LOUISIANA, Estados Unidos, abr. 29, 2010.- Lenguas desvaídas de una mancha de petróleo llegaron el jueves por la noche a la boca del río Mississippi como la vanguardia de un derrame gigantesco en el Golfo de México.
La mancha avanzaba hacia un ecosistema delicado de aves, vida marina y algunas de las zonas más ricas en mariscos comestibles de Estados Unidos.
Al atardecer del jueves, el crudo llegaba a la costa en líneas largas y delgadas.
Con un mar revuelto, las vallas flotantes colocadas para proteger las playas de arena y pastizales de la costa eran rebasadas por las olas aceitosas de 1,5 metro (5 pies) de altura.
A la distancia, las luces de la flota de embarcaciones que intenta mantener al crudo lejos de la costa se recortaban contra el horizonte mientras la luz del sol desaparecía.
La mancha avanzaba hacia un ecosistema delicado de aves, vida marina y algunas de las zonas más ricas en mariscos comestibles de Estados Unidos.
Al atardecer del jueves, el crudo llegaba a la costa en líneas largas y delgadas.
Con un mar revuelto, las vallas flotantes colocadas para proteger las playas de arena y pastizales de la costa eran rebasadas por las olas aceitosas de 1,5 metro (5 pies) de altura.
A la distancia, las luces de la flota de embarcaciones que intenta mantener al crudo lejos de la costa se recortaban contra el horizonte mientras la luz del sol desaparecía.
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