sábado, 18 de abril de 2009

Bancarrota de GM no sería una solución a crisis


EFE
DETROIT, Estados Unidos, abr. 17, 2009.- El director general de GM, Fritz Henderson, dijo el viernes que aún prefiere que la empresa sea reorganizada al margen de un tribunal de quiebras en su intento por demostrar que puede sobrevivir para pagar los 13,400 millones de dólares en préstamos del gobierno.
Sin embargo, el ejecutivo admitió que la opción hacia la protección de quiebras se hace cada vez más probable.
Henderson dijo en declaraciones telefónicas que GM realiza su reestructuración fuera de los tribunales y a la par se acogería a la ley de quiebras de empresas. La empresa podría llegar a un acuerdo previo en el cual los accionistas aceptarían reducciones de ingresos, o usarían una sección del código federal que permite que las empresas vendan sus bienes tóxicos y mantengan los buenos.
Sería muy optimista pensar que el proceso de bancarrota de GM sería algo rápido que le dejaría libre de sus problemas en un período de dos semanas a cuatro meses, según destaca Doug Bernestein, un abogado de la firma Plunkett Cooney PC, de Michigan.
Los expertos indican que si toma seis meses ya sería considerado un tiempo corto.
La clave de su éxito sería la rapidez con que GM logre acuerdos con el Sindicato Automotriz y con sus accionistas sobre una deuda de 28 mil millones de dólares en bonos.
GM ha pedido a los propietarios de bonos que acepten acciones como parte de su deuda, mientras también negocia con el sindicato para que reciba acciones como parte de los 20 mil millones de dólares en pagos a su fondo de salud de sus jubilados, del próximo año.
Mientras tanto, GM trata de hacer mayores recortes de gastos con respecto a un plan de viabilidad que presentó el 17 de febrero.
Henderson dijo enfáticamente que tendría que cerrar otras plantas además de las cinco que anunció entonces, y que suprimirá más empleos, al margen de los 47 mil despidos que GM anunció hace dos meses.
Asimismo anunció que hay posibilidades de vender unidades que fabrican ocho marcas, entre ellas, Hummer, Saab y Saturn. Además de Opel en Alemania.
Pero pese a las versiones de que hay presiones para que GM fabrique vehículos más pequeños, Henderson defendió los planes de seguir con sus marcas emblemáticas: Chevrolet, Cadillac, GMC y Buick.
El ejecutivo afirmó que GMC y Buick dan buenos rendimientos.

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