ISLAMABAD, Pakistán, oct 13, 2009.- El número de víctimas por el atentado suicida perpetrado ayer en el norte de Pakistán ha ascendido a 48, informó hoy a Efe una fuente policial del distrito de Shangla, donde tuvo lugar la acción terrorista.
De acuerdo con su versión, otras 60 personas han recibido tratamiento en hospitales al resultar heridas en el ataque, que se registró en las proximidades de un mercado de la capital del distrito, Alpuri, e iba dirigido contra un convoy militar.
La mayoría de los fallecidos son civiles, aunque también han muerto al menos seis miembros de las fuerzas de seguridad, según las autoridades.
La acción no ha sido aún reivindicada por ningún grupo terrorista, aunque la prensa apunta a la insurgencia talibán paquistaní, que ya había llevado a cabo tres grandes atentados en Pakistán durante la última semana.
El ataque llegó un día después de que el Ejército pusiera fin a más de veinte horas de asalto de un comando talibán a su cuartel general de Rawalpindi, cerca de Islamabad.
Con la muerte ayer de dos miembros de las fuerzas de seguridad ya en el hospital, el asalto causó finalmente la muerte de 22 personas: nueve terroristas, tres rehenes y diez militares.
En el distrito de Shangla, en la conflictiva Provincia de la Frontera del Noroeste (NWFP), el Ejército había lanzado a finales de abril una operación a gran escala que tenía como escenario principal el valle de Swat.
El mando militar dio por concluido el grueso de la ofensiva el pasado mes de julio, pero en la zona todavía continúan registrándose sucesos violentos regularmente.
De acuerdo con su versión, otras 60 personas han recibido tratamiento en hospitales al resultar heridas en el ataque, que se registró en las proximidades de un mercado de la capital del distrito, Alpuri, e iba dirigido contra un convoy militar.
La mayoría de los fallecidos son civiles, aunque también han muerto al menos seis miembros de las fuerzas de seguridad, según las autoridades.
La acción no ha sido aún reivindicada por ningún grupo terrorista, aunque la prensa apunta a la insurgencia talibán paquistaní, que ya había llevado a cabo tres grandes atentados en Pakistán durante la última semana.
El ataque llegó un día después de que el Ejército pusiera fin a más de veinte horas de asalto de un comando talibán a su cuartel general de Rawalpindi, cerca de Islamabad.
Con la muerte ayer de dos miembros de las fuerzas de seguridad ya en el hospital, el asalto causó finalmente la muerte de 22 personas: nueve terroristas, tres rehenes y diez militares.
En el distrito de Shangla, en la conflictiva Provincia de la Frontera del Noroeste (NWFP), el Ejército había lanzado a finales de abril una operación a gran escala que tenía como escenario principal el valle de Swat.
El mando militar dio por concluido el grueso de la ofensiva el pasado mes de julio, pero en la zona todavía continúan registrándose sucesos violentos regularmente.
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