SAO PAULO, Brasil, mayo 28, 2009.- La ruptura de una represa desató un torrente incontrolable que inundó una pequeña población rural, causando la muerte de cuatro personas y destruyendo al menos 120 casas en una región ya devastada por más de un mes de inundaciones.
Once personas más estaban desaparecidas, 80 sufrieron heridas leves y casi 3 mil tuvieron que abandonar su hogar.
Videos tomados por aficionados mostraban la inundación en Cocal, un poblado de unas 25 mil personas en el noroeste del país, después que una sección de la represa se rompiera por el exceso de agua tras las lluvias.
"Fue como un tsunami", dijo el gobernador del estado de Piauí, Wellington Dias, tras revisar la zona afectada por la inundación.
La ruptura en la represa derramó 50 mil litros de agua e inundó 100 kilómetros (62 millas) en Cocal, informó la televisora Globo TV.
"Lo que vi era horrible. Hubo una pared de agua de unos 20 metros (65 pies) de alto, equivalente a un edificio de tres pisos", dijo Dias de acuerdo con un sitio de internet operado por SBT televisión.
Las autoridades comenzaron a evacuar a las familias casi dos horas después de la inundación, pero la defensa civil indicó que 11 personas continuaban desaparecidas para la noche del jueves y que las operaciones de rescate habían sido suspendidas hasta el viernes. Las iglesias y otros edificios servían de albergue para unos 2,953 habitantes.
Entre los muertos por la falla en la represa había niñas de 10 y 12 años, un hombre de 72 años y una mujer de 73, informó el gobierno en sus página de internet.
Las fuertes lluvias de los últimos días desbordaron el embalse detrás de la represa, lo que aumentó la presión y abrió una grieta de 50 metros (165 pies) que terminó por romper la estructura, informó el gobierno de Piauí en un comunicado.
Un informe de la defensa civil señaló que 11 de los 26 estados brasileños, en una región que se extiende desde el bosque húmedo de la Amazonia hasta estados costeros usualmente secos, han sufrido desde hace casi dos meses por las peores inundaciones en al menos 20 años a causa de las continuas lluvias. Las inundaciones también han devastado cosechas y ganado.
Mientras el norte sufre con los aguaceros, el sur de Brasil se ha visto golpeado por una fuerte sequía que también ha afectado la producción agrícola y ganadera.
Los expertos temen que la selva del Amazonas pueda verse afectada por los fuertes cambios climáticos producidos por el calentamiento global, lo cual podría poner en riesgo a las personas y la naturaleza de la región.
Once personas más estaban desaparecidas, 80 sufrieron heridas leves y casi 3 mil tuvieron que abandonar su hogar.
Videos tomados por aficionados mostraban la inundación en Cocal, un poblado de unas 25 mil personas en el noroeste del país, después que una sección de la represa se rompiera por el exceso de agua tras las lluvias.
"Fue como un tsunami", dijo el gobernador del estado de Piauí, Wellington Dias, tras revisar la zona afectada por la inundación.
La ruptura en la represa derramó 50 mil litros de agua e inundó 100 kilómetros (62 millas) en Cocal, informó la televisora Globo TV.
"Lo que vi era horrible. Hubo una pared de agua de unos 20 metros (65 pies) de alto, equivalente a un edificio de tres pisos", dijo Dias de acuerdo con un sitio de internet operado por SBT televisión.
Las autoridades comenzaron a evacuar a las familias casi dos horas después de la inundación, pero la defensa civil indicó que 11 personas continuaban desaparecidas para la noche del jueves y que las operaciones de rescate habían sido suspendidas hasta el viernes. Las iglesias y otros edificios servían de albergue para unos 2,953 habitantes.
Entre los muertos por la falla en la represa había niñas de 10 y 12 años, un hombre de 72 años y una mujer de 73, informó el gobierno en sus página de internet.
Las fuertes lluvias de los últimos días desbordaron el embalse detrás de la represa, lo que aumentó la presión y abrió una grieta de 50 metros (165 pies) que terminó por romper la estructura, informó el gobierno de Piauí en un comunicado.
Un informe de la defensa civil señaló que 11 de los 26 estados brasileños, en una región que se extiende desde el bosque húmedo de la Amazonia hasta estados costeros usualmente secos, han sufrido desde hace casi dos meses por las peores inundaciones en al menos 20 años a causa de las continuas lluvias. Las inundaciones también han devastado cosechas y ganado.
Mientras el norte sufre con los aguaceros, el sur de Brasil se ha visto golpeado por una fuerte sequía que también ha afectado la producción agrícola y ganadera.
Los expertos temen que la selva del Amazonas pueda verse afectada por los fuertes cambios climáticos producidos por el calentamiento global, lo cual podría poner en riesgo a las personas y la naturaleza de la región.
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