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WASHINGTON, Estados Unidos, abr. 14, 2009.- El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, anunció el levantamiento de las restricciones que prohíben a ciudadanos estadounidenses viajar a Cuba o enviar remesas de dinero a esta isla del Caribe.
Además, este levantamiento también contempla que las empresas de telecomunicaciones de Estados Unidos hagan negocios en Cuba, como por ejemplo tender cables de fibra óptica y comunicaciones satelitales entre los países situados a sólo 145 kilómetros de distancia. Igualmente autoriza a los cubano-estadounidenses a contratar servicios de radio y televisión satelital para personas en Cuba, algo que se tenía prohibido desde la pasada administración de George W. Bush.
El anuncio causó inmediatas reacciones entre la población cubano-estadounidense que radica esencialmente en Florida, también se escucharon voces como la del ex presidente Fidel Castro.
Caridad Gómez, quién regresaba a Miami tras una visita a sus familiares en Cuba, comentó:
"Sería lo mejor que Obama pudiera hacer porque así uno puede ver a la familia sin problemas, sin tanto miedo. Nos han tenido acorralados", dijo la mujer de 46 años, mientras hacía la fila para regresar a Miami, donde vive desde hace una década.
Silvia Wilhelm, directora ejecutiva de la Cuban American Commission for Family Rights, con sede en Miami, expresó:
"Aplaudo entusiastamente. Es un cambio radical (...) espero sinceramente que sea el inicio de una mayor flexibilización."
Legisladores cubano-estadounidenses criticaron las medidas:
"El presidente Obama ha cometido un error al incrementar unilateralmente los viajes de los cubano-estadounidenses y el envío de dólares a la dictadura cubana", expresaron Lincoln y Mario Diaz-Balart, ambos legisladores por Florida, bastión de los exiliados cubanos en Estados Unidos.
En tanto, Fidel Castro aseguró que "Cuba ha resistido y resistirá", y que "no extenderá jamás sus manos pidiendo limosna", refiriéndose a que, en el anuncio de Obama, no se tocó para nada el tema del embargo económico que sufre la isla desde hace 47 años. "Del bloqueo, que es la más cruel de las medidas, no se dijo una palabra", escribió en una columna divulgada por el sitio web oficial www.cubadebate.cu.
El ex mandatario cubano de 82 años también expresó que Cuba "seguirá adelante con la frente en alto, cooperando con los pueblos hermanos de América Latina y el Caribe, haya o no Cumbres de las Américas, presida o no Obama los Estados Unidos, un hombre o una mujer, un ciudadano blanco o un ciudadano negro", expresó en alusión a la cumbre que se celebrará el próximo viernes en Trinidad y Tobago
Finalmente y, aunque la visión oficial cubana de estas medidas resulta pesimista, la decisión de la administración que dirige Barack Obama parece dispuesta a un diálogo que antes se imaginaba impensable con el gobierno de la isla. Sólo el tiempo dirá si estas medidas serán el primer paso para eliminar el embargo injustificado que sufre la isla y se logre la apertura económica que tanto necesita el último bastión del socialismo que queda en América Latina.
Además, este levantamiento también contempla que las empresas de telecomunicaciones de Estados Unidos hagan negocios en Cuba, como por ejemplo tender cables de fibra óptica y comunicaciones satelitales entre los países situados a sólo 145 kilómetros de distancia. Igualmente autoriza a los cubano-estadounidenses a contratar servicios de radio y televisión satelital para personas en Cuba, algo que se tenía prohibido desde la pasada administración de George W. Bush.
El anuncio causó inmediatas reacciones entre la población cubano-estadounidense que radica esencialmente en Florida, también se escucharon voces como la del ex presidente Fidel Castro.
Caridad Gómez, quién regresaba a Miami tras una visita a sus familiares en Cuba, comentó:
"Sería lo mejor que Obama pudiera hacer porque así uno puede ver a la familia sin problemas, sin tanto miedo. Nos han tenido acorralados", dijo la mujer de 46 años, mientras hacía la fila para regresar a Miami, donde vive desde hace una década.
Silvia Wilhelm, directora ejecutiva de la Cuban American Commission for Family Rights, con sede en Miami, expresó:
"Aplaudo entusiastamente. Es un cambio radical (...) espero sinceramente que sea el inicio de una mayor flexibilización."
Legisladores cubano-estadounidenses criticaron las medidas:
"El presidente Obama ha cometido un error al incrementar unilateralmente los viajes de los cubano-estadounidenses y el envío de dólares a la dictadura cubana", expresaron Lincoln y Mario Diaz-Balart, ambos legisladores por Florida, bastión de los exiliados cubanos en Estados Unidos.
En tanto, Fidel Castro aseguró que "Cuba ha resistido y resistirá", y que "no extenderá jamás sus manos pidiendo limosna", refiriéndose a que, en el anuncio de Obama, no se tocó para nada el tema del embargo económico que sufre la isla desde hace 47 años. "Del bloqueo, que es la más cruel de las medidas, no se dijo una palabra", escribió en una columna divulgada por el sitio web oficial www.cubadebate.cu.
El ex mandatario cubano de 82 años también expresó que Cuba "seguirá adelante con la frente en alto, cooperando con los pueblos hermanos de América Latina y el Caribe, haya o no Cumbres de las Américas, presida o no Obama los Estados Unidos, un hombre o una mujer, un ciudadano blanco o un ciudadano negro", expresó en alusión a la cumbre que se celebrará el próximo viernes en Trinidad y Tobago
Finalmente y, aunque la visión oficial cubana de estas medidas resulta pesimista, la decisión de la administración que dirige Barack Obama parece dispuesta a un diálogo que antes se imaginaba impensable con el gobierno de la isla. Sólo el tiempo dirá si estas medidas serán el primer paso para eliminar el embargo injustificado que sufre la isla y se logre la apertura económica que tanto necesita el último bastión del socialismo que queda en América Latina.
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