CNN MEXICO
Con la muerte de Osama bin Laden, considerado por más de 10 años como uno de los más buscados por la oficina Federal de Investigación (FBI, por sus siglas en inglés), no son pocas las voces que preguntan quién ocupará su lugar en esa lista.
La interrogante surgió apenas horas después de que se anunciara la muerte del fundador de Al-Qaeda. En redes sociales empezó a surgir el nombre de Joaquín Guzmán Loera, El Chapo, como uno de los más viables sucesores. No por nada la revista Forbes los había colocado juntos como los fugitivos más buscados.
Sin embargo, no hay información oficial que sustente ese nombramiento. De hecho, el capo mexicano de la droga ni siquiera aparece entre los nueve que acompañaban a bin Laden.
Una búsqueda de más 10 años
En 1999 el FBI incluyó a bin Laden en la lista, en la que permaneció por más de una década y ahora su lugar está vacío. Su foto sigue ahí con la leyenda “deceased” (fallecido), tras su muerte el 2 de mayo en la ciudad pakistaní de Abbottabad, donde se refugió desde hace cinco años.
Bin Laden era del “exclusivo” grupo de 10, quizá, el más sanguinario en comparación con los otros nueve criminales buscados por los delitos de lavado de dinero, asesinato en primer grado, robo, secuestro y otros.
Pero desde el abatimiento del autor intelectual de los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001 a las Torres Gemelas en Nueva York y al Pentágono en Washington D.C., muchos han preguntado quién se unirá al club.
La muerte de bin Laden ofrece una oportunidad perfecta para revisar la lista de Los más buscados, pero ¿cómo comparas a un exterminador serbio de etnias con un asesino estadounidense en serie y necrófilo, o a un barón de las drogas mexicano contra un genocida de Rwanda?, cuestiona Jon Henley, analista del diario británico The Guardian en un artículo publicado el 4 de mayo.
Para Henley, ese lugar “de honor” podría ser sustituido con Joaquín Guzmán Loera, El Chapo, líder del cártel de Sinaloa, uno de los mayores distribuidores de cocaína, metanfetaminas, marihuana y heroína, desde Colombia a Estados Unidos, e incluso Australia.
Sin embargo, las diferencias entre un terrorista y un capo del narcotráfico son enormes, apuntan los analistas sobre los cárteles de la delincuencia organizada mexicana.
Terror contra distribución ilícita
Joaquín El Chapo Guzmán es uno de los delincuentes más buscados por la Procuraduría General de la República (PGR) de México, como “probable responsable de delincuencia organizada y delitos contra la salud, como líder del cártel de Sinaloa”, según una ficha de la dependencia en su página de internet.
También conocido como Archivaldo Guzmán Loera, Joel Sánchez Ruiz o Francisco Villaseñor, las autoridades mexicanas ofrecen 30 millones de pesos por información que lleve a su captura.
En 1980 Guzmán Loera estaba asociado con Miguel Ángel Félix-Gallardo, El Padrino, quien era el traficante más importante en la época. Según el Departamento de Justicia de Estados Unidos, El Chapo abandonó la organización que lo acogió y comenzó su “reinado” propio como distribuidor de cocaína hacia territorio estadounidense.
Los informes de la policía estadounidense señalan que el cártel que lidera Joaquín Guzmán utilizó túneles sofisticados para enviar cocaína desde México hacia Douglas, Arizona. Desde entonces, la Administración de Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) lo busca por conspiración para distribuir cocaína en el suroeste de Estados Unidos, posesión con intención de distribuir droga en Arizona y lavado de dinero, también en ese estado.
Desde 2004 la DEA puso un valor de cinco millones de dólares por datos que permitan su aprehensión.
Si bien el periodista británico Henley lo considera como un hombre "implacable y determinado", próximo a encabezar la lista del FBI, su importancia no es tanta como para desplazar a un terrorista internacional que ordenó directamente la muerte de ciudadanos estadounidenses.
“Sería interesante que El Chapo Guzmán encabece la lista, al menos porque es el más conocido de todos. Sin embargo, el FBI persigue a aquellos quienes han cometido los crímenes más atroces contra estadounidenses en Estados Unidos.
El Chapo está acusado en un tribunal de ese país, pero si revisamos los nombres de la mayoría que actualmente forman la lista, no están directamente relacionados, como Robert William Fisher, quien mató a su esposa e hija, e incendió la casa donde vivían en Arizona— o James Bulger —quien presuntamente ordenó varios asesinatos entre 1970 a 1980, siendo líder de una banda dedicada a la extorsión y tráfico de drogas en Massachusetts—“, detalla Sylvia Longmire, especialista en crimen organizado, en entrevista con CNNMéxico.
Otra hipótesis para que el narcotraficante más rico de México, según la revista financiera Forbes, esté en la lista, sería porque éste representa un peligro interior y un enemigo exterior para Estados Unidos, quien ha puesto en riesgo a las autoridades y las dependencias estadounidenses, pero no lo suficientemente alto.
“Estados Unidos da un tratamiento diferente al combate a las drogas, es mucho muy diferente que al que da al terrorismo. No creo que el gobierno de Barack Obama considere al Chapo su enemigo número uno, porque simplemente hay que ver que si con la tecnología que tienen localizaron al terrorista más buscado, es casi seguro que ellos tienen pistas mucho más seguras sobre dónde se encuentra el capo mexicano”, señala Virgilio Bravo Peralta, doctor investigador del Tecnológico de Monterrey, para CNNMéxico.
Bravo Peralta acota también que si EU incluyera en la lista al líder del cártel de Sinaloa, esto provocaría un conflicto en la relación entre los gobiernos mexicano y estadounidenses.
“EU ejercería una presión importante a México. No creo que quieran volver a arriesgarse como lo hicieron con Rafael Caro Quintero y Don Neto (Ernesto Fonseca Carrillo), localizados por las autoridades estadounidenses después del asesinato del agente de la DEA, Enrique Camarena”, señala.
Enrique Kiki Camarena fue secuestrado y asesinado en febrero de 1985, cuando operaba como agente encubierto en Guadalajara, Jalisco. La DEA capturó y sentenció a los narcotraficantes por el asesinato del agente y después detuvieron en territorio mexicano a Humberto Álvarez Macháin, acusado de participar en su tortura, situación que provocó un conflicto diplomático entre ambos países.
Pero, como señala Longmire, Joaquín El Chapo Guzmán “es el hombre más poderoso de México en este momento, no es alguien a quien le guste delegar responsabilidades y sabe bien cuáles son las operaciones de la Federación Sinaloa —otro de los nombres de la organización“.
De millonario a terrorista
Osama bin Laden creó en 1988 la organización Al-Qaeda (La base), con el objetivo de encabezar "la guerra santa contra los judíos y los cruzados".
EU considera, según informes de inteligencia, que financió o inspiró un primer atentado —en febrero de 1993— contra las Torres Gemelas de Nueva York, donde murieron seis personas; el derribo de tres helicópteros estadounidenses en Somalia en octubre de ese año y un ataque en Arabia Saudita en junio de 1996, en el que murieron 19 soldados estadounidenses.
Tras este atentado, bin Laden señaló que era el principio de una guerra entre los musulmanes y Estados Unidos.
En agosto de 1998, dos atentados de Al-Qaeda contra las embajadas estadounidenses en Kenia y Tanzania causaron 224 muertos (12 de ellos estadounidenses) y 4,000 heridos. Fue este ataque el que provocó la ira del gobierno que entonces encabezaba el presidente Bill Clinton.
Clinton ordenó la formación de un equipo a cargo de la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés) para capturar vivo o muerto al líder terrorista.
Además, tres meses después de los atentados, el gobierno estadounidense ofreció cinco millones de dólares por la captura de bin Laden, que elevó posteriormente a 25 millones de dólares y, en 2007, dobló a 50 millones de dólares.
En junio de 1999, fue incluido en la lista de los diez más buscados por el FBI y, en noviembre siguiente, entraron en vigor las sanciones de la ONU a Afganistán por ampararlo.
La persecución de once años culminó el pasado 2 de mayo en Abbottabad, Pakistán, donde bin Laden se ocultó por un lustro. Allí, el que representó el rostro del terrorismo fue abatido en un complejo que sirvió como su residencia.
¿Cómo se eligen a los 10 más buscados?
Hace unos 62 años, J. Edgar Hoover, el legendario director de la Oficina Federal de Investigación (FBI, por sus siglas en inglés) fue interrogado por un reportero de la International News Service sobre quiénes eran los “hombres más duros” que buscaban llevar ante la justicia estadounidense.
Hoover (1895-1972) comenzó nombrar a diez criminales y la agencia de noticias llamó al reportaje “The 10 Most Wanted” (Los 10 más buscados). El nombre gustó tanto, que el 14 de marzo de 1950 el FBI lanzó el programa de Los más buscados.
Desde entonces, de los 494 fugitivos que han aparecido en la lista, el FBI ha capturado a 464, de los cuales 152 con ayuda de información pública, según datos de las autoridades estadounidenses.
Para elegir al sucesor de bin Laden en la lista, el FBI consultará a sus 56 oficinas locales, quienes presentarán a sus candidatos. La lista de los fugitivos se enviará a la Subdirección de División de Investigación Criminal para su aprobación.
A partir de ahí, las opciones se reducirán y será el director del FBI, Robert S. Mueller, tendrá la última palabra.
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