LAHORE, Pakistán, mayo 27, 2009.- Un atacante suicida en un coche bomba mató el miércoles a por lo menos 30 personas y dejó más de 100 heridos al atacar oficinas de la policía y de agencias de inteligencia en la ciudad de Lahore, al este de Pakistán, dijeron las autoridades.
Tras el atentado, uno de los más graves en el país este año, se escucharon disparos en la zona. Fue el tercer ataque serio en Lahore en los últimos meses y llegó cuando se temían represalias de parte de los milicianos talibanes que enfrentan una gran ofensiva del ejército en el noroeste del país.
Lahore es una ciudad de intensa vida cultural cerca de la frontera con la India. Los ataques han generado el temor de que la actividad insurgente en Pakistán se esté extendiendo mucho más allá de la región noroeste cercana a Afganistán.
Nadie se atribuyó la responsabilidad del atentado en forma inmediata.
Raja Riaz, un ministro del gobierno provincial del Punjab, dijo que unas 30 personas murieron. Fayyaz Ranjha, alto funcionario de salud, dijo en la estatal Pakistan Television que había 116 heridos.
La explosión fue tan fuerte que destruyó las paredes de varios edificios en el distrito comercial. Imágenes de televisión mostraban personas heridas y a trabajadores de emergencias que cargaban al menos a una persona cubierta por una frazada.
El oficial de policía Mohammed Ashfaq dijo que un atacante suicida en un coche bomba había efectuado el ataque, frente a las oficinas del servicio de policía de emergencia. La televisión también mostró daños en la cercana oficina de la agencia de inteligencia Inter-Services Intelligence.
Ashfaq agregó que se escucharon disparos en forma inmediata tras la explosión. Un periodista de The Associated Press vio a decenas de soldados que entraban al edificio de la agencia de inteligencia para supervisar el trabajo de rescate. Los disparos se seguían escuchando dentro del edificio hasta una hora después del estallido.
Este año, un grupo de hombres armados atacó e hirió a varios miembros del equipo de cricket de Sri Lanka en Lahore y mató a seis policías y a un chofer. Semanas después, atacantes entraron a una academia de policía en las afueras de la ciudad y dejaron al menos 12 muertos, en un atentado que se atribuyó un jefe talibán paquistaní.
El ejército paquistaní está realizando una ofensiva contra los milicianos talibanes en el valle de Suat en el noroeste, en la que dice haber matado a unos 1.100 presuntos insurgentes.
Tras el atentado, uno de los más graves en el país este año, se escucharon disparos en la zona. Fue el tercer ataque serio en Lahore en los últimos meses y llegó cuando se temían represalias de parte de los milicianos talibanes que enfrentan una gran ofensiva del ejército en el noroeste del país.
Lahore es una ciudad de intensa vida cultural cerca de la frontera con la India. Los ataques han generado el temor de que la actividad insurgente en Pakistán se esté extendiendo mucho más allá de la región noroeste cercana a Afganistán.
Nadie se atribuyó la responsabilidad del atentado en forma inmediata.
Raja Riaz, un ministro del gobierno provincial del Punjab, dijo que unas 30 personas murieron. Fayyaz Ranjha, alto funcionario de salud, dijo en la estatal Pakistan Television que había 116 heridos.
La explosión fue tan fuerte que destruyó las paredes de varios edificios en el distrito comercial. Imágenes de televisión mostraban personas heridas y a trabajadores de emergencias que cargaban al menos a una persona cubierta por una frazada.
El oficial de policía Mohammed Ashfaq dijo que un atacante suicida en un coche bomba había efectuado el ataque, frente a las oficinas del servicio de policía de emergencia. La televisión también mostró daños en la cercana oficina de la agencia de inteligencia Inter-Services Intelligence.
Ashfaq agregó que se escucharon disparos en forma inmediata tras la explosión. Un periodista de The Associated Press vio a decenas de soldados que entraban al edificio de la agencia de inteligencia para supervisar el trabajo de rescate. Los disparos se seguían escuchando dentro del edificio hasta una hora después del estallido.
Este año, un grupo de hombres armados atacó e hirió a varios miembros del equipo de cricket de Sri Lanka en Lahore y mató a seis policías y a un chofer. Semanas después, atacantes entraron a una academia de policía en las afueras de la ciudad y dejaron al menos 12 muertos, en un atentado que se atribuyó un jefe talibán paquistaní.
El ejército paquistaní está realizando una ofensiva contra los milicianos talibanes en el valle de Suat en el noroeste, en la que dice haber matado a unos 1.100 presuntos insurgentes.
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