RABAT, Marruecos, oct. 30, 2009.- Un tribunal marroquí ordenó hoy "el cierre definitivo de los locales" del diario "Akhbar Al Youm" y condenó a cuatro años de prisión exentos de cumplimiento al dibujante Jalid Gueddar y a Tuafic Buachrin, director de ese medio que publicó una caricatura de un primo del monarca Mohamed VI.
Según informó el abogado Abderrahim Jamai, el Tribunal de Primera Instancia de Casablanca condenó a cada uno a un año de prisión exento de cumplimiento por "ultraje a la bandera marroquí" y ordenó además el pago de una multa conjunta de 100 mil dirhamm, unos ocho mil 900 euros).
Asimismo, por "falta de respeto al príncipe" Mulay Ismail, se dictaron tres años de cárcel exentos de cumplimiento, y una multa conjunta de 50 mil dirham, unos 4.450 euros.
El letrado, según el cual no está claro si ese diario podrá continuar su difusión en caso de cambiar de sede, añadió que Gueddar y Buachrin deberán abonar además tres millones de dirham (unos 267 mil euros) en concepto de daños e intereses, y publicar la sentencia en dos diarios arabófonos y otros dos francófonos.
Tras la publicación el último fin de semana de septiembre del dibujo por el que estaban perseguidos y antes de que hubiera una orden judicial, el Ministerio del Interior ya había ordenado la clausura de la sede en Casablanca, por lo que "Akhbar Al Youm" no ha llegado a los quioscos del país desde entonces.
En la viñeta se mostraba a Mulay Ismail con un brazo alzado, sonriendo, ante una bandera de Marruecos en la que la estrella que figura en el centro de la enseña aparecía semioculta, mostrando sólo cuatro de sus cinco puntas.
Las autoridades marroquíes interpretaron que, en caso de no estar tapado, ese dibujo no habría tenido esas cinco puntas sino seis, lo que le llevaría a ser la Estrella de David, símbolo judío, algo desmentido por el propio medio, que consideró que se había hecho "una lectura incorrecta y de mala fe del dibujo".
La publicación en el diario galo "Le Monde" y en el español "EL PAÍS" de la caricatura de Gueddar y de otra en la que el dibujante Plantu hacía alusión al proceso abierto contra él en Marruecos derivó además la semana pasada en el veto de los números en los que éstas aparecían.
Se trata de la tercera pena contra un medio en lo que va de mes por artículos relacionados con el rey o la familia real, después de la dictada el pasado 15 de octubre por el Tribunal de PrimeraInstancia de Rabat contra el director del diario marroquí "Al Michaâl", Idris Chahtane.
A Chahtane se le condenó a un año de prisión firme por "publicación malintencionada de informaciones falsas" sobre la salud del monarca, del que por primera vez, el pasado agosto, la Casa Real informó de que había padecido una severa gastroenteritis.
El pasado día 26, el director del periódico "Al Jarida Al Oula", Ali Anouzla, fue condenado además a un año de cárcel exento de cumplimiento por ese mismo motivo.
En Marruecos, el código de la prensa prohíbe lo que califica de "atentar contra la religión musulmana, la monarquía y la integridad territorial".
Bajo esa premisa, en agosto se ordenó el secuestro de las ediciones especiales de ese mes de las revistas "Telquel" y "Nichane", que tenían como artículo principal una encuesta realizada junto con "Le Monde" sobre los diez años de reinado de Mohamed VI, alegando que se habían violado "las disposiciones legales vigentes".
Según informó el abogado Abderrahim Jamai, el Tribunal de Primera Instancia de Casablanca condenó a cada uno a un año de prisión exento de cumplimiento por "ultraje a la bandera marroquí" y ordenó además el pago de una multa conjunta de 100 mil dirhamm, unos ocho mil 900 euros).
Asimismo, por "falta de respeto al príncipe" Mulay Ismail, se dictaron tres años de cárcel exentos de cumplimiento, y una multa conjunta de 50 mil dirham, unos 4.450 euros.
El letrado, según el cual no está claro si ese diario podrá continuar su difusión en caso de cambiar de sede, añadió que Gueddar y Buachrin deberán abonar además tres millones de dirham (unos 267 mil euros) en concepto de daños e intereses, y publicar la sentencia en dos diarios arabófonos y otros dos francófonos.
Tras la publicación el último fin de semana de septiembre del dibujo por el que estaban perseguidos y antes de que hubiera una orden judicial, el Ministerio del Interior ya había ordenado la clausura de la sede en Casablanca, por lo que "Akhbar Al Youm" no ha llegado a los quioscos del país desde entonces.
En la viñeta se mostraba a Mulay Ismail con un brazo alzado, sonriendo, ante una bandera de Marruecos en la que la estrella que figura en el centro de la enseña aparecía semioculta, mostrando sólo cuatro de sus cinco puntas.
Las autoridades marroquíes interpretaron que, en caso de no estar tapado, ese dibujo no habría tenido esas cinco puntas sino seis, lo que le llevaría a ser la Estrella de David, símbolo judío, algo desmentido por el propio medio, que consideró que se había hecho "una lectura incorrecta y de mala fe del dibujo".
La publicación en el diario galo "Le Monde" y en el español "EL PAÍS" de la caricatura de Gueddar y de otra en la que el dibujante Plantu hacía alusión al proceso abierto contra él en Marruecos derivó además la semana pasada en el veto de los números en los que éstas aparecían.
Se trata de la tercera pena contra un medio en lo que va de mes por artículos relacionados con el rey o la familia real, después de la dictada el pasado 15 de octubre por el Tribunal de PrimeraInstancia de Rabat contra el director del diario marroquí "Al Michaâl", Idris Chahtane.
A Chahtane se le condenó a un año de prisión firme por "publicación malintencionada de informaciones falsas" sobre la salud del monarca, del que por primera vez, el pasado agosto, la Casa Real informó de que había padecido una severa gastroenteritis.
El pasado día 26, el director del periódico "Al Jarida Al Oula", Ali Anouzla, fue condenado además a un año de cárcel exento de cumplimiento por ese mismo motivo.
En Marruecos, el código de la prensa prohíbe lo que califica de "atentar contra la religión musulmana, la monarquía y la integridad territorial".
Bajo esa premisa, en agosto se ordenó el secuestro de las ediciones especiales de ese mes de las revistas "Telquel" y "Nichane", que tenían como artículo principal una encuesta realizada junto con "Le Monde" sobre los diez años de reinado de Mohamed VI, alegando que se habían violado "las disposiciones legales vigentes".
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