martes, 22 de septiembre de 2009

Lula condena golpe de Estado en Honduras

AP
NUEVA YORK, Estados Unidos, sep. 22, 2009.- Horas después de que el derrocado presidente hondureño Manuel Zelaya regresara a su país y fuera acogido por la embajada brasileña en Tegucigalpa, el presidente brasileño condenó el golpe de Estado en Honduras y habló en defensa de la democracia durante una cena en su honor en Nueva York.
"No podemos aceptar más golpes de Estado", dijo Luiz Inacio Lula da Silva tras recibir el premio Woodrow Wilson al Servicio Público, en el hotel Waldorf-Astoria, en Manhattan.
Lula dijo a los presentes durante una cena que no se puede reemplazar a un líder democrático por otro que ha orquestado un golpe de Estado, y defendió la consolidación de la democracia en Latinoamérica. Lula dijo muy brevemente a los periodistas que le recibieron en la cena que hablaría sobre el regreso de Zelaya el martes.
El lunes Zelaya anunció su disposición a negociar con los golpistas que lo sacaron en pijamas el 28 de junio y lo expulsaron a Costa Rica, pero la respuesta del presidente de facto Roberto Micheletti fue pedir al gobierno de Brasil que entregue al líder depuesto para someterlo a la justicia.
Lula señaló durante su discurso que Brasil "tiene una gran responsabilidad en Latinoamérica", al igual que Estados Unidos la tiene en Norteamérica.
"Brasil tiene muchos vecinos en peor situación que nosotros", explicó. "No es bueno para nosotros el crecer sin nuestros vecinos".
Lula también expresó la necesidad de más colaboración con Estados Unidos.
"Llamé a Obama para decirle que podemos construir cosas juntos. Muy a menudo me parece que nuestros países se tienen cierta desconfianza mutua", dijo.
El presidente brasileño ganó el premio por sus esfuerzos para erradicar la pobreza en su país y promover el desarrollo y la democracia. En un video mostrado a los presentes durante la cena, la presidenta de Chile, Michelle Bachelet, destacó la "gran dosis de humanidad y sencillez" de Lula y el hecho de que América Latina es hoy mejor gracias a su gestión como presidente.
El mandatario brasileño dijo que en su país se ha conseguido "lo que muchos consideraban imposible antes".
"Los brasileños no se consideraban ciudadanos, no tenían autoestima", dijo Lula, refiriéndose al Brasil de hace décadas. "Hoy me enorgullezco de poder decir que de una vez por todas Brasil se ha convertido en un país con instituciones fuertes y democráticas".
Lula describió este momento en la historia como "mágico" y aseguró que "nuestro país nunca volverá a los tiempos del descontrol, cuando dominaba la inflación".
El presidente dijo que la crisis financiera global no se cebó con Brasil al igual que con otros países debido a que la nación ya había hecho grandes inversiones y se había preparado para los malos tiempos. El año que viene será aun más "prometedor" para Brasil, señaló Lula.
El mandatario -- que viajó a Nueva York con motivo de la Asamblea General de las Naciones Unidas -- destacó la importancia de la educación y habló de crear un fondo que invertirá en la educación de los brasileños.
Lula también describió su proyecto de ley para impedir el cultivo de caña de azúcar en la Amazonia y el Pantanal, dos grandes ecosistemas brasileños, como algo innovador a lo que se podrían sumar otros países.
Esta fue la primera vez que el premio Woodrow Wilson al Servicio Público, entregado por el Woodrow Wilson International Center for Scholars, fue otorgado a un político.

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