sábado, 24 de abril de 2010

Prensa china destaca heroísmo de monjes budistas en sismo

EFE
BEIJING, China, abr 24, 2010.- La prensa oficial china destacó hoy el heroísmo de los monjes budistas tibetanos en las labores de rescate, tras el seísmo que ha dejado casi 2,200 muertos, después de que la prensa foránea informara de cómo estos habían sido enviados de vuelta a sus monasterios.
El diario oficial "China Daily" dedica hoy un reportaje a los "cientos, sino miles, de monjes budistas tibetanos que con sus túnicas carmesí" participaron en las labores de rescate cuando todavía los efectivos no podían acceder a la zona, horas cruciales para salvar vidas entre las ruinas tras un seísmo.
El terremoto del 14 de abril, de magnitud 7.1 en la escala abierta de Richter, ha dejado hasta hoy 2,192 muertos, 78 desaparecidos y unos 12 mil heridos, de los que 1,400 se encuentran en situación grave, según los últimos datos.
El epicentro se localizó en Yushu -una de las diez prefecturas tibetanas chinas fuera de esa región-, en la provincia noroccidental de Qinghai, donde más de 100 mil de los 350 mil residentes, tibetanos muy pobres en un 90 por ciento, se han visto afectados por la sacudida, que desplomó 15 mil viviendas de adobe y madera.
Qinghai tiene una población de 5 millones de habitantes y está considerada una de las puertas de acceso al Himalaya tibetano, una de las regiones más conflictivas de China, donde en los últimos dos años se han producido violentas revueltas contra el régimen comunista en las que participaron monjes tibetanos.
Esta etnia acusó a los soldados chinos en las primeras horas posteriores al terremoto de no haber hecho suficiente para salvar a los suyos, lo que el gobierno niega.
En cualquier caso, la rápida reacción de los monjes, muchos de ellos procedentes de áreas tibetanas de la vecina provincia de Sichuan, ha despertado una admiración entre los afectados que había sido silenciada hasta hoy en la prensa estatal.
"Un total de 900 monjes de nuestro templo ayudaron en las tareas de rescate y ayuda. El primer grupo llegó al epicentro a las 4 de la tarde (del 14 de abril), unas pocas horas después del terremoto", señaló el buda viviente Tripa Rinpoch al diario oficial.
Según este religioso, los suyos rescataron a más de 700 supervivientes y ayudaron a encontrar más de mil cadáveres.
Tripa Rinpoch explicó que los monjes han estado cantando sutras cada día desde el terremoto, y continuarán haciéndolo hasta completar los 49 días considerados el círculo de la vida en la religión tibetana.
"Rezaba por los muertos camino de Yushu", explica un monje de 20 años, Genpo Gya, uno de los primeros en llegar. "No llevábamos mucha comida, ya que intentamos cargar más tiendas para albergar a los supervivientes aquella noche".
A diferencia de los soldados desplazados a la zona, que padecen mal de altura, mareos y edemas, los monjes tibetanos están acostumbrados a llevar a cabo duras tareas en la zona, situada a unos 4 mil metros de altitud en el altiplano tibetano.
En otra entrevista, el "China Daily" destaca el coraje del joven monje Ngawang Kunkyap, de 19 años y del templo Sershul: "Apartaba las ruinas con mis manos, y continué haciéndolo incluso cuando estaba claro que los sepultados estaban ya muertos. Encontrar sus cadáveres reconfortaba a sus familiares", explicó.
Sin embargo, la labor clave de estos monjes no fue obstáculo para que esta semana las autoridades locales les ordenaran regresar a sus templos, temerosas de que su valentía ensalzara los ánimos de los tibetanos en la provincia natal del exiliado Dalai Lama, considerado persona non grata por el régimen chino.
La prefectura de Yushu tiene 238 templos budistas tibetanos con 23 mil monjes, y tres de los más grandes, incluido el de la ciudad de Gyegu (Jiegu, en chino), la más devastada por el sismo, acogen a más de 500 monjes.
El Gobierno chino anunció hoy que tiene previsto reparar con prioridad los 84 monasterios que quedaron dañados por el terremoto en Qinghai y donde vivían unos 8 mil monjes que hoy duermen en tiendas de campaña.

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