ANKARA, Turquía, mayo 20, 2010.- Los cadáveres de 28 de los 30 mineros que quedaron atrapados el lunes por una explosión en una mina del norte de Turquía han sido recuperados esta madrugada por los equipos de rescate, informó hoy el ministro de Energía, Taner Yildiz.
Las tareas para recuperar los cuerpos de otros dos trabajadores prosiguen y, según los primeros indicios, los mineros fallecieron por la inhalación de monóxido de carbono.
La explosión de gas metano en la mina Karadon, de la compañía turca de carbón de antracita, en la provincia de Zonguldak (norte), dejó atrapados a los 30 mineros tras derrumbarse una galería a unos 540 metros de profundidad, mientras que otros once trabajadores fueron rescatados con heridas leves de las galerías superiores.
Las tareas de rescate se iniciaron poco después de la explosión, ocurrida hacia la 01.30 hora local del lunes, pero hasta la noche del miércoles los 400 hombres implicados en ellas no consiguieron llegar hasta las víctimas, en parte debido a un corte del suministro eléctrico en el pozo.
Se trata de la tercera explosión de una mina en los últimos seis meses, después de las ocurridas en febrero y diciembre pasados, que mataron a 13 y 19 mineros, respectivamente, mientras que el más trágico de este tipo de accidente industrial en la historia de Turquía se produjo hace 18 años, con 270 víctimas mortales.
La Cámara de Ingenieros de Minas denunció que estas explosiones se producen con una frecuencia 400 veces mayor a la registrada en Europa y acusó al Gobierno de ser en parte responsable de ello, entre otros debido a la falta de control y los procesos de privatización.
Según el diario "Milliyet", los obreros de Karadon son subcontratados por un salario de unos 550 euros al mes y, hace cuatro años, durante las obras de apertura realizadas por una empresa china murieron cuatro trabajadores de esa nacionalidad.
Las tareas para recuperar los cuerpos de otros dos trabajadores prosiguen y, según los primeros indicios, los mineros fallecieron por la inhalación de monóxido de carbono.
La explosión de gas metano en la mina Karadon, de la compañía turca de carbón de antracita, en la provincia de Zonguldak (norte), dejó atrapados a los 30 mineros tras derrumbarse una galería a unos 540 metros de profundidad, mientras que otros once trabajadores fueron rescatados con heridas leves de las galerías superiores.
Las tareas de rescate se iniciaron poco después de la explosión, ocurrida hacia la 01.30 hora local del lunes, pero hasta la noche del miércoles los 400 hombres implicados en ellas no consiguieron llegar hasta las víctimas, en parte debido a un corte del suministro eléctrico en el pozo.
Se trata de la tercera explosión de una mina en los últimos seis meses, después de las ocurridas en febrero y diciembre pasados, que mataron a 13 y 19 mineros, respectivamente, mientras que el más trágico de este tipo de accidente industrial en la historia de Turquía se produjo hace 18 años, con 270 víctimas mortales.
La Cámara de Ingenieros de Minas denunció que estas explosiones se producen con una frecuencia 400 veces mayor a la registrada en Europa y acusó al Gobierno de ser en parte responsable de ello, entre otros debido a la falta de control y los procesos de privatización.
Según el diario "Milliyet", los obreros de Karadon son subcontratados por un salario de unos 550 euros al mes y, hace cuatro años, durante las obras de apertura realizadas por una empresa china murieron cuatro trabajadores de esa nacionalidad.
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