Washington.- El Fondo Monetario Internacional (FMI) accionará hoy su cronómetro con miras a elegir al nuevo director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), en una elección que empieza a tomar forma.
El Directorio Ejecutivo abrirá este día el registro de candidatos para suceder a Dominique Strauss Kahn, quien renunció al cargo la semana pasada, luego de ser detenido en Nueva York acusado de intento de violación.
Según el calendario acordado el viernes por el Directorio Ejecutivo, el FMI podría instalar a su nuevo titular antes del 30 de junio si el proceso ocurre con la rapidez deseada, para dejar atrás el escándalo provocado por la debacle del economista y político francés.
El procedimiento prevé que la lista de nominados quede reducida a tres, y sólo en este escenario publicar sus nombres.
Pero aún antes de que el periodo de nominaciones fuera fijado, la ministra de Finanzas de Francia, Christine Lagarde, se había colocado como la más visible figura para tomar las riendas del FMI.
El viernes, el Reino Unido se adhirió a la candidatura de la francesa y descartó al ex primer ministro y ex presidente del Exchequer, el banco central inglés, Gordon Brown, cuyo nombre se había barajado inicialmente como un potencial contendiente.
Alemania podría sumar también su respaldo a Lagarde, no sólo para consolidar un naciente bloque detrás de su candidatura sino para dar continuidad al trabajo de Strauss Kahn, como indicó la canciller Angela Merkel, en alusión a los problemas del euro.
Merkel admitió que las naciones en desarrollo tienen “un reclamo legítimo” para colocar a uno de sus connacionales en esta posición, pero “en el mediano término”.
Los países emergentes cuestionan la regla de exclusividad que mantiene Europa sobre este cargo, a la luz del nuevo orden que presenta la economía internacional y el peso creciente de economías como Brasil, India y China.
Desde su fundación en 1944, el FMI ha sido presidido por un europeo y el Banco Mundial, su institución hermana, por un estadunidense, bajo un arreglo no oficial que ha sido observado con fidelidad hasta ahora.
El argumento para ello ha sido el considerable aporte europeo al capital activo del fondo, que le da casi 25 por ciento de los votos en el Directorio Ejecutivo, el órgano decisorio de 24 asientos de la institución, a lo que se suma el apoyo de Estados Unidos y Japón.
Como socio mayoritario del fondo, Estados Unidos retiene 16.8 por ciento del poder de voto.
Para Johannes F. Linn, un analista con la Institución Brookings, aunque el FMI presenta aspectos de le dan fortaleza, una de sus debilidades está en el terreno de la gobernabilidad.
“La más obvia es que la selección de su liderazgo ha estado constreñida artificialmente bajo la prerrogativa usual para que los gobiernos de Europa seleccionen a uno de sus nacionales”, apuntó.
Linn consideró que la exclusión de un proceso en que se seleccione al candidato mejor calificado no sólo refuerza la percepción de favoritismo hacia Europa, sino que también “socava la confianza en el mundo por parte de otros importantes miembros”.
Estados Unidos ha evitado pronunciarse respecto de candidatos, pero ha insistido que este proceso deberá ser “abierto y transparente”.
El Departamento del Tesoro dio a conocer además que inició “amplias consultas” con países emergentes y economías avanzadas, declarando que apoyará a un candidato con “profunda experiencia y cualidades de liderazgo” y que sea capaz de generar consensos.
Con todo, Nancy Birdsall, presidenta del Centro para Desarrollo Global indicó que pese al compromiso de las principales economías emergentes y avanzadas que conforman el G-20 de que la selección de los titulares de las instituciones multilaterales sea transparente, el alcance de este ofrecimiento es una interrogante abierta.
“La pregunta es cómo y cuándo este compromiso será honrado dada la súbita e inesperada naturaleza de la vacante de liderazgo en el FMI”, apuntó Birsdall en un comunicado, al iniciar una encuesta en internet sobre el proceso de selección y los posibles candidatos.
El Directorio Ejecutivo abrirá este día el registro de candidatos para suceder a Dominique Strauss Kahn, quien renunció al cargo la semana pasada, luego de ser detenido en Nueva York acusado de intento de violación.
Según el calendario acordado el viernes por el Directorio Ejecutivo, el FMI podría instalar a su nuevo titular antes del 30 de junio si el proceso ocurre con la rapidez deseada, para dejar atrás el escándalo provocado por la debacle del economista y político francés.
El procedimiento prevé que la lista de nominados quede reducida a tres, y sólo en este escenario publicar sus nombres.
Pero aún antes de que el periodo de nominaciones fuera fijado, la ministra de Finanzas de Francia, Christine Lagarde, se había colocado como la más visible figura para tomar las riendas del FMI.
El viernes, el Reino Unido se adhirió a la candidatura de la francesa y descartó al ex primer ministro y ex presidente del Exchequer, el banco central inglés, Gordon Brown, cuyo nombre se había barajado inicialmente como un potencial contendiente.
Alemania podría sumar también su respaldo a Lagarde, no sólo para consolidar un naciente bloque detrás de su candidatura sino para dar continuidad al trabajo de Strauss Kahn, como indicó la canciller Angela Merkel, en alusión a los problemas del euro.
Merkel admitió que las naciones en desarrollo tienen “un reclamo legítimo” para colocar a uno de sus connacionales en esta posición, pero “en el mediano término”.
Los países emergentes cuestionan la regla de exclusividad que mantiene Europa sobre este cargo, a la luz del nuevo orden que presenta la economía internacional y el peso creciente de economías como Brasil, India y China.
Desde su fundación en 1944, el FMI ha sido presidido por un europeo y el Banco Mundial, su institución hermana, por un estadunidense, bajo un arreglo no oficial que ha sido observado con fidelidad hasta ahora.
El argumento para ello ha sido el considerable aporte europeo al capital activo del fondo, que le da casi 25 por ciento de los votos en el Directorio Ejecutivo, el órgano decisorio de 24 asientos de la institución, a lo que se suma el apoyo de Estados Unidos y Japón.
Como socio mayoritario del fondo, Estados Unidos retiene 16.8 por ciento del poder de voto.
Para Johannes F. Linn, un analista con la Institución Brookings, aunque el FMI presenta aspectos de le dan fortaleza, una de sus debilidades está en el terreno de la gobernabilidad.
“La más obvia es que la selección de su liderazgo ha estado constreñida artificialmente bajo la prerrogativa usual para que los gobiernos de Europa seleccionen a uno de sus nacionales”, apuntó.
Linn consideró que la exclusión de un proceso en que se seleccione al candidato mejor calificado no sólo refuerza la percepción de favoritismo hacia Europa, sino que también “socava la confianza en el mundo por parte de otros importantes miembros”.
Estados Unidos ha evitado pronunciarse respecto de candidatos, pero ha insistido que este proceso deberá ser “abierto y transparente”.
El Departamento del Tesoro dio a conocer además que inició “amplias consultas” con países emergentes y economías avanzadas, declarando que apoyará a un candidato con “profunda experiencia y cualidades de liderazgo” y que sea capaz de generar consensos.
Con todo, Nancy Birdsall, presidenta del Centro para Desarrollo Global indicó que pese al compromiso de las principales economías emergentes y avanzadas que conforman el G-20 de que la selección de los titulares de las instituciones multilaterales sea transparente, el alcance de este ofrecimiento es una interrogante abierta.
“La pregunta es cómo y cuándo este compromiso será honrado dada la súbita e inesperada naturaleza de la vacante de liderazgo en el FMI”, apuntó Birsdall en un comunicado, al iniciar una encuesta en internet sobre el proceso de selección y los posibles candidatos.
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