Kabul— La fuerza de la OTAN en Afganistán dijo ayer que está investigando las denuncias de oficiales afganos sobre la muerte de 32 civiles –de ellos 12 niños– y 20 policías, en dos bombardeos registrados en el sur y el este de Afganistán.
El bombardeo más reciente tuvo lugar ayer, cuando murieron doce niños y dos mujeres y otras seis personas sufrieron heridas en la conflictiva provincia sureña afgana de Helmand, según denunció ayer una fuente oficial afgana.
“Los muertos son cinco niñas, siete niños y dos mujeres, y entre los seis heridos hay tres chavales y una mujer”, afirmó en un comunicado de prensa la oficina del gobernador de Helmand, uno de los bastiones tradicionales de los insurgentes talibanes.
El bombardeo ocurrió en el distrito de Naw Zad, después de que un grupo de insurgentes atacara a soldados de la misión de la OTAN, la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF), dijo a Efe el portavoz del gobernador provincial, Daud Ahmadi.
Los aviones de la ISAF, explicó la oficina, bombardearon dos viviendas en el transcurso de una operación contra el grupo de insurgentes, que estaba atacando la base de Salam Bazar, lo que había llevado a los soldados internacionles a pedir a apoyo aéreo.
De acuerdo con la ISAF, el mando militar del suroeste afgano ha ordenado el envío de un equipo de investigación a la zona, tras “conocer informaciones” sobre la “supuesta muerte de civiles” a raíz del bombardeo, sin precisar el número de víctimas.
La organización dijo estar además investigando otro bombardeo que acabó con la vida de docenas de insurgentes en la provincia oriental de Nuristán, pero también, según dijo ayer una fuente oficial de la zona, de “18 civiles y 20 policías”.
Los insurgentes intentaban tomar el distrito de Du Ab cuando se produjeron esos hechos, y el gobernador provincial, Jamaludín Báder, aseguró que en total unos 85 insurgentes murieron por la acción armada de la ISAF, registrada desde el jueves.
“Los bombardeos acabaron con las vidas de 18 civiles porque los talibanes estaban usando a los aldeanos como escudos humanos, y disparaban contra las fuerzas internacionales y afganas desde las viviendas de estos”, afirmó Báder.
Otros 20 policías, añadió, murieron en los bombardeos.
Varios cientos de insurgentes habían llegado hasta Du Ab, un distrito situado en las cercanías de la porosa frontera con Pakistán, cuyas zonas tribales son usadas por los insurgentes como base de operaciones en su lucha armada en Afganistán.
Según el gobernador, los talibanes han sido expulsados de la capital distrital, pero continúan disparando proyectiles contra las tropas afganas e internacionales desde los bosques cercanos.
En Afganistán hay desplegados unos 150 mil soldados extranjeros en lucha contra los talibanes, pero las muertes de civiles que han causado sus operaciones están siendo un grave punto de fricción entre las tropas y el propio Gobierno afgano.
El bombardeo más reciente tuvo lugar ayer, cuando murieron doce niños y dos mujeres y otras seis personas sufrieron heridas en la conflictiva provincia sureña afgana de Helmand, según denunció ayer una fuente oficial afgana.
“Los muertos son cinco niñas, siete niños y dos mujeres, y entre los seis heridos hay tres chavales y una mujer”, afirmó en un comunicado de prensa la oficina del gobernador de Helmand, uno de los bastiones tradicionales de los insurgentes talibanes.
El bombardeo ocurrió en el distrito de Naw Zad, después de que un grupo de insurgentes atacara a soldados de la misión de la OTAN, la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF), dijo a Efe el portavoz del gobernador provincial, Daud Ahmadi.
Los aviones de la ISAF, explicó la oficina, bombardearon dos viviendas en el transcurso de una operación contra el grupo de insurgentes, que estaba atacando la base de Salam Bazar, lo que había llevado a los soldados internacionles a pedir a apoyo aéreo.
De acuerdo con la ISAF, el mando militar del suroeste afgano ha ordenado el envío de un equipo de investigación a la zona, tras “conocer informaciones” sobre la “supuesta muerte de civiles” a raíz del bombardeo, sin precisar el número de víctimas.
La organización dijo estar además investigando otro bombardeo que acabó con la vida de docenas de insurgentes en la provincia oriental de Nuristán, pero también, según dijo ayer una fuente oficial de la zona, de “18 civiles y 20 policías”.
Los insurgentes intentaban tomar el distrito de Du Ab cuando se produjeron esos hechos, y el gobernador provincial, Jamaludín Báder, aseguró que en total unos 85 insurgentes murieron por la acción armada de la ISAF, registrada desde el jueves.
“Los bombardeos acabaron con las vidas de 18 civiles porque los talibanes estaban usando a los aldeanos como escudos humanos, y disparaban contra las fuerzas internacionales y afganas desde las viviendas de estos”, afirmó Báder.
Otros 20 policías, añadió, murieron en los bombardeos.
Varios cientos de insurgentes habían llegado hasta Du Ab, un distrito situado en las cercanías de la porosa frontera con Pakistán, cuyas zonas tribales son usadas por los insurgentes como base de operaciones en su lucha armada en Afganistán.
Según el gobernador, los talibanes han sido expulsados de la capital distrital, pero continúan disparando proyectiles contra las tropas afganas e internacionales desde los bosques cercanos.
En Afganistán hay desplegados unos 150 mil soldados extranjeros en lucha contra los talibanes, pero las muertes de civiles que han causado sus operaciones están siendo un grave punto de fricción entre las tropas y el propio Gobierno afgano.
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