LOS ÁNGELES, Estados Unidos, abr. 29, 2010.- Organizadores de la marcha del 1 de mayo en Los Ángeles anunciaron este jueves que esperan una masiva asistencia luego de que la policía angelina ratificara su política de no preguntar el estatus migratorio de las personas.
Representantes de los grupos organizadores se mostraron asimismo complacidos por el apoyo recibido hoy del alcalde Antonio Villaraigosa y del arzobispo Roger Mahony.
"Estamos muy agradecidos por este apoyo y esperamos que sus voces se agreguen al llamado colectivo que estamos haciendo para que este sábado nadie se quede en su casa", señaló a Efe Jorge-Mario Cabrera, portavoz de CHIRLA, coalición defensora de los inmigrantes que forma parte de MIWON, uno de los cuatro organizadores de la protesta.
Se espera que la manifestación del sábado atraiga muchos más manifestantes que los dos años anteriores, y reviva las marchas masivas del 2006 en las que cerca de medio millón de personas inundaron las avenidas del centro de Los Ángeles.
"Nuestra meta es tener 100 mil personas en la marcha y nuestro ideal sería que existiera tanta gente que no pudiera ser contada", aseguró Cabrera.
Otros dirigentes también manifestaron su optimismo por el efecto que la protesta del sábado, denominada "Unidos por la Reforma Migratoria en el 2010", tendrá en la opinión pública para impulsar una reforma de inmigración.
"Este es el momento preciso para que mostremos la necesidad imperiosa e inaplazable de una reforma a las leyes de inmigración", aseguró Javier Rodríguez de la Coalición 25 de Marzo.
El dirigente explicó a Efe que la ley aprobada recientemente en Arizona muestra la urgente necesidad de que el Gobierno federal actúe para "poner orden en lo que puede llegar a ser un caos legislativo contra los inmigrantes".
Para Juan José Gutiérrez, de la Coalición para los Derechos Plenos de los Inmigrantes, la legislación de Arizona ha favorecido indirectamente la causa inmigrante.
"Ha sido un impulso tremendo para la reforma que estamos pidiendo", señaló a Efe el dirigente, para quien el rechazo a la medida ha mostrado al Gobierno federal la necesidad de buscar una pronta solución al problema de la inmigración ilegal.
Por su parte, el Departamento de Policía de Los Ángeles (LAPD) garantizó que su presencia durante la manifestación será para asegurar el normal y pacífico desarrollo del evento y que ha dispuesto personal previendo una asistencia de 100 mil personas.
"La policía angelina respalda el derecho de todas las personas a la libre expresión", aseguró hoy el comandante José Pérez, jefe de oficiales del LAPD.
Pérez confirmó igualmente que la policía acata la Orden Especial 40 que prohíbe a los oficiales indagar el estatus migratorio de las personas.
"Los miembros del LAPD cumplen esta orden y su función no es actuar como agentes de inmigración", recalcó el oficial.
"Hasta el momento la policía ha estado muy interesada en colaborar con nosotros y asegurarse de que tengamos el mejor plan dentro de nuestras organizaciones", reiteró Cabrera.
Cabrera aclaró que de llegar a presentarse algún incidente que pusiera en peligro la tranquilidad de la manifestación los primeros en tratar el problema serán los miembros previamente escogidos por las organizaciones, "que tienen una instrucción específica para actuar a nivel comunitario y no violento".
"Es importante recalcar que es una marcha familiar, queremos que la gente sepa que puede traer a sus niños y que no esperamos disturbios de ningún tipo", agregó.
Los organizadores igualmente han pedido que la gente acuda "vestida de blanco y si llevan banderas que sean exclusivamente las estadounidenses".
"Esta marcha es pacífica y va transcurrir sin problemas pues es para llevar un mensaje positivo por una lucha social merecida", concluyó Cabrera.
Representantes de los grupos organizadores se mostraron asimismo complacidos por el apoyo recibido hoy del alcalde Antonio Villaraigosa y del arzobispo Roger Mahony.
"Estamos muy agradecidos por este apoyo y esperamos que sus voces se agreguen al llamado colectivo que estamos haciendo para que este sábado nadie se quede en su casa", señaló a Efe Jorge-Mario Cabrera, portavoz de CHIRLA, coalición defensora de los inmigrantes que forma parte de MIWON, uno de los cuatro organizadores de la protesta.
Se espera que la manifestación del sábado atraiga muchos más manifestantes que los dos años anteriores, y reviva las marchas masivas del 2006 en las que cerca de medio millón de personas inundaron las avenidas del centro de Los Ángeles.
"Nuestra meta es tener 100 mil personas en la marcha y nuestro ideal sería que existiera tanta gente que no pudiera ser contada", aseguró Cabrera.
Otros dirigentes también manifestaron su optimismo por el efecto que la protesta del sábado, denominada "Unidos por la Reforma Migratoria en el 2010", tendrá en la opinión pública para impulsar una reforma de inmigración.
"Este es el momento preciso para que mostremos la necesidad imperiosa e inaplazable de una reforma a las leyes de inmigración", aseguró Javier Rodríguez de la Coalición 25 de Marzo.
El dirigente explicó a Efe que la ley aprobada recientemente en Arizona muestra la urgente necesidad de que el Gobierno federal actúe para "poner orden en lo que puede llegar a ser un caos legislativo contra los inmigrantes".
Para Juan José Gutiérrez, de la Coalición para los Derechos Plenos de los Inmigrantes, la legislación de Arizona ha favorecido indirectamente la causa inmigrante.
"Ha sido un impulso tremendo para la reforma que estamos pidiendo", señaló a Efe el dirigente, para quien el rechazo a la medida ha mostrado al Gobierno federal la necesidad de buscar una pronta solución al problema de la inmigración ilegal.
Por su parte, el Departamento de Policía de Los Ángeles (LAPD) garantizó que su presencia durante la manifestación será para asegurar el normal y pacífico desarrollo del evento y que ha dispuesto personal previendo una asistencia de 100 mil personas.
"La policía angelina respalda el derecho de todas las personas a la libre expresión", aseguró hoy el comandante José Pérez, jefe de oficiales del LAPD.
Pérez confirmó igualmente que la policía acata la Orden Especial 40 que prohíbe a los oficiales indagar el estatus migratorio de las personas.
"Los miembros del LAPD cumplen esta orden y su función no es actuar como agentes de inmigración", recalcó el oficial.
"Hasta el momento la policía ha estado muy interesada en colaborar con nosotros y asegurarse de que tengamos el mejor plan dentro de nuestras organizaciones", reiteró Cabrera.
Cabrera aclaró que de llegar a presentarse algún incidente que pusiera en peligro la tranquilidad de la manifestación los primeros en tratar el problema serán los miembros previamente escogidos por las organizaciones, "que tienen una instrucción específica para actuar a nivel comunitario y no violento".
"Es importante recalcar que es una marcha familiar, queremos que la gente sepa que puede traer a sus niños y que no esperamos disturbios de ningún tipo", agregó.
Los organizadores igualmente han pedido que la gente acuda "vestida de blanco y si llevan banderas que sean exclusivamente las estadounidenses".
"Esta marcha es pacífica y va transcurrir sin problemas pues es para llevar un mensaje positivo por una lucha social merecida", concluyó Cabrera.
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