lunes, 21 de febrero de 2011

Presidente de Yemen rechaza pedidos populares de que renuncie


MILENIO


En su intento por desactivar las protestas que comenzaron a principios de mes, el gobernante ofreció el inicio de un diálogo a la oposición, pero ésta lo rechazó de inmediato por considerar que la propuesta carece de sinceridad.


SANA.- El presidente de Yemen rechazó el lunes las demandas populares de que renuncie, afirmó que las manifestaciones generalizadas contra su régimen son actos de provocación inaceptables y renovó su propuesta de diálogo con los inconformes.

Luego de una semana y media de marchas en las que han muerto nueve personas, el presidente Alí Abdalá Salé afirmó en conferencia de prensa que ha ordenado al ejército que dispare contra los manifestantes ``sólo en caso de defensa propia''. Un joven murió el lunes de un disparo, dijo el portavoz de un hospital.


Abdalá Salé, un aliado de Estados Unidos, ha gobernado desde hace tres décadas el país más pobre del mundo árabe.


En su intento por desactivar las protestas que comenzaron a principios de mes, el gobernante ofreció el inicio de un diálogo a la oposición, pero ésta lo rechazó de inmediato por considerar que la propuesta carece de sinceridad.
Las manifestaciones en Yemen son parte de la ola de movilizaciones populares que se han propagado en las últimas semanas en el mundo árabe. Estas protestas culminaron con los derrocamientos de los presidentes en Túnez y Egipto.


El gobierno de Salé ya estaba debilitado desde antes del inicio de las protestas en Yemen debido a un movimiento separatista en el sur y el descontento de dirigentes tribales en el país.


Salé mantiene una cooperación discreta con Estados Unidos en el combate a células de Al Qaeda en Yemen, aunque su gobierno tiene un control limitado en las zonas tribales fuera de la capital.
Estados unidos provee asistencia y adiestramiento militar a Yemen.


A pesar de las muestras de apertura de Salé, los manifestantes mantienen firme su demanda de que se vaya del poder.
Centenares de manifestantes acamparon durante la noche en una plaza en la capital, Saná, cerca de la universidad de la ciudad.


Igual que en la Plaza Tahrir en El Cairo, epicentro de una revuelta popular en Egipto, los manifestantes en Sana instalaron tiendas de campaña así como una plataforma equipada con altavoces. Los manifestantes vigilan los caminos de acceso y registran a quienes ingresan en la plaza.


En la ciudad de Taiz, decenas de miles de manifestantes se han reunido en la plaza central. ``No abandonaremos este lugar hasta la caída del régimen'', dijo el manifestante Ahmed Ghilan.


Abdalá Salé dijo que los opositores no superan los 200.000, en un país cuya población ronda los 25 millones.

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