jueves, 20 de octubre de 2011

Cacería forzada


DIARIO.COM.MX

Chicago— La liberación de unos 50 animales salvajes en una exótica granja por un hombre que luego se suicidó provocó un extraño safari en busca de leones, tigres y osos.

La mayoría de estos animales sueltos por su propio dueño el martes cerca de Zanesville, Ohio, fueron muertos por policías armados con fusiles de asalto debido a su peligrosidad.

Ayer por la tarde, todavía buscaban en la zona a un lobo y a un mono, informaron las autoridades.

De las 56 fieras liberadas, 48 fueron abatidas por los agentes, que intentaron mantenerlas alejadas de las casas y comercios. Sólo un oso grizzly, tres leopardos y dos monos fueron capturados con vida y llevados al zoo.

Los alrededores de un pueblo en el norte de Estados Unidos eran escenario ayer de un extraño safari tras la fuga de unos 50 animales salvajes, incluyendo leones, tigres y osos, liberados de una exótica granja por su dueño, quien luego se suicidó.

Policías armados con fusiles de asalto mataron a la mayoría de estos animales sueltos cerca de la ciudad de Zanesville, Ohio. Por la tarde, uniformados todavía buscaban en la zona a un lobo y a un mono, informaron las autoridades.

De las 56 fieras liberadas, 48 fueron abatidas por los agentes, que intentaron mantenerlas alejadas de las casas y comercios cercanos.

El incidente comenzó el martes, cuando la policía del condado de Muskingum comenzó a recibir llamadas desesperadas de gente que había visto animales salvajes merodeando por la zona.

Un total de 56 animales salvajes fueron liberados de una reserva privada cercana, informó el comisario local.

“Me enteré anoche de que Terry Thompson, el dueño de esta reserva, había abierto las jaulas de los animales antes de pegarse un tiro”, dijo el alcalde de la ciudad de Zanesville, Howard Zwelling, a la cadena CNN.

Según él, ayer sólo restaba capturar a un mono y a un lobo, tras sacrificarse desde el martes decenas de animales, entre ellos un lobo, seis osos negros, dos osos grizzly, 17 leones, un oso de montaña, 18 tigres de Bengala y un mandril.

Es una “tragedia” que haya habido que matar tigres de Bengala, una especie en peligro de extinción, “pero si tuvieran 18 tigres libres en sus vecindarios, ustedes hubieron querido ver qué pasaba”, afirmó Jack Hanna, director emérito del Zoo de Columbus, que ayudó en la cacería.

Un oso grizzly, tres leopardos y dos monos fueron capturados con vida y llevados al zoo.

Guardabosques, comandos de élite y expertos del cercano zoológico de Columbus, la capital estatal, fueron convocados para ayudar en la búsqueda al caer la noche y los residentes fueron advertidos de permanecer en sus hogares.

“Cuando llegamos al lugar la noche (del martes) había animales que ya habían cruzado la valla de la propiedad a lo largo de la carretera”, dijo el comisario Matt Lutz en rueda de prensa. “La noche estaba cayendo, no se podía correr el riesgo de dejar a estas bestias circulando libremente”.

Aunque se intentó capturar a los animales con dardos tranquilizantes, se ordenó disparar “a quemarropa” para garantizar la seguridad pública, agregó.

“No estamos hablando del típico gato o perro de una casa. Eran tigres de Bengala de 150 kilos”, dijo Lutz.

Todas las escuelas cercanas a Zanesville fueron cerradas ayer y se pidió a los padres que mantuvieran a sus hijos en el interior de sus casas. Además, se colocaron señales electrónicas en las rutas advirtiendo a la población del problema e instando a la gente a llamar al 911 en caso de ver algún animal salvaje exótico suelto.

Lutz dijo que estaba trabajando con la ex esposa de Thompson –quien ya no vivía en la granja– para hacer un recuento final de los animales.

El propietario de la finca, Terry Thompson, de 62 años, había sido liberado de una prisión federal hace tres semanas tras haber cumplido una condena de un año por cargos de porte ilegal de armas de fuego, informó la policía.

Según un diario local, el Columbus Dispatch, los agentes del FBI allanaron la finca en junio de 2008, donde incautaron más de 100 armas de fuego, y el fallecido Thompson ya había pagado multas por dejar a sus animales sueltos”.

“Esta reserva nos causa problemas desde hace muchos años”, dijo Lutz. “Hemos recibido muchas quejas y fuimos varias veces a inspeccionar el sitio”.

De acuerdo con una vecina entrevistada por el diario, la esposa de Thompson le había dejado poco antes de la tragedia.

Esta vecina, cuyos padres son dueños de una finca cercana, dijo que el hombre solía visitarlos en busca de ganado muerto para alimentar a sus animales. “En la piel tenía marcas de arañazos”, dijo.

Los investigadores aún no han logrado que la finca sea un lugar completamente seguro y Lutz no dio detalles sobre cómo murió Thompson, aunque dijo que en su cuerpo mostraba rastros de haber sido “molestado” por los animales.

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