro de la Fundación, que explicó que la gente "no sabe adónde ir ni cuáles son los plazos".Según Urroz, los temas que más dudas suscitan son las relaciones con las inmobiliarias por las demoras en las reparaciones, con las aseguradoras, que intentan escurrir el bulto, y con los arrendadores, que tratan que el inquilino pague los daños.

Entretanto, muchos juicios civiles se retrasaron ya que numerosos tribunales, como los 30 juzgados civiles de Santiago, están cerrados por daños sufridos en el sismo, situación que preocupa a los abogados por el posible vencimiento de los plazos para ejercer acciones judiciales.

El ministro chileno de Justicia, Felipe Bulnes, aseguró que el Gobierno prevé despachar próximamente un proyecto de ley que prorrogue los plazos en las regiones en las que los tribunales se vieron afectados.Para hacer frente a la reconstrucción, que Piñera cifró en 30.000 millones de dólares, -17% del PIB, el Gobierno echará mano de los ahorros del cobre, reasignaciones presupuestarias e, incluso, de créditos externos, además de austeridad en el gasto público.

La reconstrucción del país se prolongará durante varios años, lapso en los chilenos tendrán que convivir con la huella del terremoto y luchar contra numerosos obstáculos por recuperar la normalidad en un país, que aún está lejos de ser el Chile de siempre.

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