BANGKOK, Tailandia, abr 28, 2010.- Las fuerzas de seguridad tailandesas dispararon hoy al aire cuando cerca de dos mil manifestantes en vehículos se dirigían hacia las afueras de Bangkok, informó la televisión estatal.
Según el citado medio, las fuerzas de seguridad emplearon balas de goma con la finalidad de parar el convoy, que salió poco antes del campamento fortificado que los "camisas rojas" tienen montado en corazón comercial de la capital.
Los manifestantes, que persiguen forzar la caída del Gobierno, fueron interceptados cerca del viejo aeropuerto internacional de Don Muang y del cuartel general de la Fuerza Aérea, al norte de Bangkok, por unos 900 soldados y policías.
De acuerdo a la versión de testigos, las tropas dispararon cuando algunos de los cabecillas de los manifestantes intentaron traspasar el control de seguridad montado en la autovía que conduce a Don Muang, que fue cerrada al tráfico.
Tras el incidente, Jatuporn Prompan, uno de los cabecillas, dio a los "camisas rojas" instrucciones de regresar a su campamento, en el corazón comercial de la metrópolis.
Esta madrugada, los manifestantes colocaron bombonas de gas en las barricadas del su campamento, en preparación ante un eventual asalto del Ejército
Con bombonas de gas y también cócteles molotov en algunos tramos de las empalizadas, los llamados "camisas rojas", confían en enviar una señal a los soldados de las consecuencias que acarreará disparar contra su campamento, dijo Somluck Aphisart, miembro del servicio de seguridad de Frente Unido para la Democracia y contra la Dictadura.
En el campamento montado muy cerca de varios de los más lujosos centros comerciales y hoteles de la capital, permanecían a primeras horas del miércoles, entorno a un millar de manifestantes, cantidad inferior a la de 8 mil de días anteriores.
Los "camisas rojas" anunciaron que hoy marcharían hacia distintos puntos de Bangkok, en un intento de desafiar el estado de excepción y las amenazas del Gobierno de actuar con firmeza contra los manifestantes.
El Ejército, al que el Gobierno del primer ministro, Abhisit Vejjajiva, ha puesto a cargo de la seguridad en Bangkok, desplegó anoche varios cientos de efectivos de refuerzo en las áreas adyacentes al campamento fortificado de los camisas rojas.
Desde que a mediados del pasado mayo comenzaron las protestas que persiguen la disolución del Parlamento y elecciones anticipadas, al menos 26 personas han muerto y cerca de otras mil han resultado heridas en brotes de violencia.
El primer ministro, Abhisit Vejjajiva, anunció el pasado fin de semana que las autoridades se preparaban para desalojar a los camisas rojas de la zona ocupada, aunque hasta el momento, no se aprecian señales evidentes de que eso vaya a ocurrir en breve.
El frente antigubernamental tailandés considera a Vejjajiva, líder del Partido Demócrata, un aliado de las élites militar, burócrata y empresarial, a las que acusa de manipular la votación parlamentaria mediante la que fue elegido hace año y medio.
Según el citado medio, las fuerzas de seguridad emplearon balas de goma con la finalidad de parar el convoy, que salió poco antes del campamento fortificado que los "camisas rojas" tienen montado en corazón comercial de la capital.
Los manifestantes, que persiguen forzar la caída del Gobierno, fueron interceptados cerca del viejo aeropuerto internacional de Don Muang y del cuartel general de la Fuerza Aérea, al norte de Bangkok, por unos 900 soldados y policías.
De acuerdo a la versión de testigos, las tropas dispararon cuando algunos de los cabecillas de los manifestantes intentaron traspasar el control de seguridad montado en la autovía que conduce a Don Muang, que fue cerrada al tráfico.
Tras el incidente, Jatuporn Prompan, uno de los cabecillas, dio a los "camisas rojas" instrucciones de regresar a su campamento, en el corazón comercial de la metrópolis.
Esta madrugada, los manifestantes colocaron bombonas de gas en las barricadas del su campamento, en preparación ante un eventual asalto del Ejército
Con bombonas de gas y también cócteles molotov en algunos tramos de las empalizadas, los llamados "camisas rojas", confían en enviar una señal a los soldados de las consecuencias que acarreará disparar contra su campamento, dijo Somluck Aphisart, miembro del servicio de seguridad de Frente Unido para la Democracia y contra la Dictadura.
En el campamento montado muy cerca de varios de los más lujosos centros comerciales y hoteles de la capital, permanecían a primeras horas del miércoles, entorno a un millar de manifestantes, cantidad inferior a la de 8 mil de días anteriores.
Los "camisas rojas" anunciaron que hoy marcharían hacia distintos puntos de Bangkok, en un intento de desafiar el estado de excepción y las amenazas del Gobierno de actuar con firmeza contra los manifestantes.
El Ejército, al que el Gobierno del primer ministro, Abhisit Vejjajiva, ha puesto a cargo de la seguridad en Bangkok, desplegó anoche varios cientos de efectivos de refuerzo en las áreas adyacentes al campamento fortificado de los camisas rojas.
Desde que a mediados del pasado mayo comenzaron las protestas que persiguen la disolución del Parlamento y elecciones anticipadas, al menos 26 personas han muerto y cerca de otras mil han resultado heridas en brotes de violencia.
El primer ministro, Abhisit Vejjajiva, anunció el pasado fin de semana que las autoridades se preparaban para desalojar a los camisas rojas de la zona ocupada, aunque hasta el momento, no se aprecian señales evidentes de que eso vaya a ocurrir en breve.
El frente antigubernamental tailandés considera a Vejjajiva, líder del Partido Demócrata, un aliado de las élites militar, burócrata y empresarial, a las que acusa de manipular la votación parlamentaria mediante la que fue elegido hace año y medio.
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