GUATEMALA, Guatemala, sep. 9, 2009.- A simple vista el menudo cuerpo de Carlitos, un niño campesino originario de una aldea del municipio de San Manuel Chaparrón, en el oriental departamento de Jalapa, hace pensar que su edad no es mayor a los cinco años, pero en la realidad está por llegar a los diez, esto es el reflejo de las secuelas del alto grado de desnutrición que padece y que encendió la luz roja de la alarma de una crisis que puede llegar a afectar a unas cuatrocientas mil familias guatemaltecas.
Ya son veinticinco niños los que han muerto en lo que va del año por falta de alimentos y casi todos son habitantes de la zona que se le conoce como el corredor seco, la región más árida y que hace frontera con Honduras y El Salvador.
Es una zona que comprende al menos cuatro departamentos guatemaltecos donde las siembras se echaron a perder por la falta de lluvias. Este año la cosecha de maíz, frijol y arroz será la peor de los últimos cincuenta años, advierten los expertos.
Ha sido una sequía muy extensa donde las lluvias no llegan aun cuando el invierno en Guatemala estaría en su etapa más fuerte.
Por ello el gobierno del presidente Álvaro Colom decretó "Estado de Calamidad Pública" en todo el país como una acción que permita que la mayoría de entidades públicas en el campo de la salud y la producción agrícola utilicen todos sus recursos para enfrentar la crisis alimentaria.
Esta decisión estatal le permitirá al Gobierno Central destinar fondos y obviar engorrosos trámites para poder adquirir alimentos, especialmente granos básicos, además de insumos médicos necesarios para atender a las familias de guatemaltecos que padecen ya desnutrición crónica.
Según estimaciones del gobierno del presidente Colom, la escasez de alimentos pueden afectar al menos a cuatrocientas mil familias que están asentadas no sólo en lo que se conoce como el corredor seco, sino también a cientos de miles de personas que habitan en las zonas indígenas de Guatemala que están asentadas en las cercanías de la frontera sur de México.
Ya son veinticinco niños los que han muerto en lo que va del año por falta de alimentos y casi todos son habitantes de la zona que se le conoce como el corredor seco, la región más árida y que hace frontera con Honduras y El Salvador.
Es una zona que comprende al menos cuatro departamentos guatemaltecos donde las siembras se echaron a perder por la falta de lluvias. Este año la cosecha de maíz, frijol y arroz será la peor de los últimos cincuenta años, advierten los expertos.
Ha sido una sequía muy extensa donde las lluvias no llegan aun cuando el invierno en Guatemala estaría en su etapa más fuerte.
Por ello el gobierno del presidente Álvaro Colom decretó "Estado de Calamidad Pública" en todo el país como una acción que permita que la mayoría de entidades públicas en el campo de la salud y la producción agrícola utilicen todos sus recursos para enfrentar la crisis alimentaria.
Esta decisión estatal le permitirá al Gobierno Central destinar fondos y obviar engorrosos trámites para poder adquirir alimentos, especialmente granos básicos, además de insumos médicos necesarios para atender a las familias de guatemaltecos que padecen ya desnutrición crónica.
Según estimaciones del gobierno del presidente Colom, la escasez de alimentos pueden afectar al menos a cuatrocientas mil familias que están asentadas no sólo en lo que se conoce como el corredor seco, sino también a cientos de miles de personas que habitan en las zonas indígenas de Guatemala que están asentadas en las cercanías de la frontera sur de México.
No hay comentarios:
Publicar un comentario