lunes, 3 de octubre de 2011

Continúan miles en espera de ayuda tras los tifones en Filipinas


TELEVISA.COM

La cifra oficial de víctimas aumenta paulatinamente a medida que los equipos de rescate acceden a las zonas afectadas

Los equipos de rescate filipinos trabajan a destajo para ayudar a miles de personas atrapadas por las inundaciones causadas por los tifones "Nesat" y "Nalgae", que han provocado al menos 55 muertos en menos de una semana.

El director del Centro Nacional de Prevención de Desastres, Benito Ramos, afirmó que 2.18 millones de personas se han visto afectadas por los tifones en la isla de Luzón (norte), donde al menos hay 30 desaparecidos.

Según el servicio meteorológico (Pagasa), "Nalgae", que se ha ido debilitando a medida que avanzaba por el norte de la isla de Luzón, abandonó hoy el territorio filipino, después de arrasar ayer varias provincias con vientos sostenidos de 160 kilómetros por hora y rachas de hasta 195 kilómetros por hora.

Ramos confirmó que "Nalgae" ha causado la muerte a un hombre de 35 años en la provincia de Benguet, al norte, mientras que medios locales informaron del fallecimiento de al menos otras dos personas de las que no se han facilitado datos oficiales.

El número de fallecidos por el "Nesat", que golpeó al norte del país el pasado martes, aumentó hasta 52.

La cifra oficial de víctimas aumenta paulatinamente a medida que los equipos de rescate acceden a las zonas afectadas y que se restablecen las comunicaciones en las áreas más aisladas por las riadas y los desprendimientos de tierra.

Al menos 25 de los fallecidos son menores que al igual que el resto de víctimas perecieron ahogados, golpeados por árboles derribados por el vendaval, sepultados por aludes de tierra o electrocutados.

Los equipos de rescate reanudaron hoy su frenética actividad para buscar a los 30 desaparecidos y para evacuar a las miles de personas aisladas por las inundaciones que afectan a localidades en las provincias de Nueva Écija, Bulacan y Pampanga, al norte de Manila.

Decenas de municipios de esas regiones siguen completamente anegados y los campos de arroz cercanos se han convertido en un inmenso lago.

El Gobierno ha ordenado el despliegue de helicópteros y barcas para llegar a las zonas más inaccesibles y salvar a cientos de personas que llevan desde el jueves atrapados en el tejados de sus casas, con inundaciones de más de 1,5 metros de profundidad.

Ramos señaló que muchos de estos vecinos se niegan a ser evacuados por miedo a que sus casas sean saqueadas en su ausencia.

Al menos 162.000 personas son atendidas en los centros de evacuación provistos por el Gobierno y otras 325.000 también han tenido que abandonar sus hogares y refugiarse en casas de familiares y amigos.

El director del Centro de Prevención de Desastres aseguró que en algunos colegios que son utilizados como refugios temporales empiezan a aflorar problemas de salubridad y recalcó la necesidad de proveer víveres y combustible a las zonas más aisladas.

Aunque el tifón "Nalgae" abandonó hoy el país, el servicio meteorológico advirtió de que las lluvias continuarán y los efectos se seguirán notando durante días con riadas y aludes en las laderas de las montañas, ya que la tierra está saturada y no puede absorber más agua.

Pagasa avisó además de que se acerca una nueva depresión tropical, bautizada por los filipinos como "Ramon", que de seguir su trayectoria descargaría lluvias copiosas en el centro del país a partir del martes.

Al margen del desastre humanitario, "Nesat" ocasionó daños por 6.690 millones de pesos (114 millones de euros o 153 millones de dólares) mientras las autoridades siguen recabando datos para conocer los efectos del "Nalgae".

Entre 15 a 20 tifones visitan Filipinas cada año durante la estación lluviosa que, por lo general, comienza en mayo y concluye en noviembre.

Los expertos de las agencias internacionales identifican el chabolismo como el principal factor del gran número de víctimas que causan en Filipinas los desastres naturales y que evidencian el mal estado de las infraestructuras.

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