Los momentos de tensión entre las fuerzas de seguridad y los jóvenes "indignados", que se negaron en todo momento a abandonar la Plaza de Cataluña de Barcelona, derivaron en cargas policiales y disparos de pelotas de goma.
Barcelona.- Más de un centenar de personas resultaron hoy heridas, en su mayoría leves, durante el desalojo policial, por motivos de "higiene", de los jóvenes "indignados" que permanecen acampados en la céntrica Plaza de Cataluña de Barcelona (noroeste de España) desde hace dos semanas.
La intervención policial, llevada acabo conjuntamente por la Policía autonómica de Cataluña (Mossos d'Escuadra) y la Guardia Urbana, se saldó con un detenido y más de 120 heridos, entre ellos 37 policías.
Los equipos de limpieza del Ayuntamiento de Barcelona tenían instrucciones de retirar objetos susceptibles de ser utilizados en caso de que se produzcan disturbios mañana tras la final de la Liga de Campeones entre el FC Barcelona y el Manchester United.
Los iniciales momentos de tensión entre las fuerzas de seguridad y los "indignados", que se negaron en todo momento a abandonar la plaza y que estuvieron apoyados por un millar de personas, derivaron en cargas policiales y disparos de pelotas de goma.
Algunos de los jóvenes concentrados pincharon las ruedas de los camiones de limpieza para impedir que abandonaran el lugar con los utensilios que han ido acumulando durante estos días de protesta, momento en que los agentes cargaron contra ellos.
Cuando consiguieron abrir paso, los equipos de limpieza accedieron al campamento y cargaron más de una decena de vehículos con tiendas de campaña, colchones, ordenadores bombonas de cámping gas y botellas de gasolina para alimentar los generadores eléctricos, entre otros objetos.
Una vez terminado el desalojo, la Policía se retiró y los jóvenes volvieron a la plaza donde levantaron los toldos para construir de nuevo el campamento.
Pero Barcelona no fue la única ciudad española en la que hoy se registraron incidentes entre las fuerzas de seguridad y los miembros del movimiento 15-M (15 de marzo).
En Lérida, la Policía detuvo a dos personas durante el desalojó del campamento que los "indignados" de esa ciudad habían instalado en la plaza Ricard Vinyes.
Según las autoridades regionales, la operación policial, en la que se vivieron momentos de tensión y forcejeo entre los agentes y los jóvenes, tenía como único fin poder "higienizar y limpiar" dicho espacio público.
Por su parte, el Gobierno regional de Madrid solicitó hoy al Ministerio español del Interior el desalojo inmediato del campamento instalado en la Puerta del Sol, al considerar que lo que empezó siendo una protesta de ciudadanos "indignados" está "degenerando de manera dramática en un asentamiento prácticamente chabolista".
El Ayuntamiento de la capital española se sumó a esa petición porque, según sus responsables, las condiciones de salubridad aconsejan que no se prolongue más "para no generar un problema de salud pública".
Además de las autoridades madrileñas, los comerciantes de la Puerta del Sol denunciaron hoy que la acampada ha repercutido no sólo en una caída drástica de las ventas, que han cifrado entre el 70 y el 80 por ciento, sino también en la no contratación de unas mil 500 personas para la temporada de primavera.
Miles de personas, en su mayoría jóvenes, permanecen desde la semana pasada en campamentos instalados en las plazas de las principales ciudades españolas, en demanda de un cambio político y social y una profundización de la democracia.
Barcelona.- Más de un centenar de personas resultaron hoy heridas, en su mayoría leves, durante el desalojo policial, por motivos de "higiene", de los jóvenes "indignados" que permanecen acampados en la céntrica Plaza de Cataluña de Barcelona (noroeste de España) desde hace dos semanas.
La intervención policial, llevada acabo conjuntamente por la Policía autonómica de Cataluña (Mossos d'Escuadra) y la Guardia Urbana, se saldó con un detenido y más de 120 heridos, entre ellos 37 policías.
Los equipos de limpieza del Ayuntamiento de Barcelona tenían instrucciones de retirar objetos susceptibles de ser utilizados en caso de que se produzcan disturbios mañana tras la final de la Liga de Campeones entre el FC Barcelona y el Manchester United.
Los iniciales momentos de tensión entre las fuerzas de seguridad y los "indignados", que se negaron en todo momento a abandonar la plaza y que estuvieron apoyados por un millar de personas, derivaron en cargas policiales y disparos de pelotas de goma.
Algunos de los jóvenes concentrados pincharon las ruedas de los camiones de limpieza para impedir que abandonaran el lugar con los utensilios que han ido acumulando durante estos días de protesta, momento en que los agentes cargaron contra ellos.
Cuando consiguieron abrir paso, los equipos de limpieza accedieron al campamento y cargaron más de una decena de vehículos con tiendas de campaña, colchones, ordenadores bombonas de cámping gas y botellas de gasolina para alimentar los generadores eléctricos, entre otros objetos.
Una vez terminado el desalojo, la Policía se retiró y los jóvenes volvieron a la plaza donde levantaron los toldos para construir de nuevo el campamento.
Pero Barcelona no fue la única ciudad española en la que hoy se registraron incidentes entre las fuerzas de seguridad y los miembros del movimiento 15-M (15 de marzo).
En Lérida, la Policía detuvo a dos personas durante el desalojó del campamento que los "indignados" de esa ciudad habían instalado en la plaza Ricard Vinyes.
Según las autoridades regionales, la operación policial, en la que se vivieron momentos de tensión y forcejeo entre los agentes y los jóvenes, tenía como único fin poder "higienizar y limpiar" dicho espacio público.
Por su parte, el Gobierno regional de Madrid solicitó hoy al Ministerio español del Interior el desalojo inmediato del campamento instalado en la Puerta del Sol, al considerar que lo que empezó siendo una protesta de ciudadanos "indignados" está "degenerando de manera dramática en un asentamiento prácticamente chabolista".
El Ayuntamiento de la capital española se sumó a esa petición porque, según sus responsables, las condiciones de salubridad aconsejan que no se prolongue más "para no generar un problema de salud pública".
Además de las autoridades madrileñas, los comerciantes de la Puerta del Sol denunciaron hoy que la acampada ha repercutido no sólo en una caída drástica de las ventas, que han cifrado entre el 70 y el 80 por ciento, sino también en la no contratación de unas mil 500 personas para la temporada de primavera.
Miles de personas, en su mayoría jóvenes, permanecen desde la semana pasada en campamentos instalados en las plazas de las principales ciudades españolas, en demanda de un cambio político y social y una profundización de la democracia.
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