ESTAMBUL, Turquía, oct. 6, 2009.- El director gerente del FMI, Dominique Strauss-Kahn, pidió hoy a los ministros de economía y gobernadores de los bancos centrales de todo el mundo que respalden la ampliación de funciones del organismo.
En la apertura de la Asamblea Anual del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial en Estambul, Strauss-Kahn afirmó que la institución que dirige "necesita un mandato más amplio", que incluya todo tipo de políticas macroeconómicas y financieras que afectan a la estabilidad global.
"Esta crisis tuvo muy poco que ver con los movimientos de cuenta corriente y de monedas, el enfoque tradicional del Fondo", dijo el jefe del FMI.
Strauss-Kahn ha propuesto convertir la entidad en una especie de banco central mundial, con una reserva grande de capital de la que puedan sacar dinero los países miembros cuando lo necesiten, lo que reduciría la necesidad de mantener reservas de divisas propias.
No obstante, países como Brasil han indicado que sólo apoyarán esta medida si el acceso a esos recursos es inmediato e incondicional.
En su discurso, en el Centro de Convenciones de Estambul, Strauss-Kahn también urgió a los países miembros a que apoyen el traspaso del 5 por ciento del voto de los países ricos sobre-representados a las naciones en desarrollo infra-representadas para enero del 2011.
El G-20 propuso esa cesión en su cumbre en Pittsburgh y el Comité Monetario y Financiero del FMI, el principal órgano directivo de la entidad, se sumó a ella el domingo.
Para Strauss-Kahn, la transferencia de peso "refuerza nuestra legitimidad".
Ese cambio en la estructura de poder se añadiría a una cesión del 2.7 por ciento del voto aprobada el año pasado por los miembros, pero que aún no ha entrado en vigor porque sólo la han ratificado las legislaturas de 36 de los 111 países necesarios.
El jefe del FMI instó a los ministros a lograr la aprobación de esa decisión a nivel nacional.
Respecto a la economía mundial, Strauss Kahn enfatizó que aún se encuentra en una posición "muy precaria" y alertó de que la retirada prematura de los programas de estímulo "podría matar la recuperación".
"Los gobiernos deberían diseñar estrategias de salida creíbles, pero es demasiado pronto para aplicarlas", dijo el jefe del FMI en referencia a los planes para poner fin a esos programas de respaldo de la economía.
En la apertura de la Asamblea Anual del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial en Estambul, Strauss-Kahn afirmó que la institución que dirige "necesita un mandato más amplio", que incluya todo tipo de políticas macroeconómicas y financieras que afectan a la estabilidad global.
"Esta crisis tuvo muy poco que ver con los movimientos de cuenta corriente y de monedas, el enfoque tradicional del Fondo", dijo el jefe del FMI.
Strauss-Kahn ha propuesto convertir la entidad en una especie de banco central mundial, con una reserva grande de capital de la que puedan sacar dinero los países miembros cuando lo necesiten, lo que reduciría la necesidad de mantener reservas de divisas propias.
No obstante, países como Brasil han indicado que sólo apoyarán esta medida si el acceso a esos recursos es inmediato e incondicional.
En su discurso, en el Centro de Convenciones de Estambul, Strauss-Kahn también urgió a los países miembros a que apoyen el traspaso del 5 por ciento del voto de los países ricos sobre-representados a las naciones en desarrollo infra-representadas para enero del 2011.
El G-20 propuso esa cesión en su cumbre en Pittsburgh y el Comité Monetario y Financiero del FMI, el principal órgano directivo de la entidad, se sumó a ella el domingo.
Para Strauss-Kahn, la transferencia de peso "refuerza nuestra legitimidad".
Ese cambio en la estructura de poder se añadiría a una cesión del 2.7 por ciento del voto aprobada el año pasado por los miembros, pero que aún no ha entrado en vigor porque sólo la han ratificado las legislaturas de 36 de los 111 países necesarios.
El jefe del FMI instó a los ministros a lograr la aprobación de esa decisión a nivel nacional.
Respecto a la economía mundial, Strauss Kahn enfatizó que aún se encuentra en una posición "muy precaria" y alertó de que la retirada prematura de los programas de estímulo "podría matar la recuperación".
"Los gobiernos deberían diseñar estrategias de salida creíbles, pero es demasiado pronto para aplicarlas", dijo el jefe del FMI en referencia a los planes para poner fin a esos programas de respaldo de la economía.
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