MANILA, Filipinas, oct 31, 2009.- Al menos siete personas murieron tras el paso del tifón "Miranae" por el sur de la isla filipina de Luzón, región en la que descargó una copiosa lluvia acompañada de rachas de viento.
El superintendente de la Policía, Perfecto Palad, señaló que seis personas, entre ellas una niña de 12 años, murieron ahogadas en la municipalidad de Pangsanjan, en la provincia de Laguna y a unos 90 kilómetros al sur de Manila.
En la provincia de Rizal, colindante con la capital, un hombre perdió la vida al ser arrastrado por la corriente cuando intentaba cruzar un río portando en brazos a su hijo de un año de edad, que fue dado por desaparecido.
Otro incidente similar ocurrió al sur de Luzón, en la provincia de Batangas, donde un padre y su hijo desaparecieron tras caer al río el coche en el que viajaban, a causa de la rotura parcial del puente por el que cruzaban mientras soplaban fuertes rachas de viento, indicó la jefatura provincial de Policía.
"Lo peor ha pasado ya", indicó Nathaniel Cruz, portavoz del servicio nacional de meteorología, después de que el temido tifón cruzase la isla de Luzón en dirección al Mar de China Meridional.
Tras una noche de lluvia e intermitentes rachas de viento, la capital filipina amaneció con ramas de árboles y sin electricidad en algunas áreas de la urbe.
"Esperamos una mejora del tiempo en las próximas horas, ya que el tifón se está alejando del país", precisó Cruz.
Ante la llegada del tifón "Miranae", el cuarto en un mes, las autoridades filipinas ordenaron el viernes el cierre de colegios, cancelaron el servicio de transporte marítimo y evacuaron a unas 115 mil personas de pueblos costeros del este de la isla de Luzón.
También, el Ejército fue acuartelado y las autoridades hicieron acopio de alimentos para distribuir entre la población en el caso de que el tifón causará inundaciones y avalanchas, especialmente, en las provincias de Aurora y Quezon,
Los anteriores tifones "Ketsana" y "Parma" causaron cerca de mil muertos, incluidos unos 200 por leptospirosis, una bacteria que se transmite a través del agua contaminada con orina de rata.
Los daños económicos por daños a infraestructuras, casas destruidas y cultivos arrasados superan los 38 mil millones de pesos (casi 800 millones de dólares).
Un tercer ciclón, "Lupit", se desvió la pasada semana hacia Taiwán, después de que las autoridades filipinas mantuvieran el estado de alerta durante varios días.
Los expertos de las agencias internacionales han identificado el chabolismo como el principal factor de estos desastres naturales que afectan al país y que evidencian el pésimo estado de sus infraestructuras, así como la falta de preparación y medios de los que cuenta la Administración para responder a las emergencias.
Entre 15 y 20 tifones y un sinfín de temporales y sistemas de baja presión suelen pasar cada año por el archipiélago durante la estación lluviosa, que transcurre entre junio y diciembre.
El superintendente de la Policía, Perfecto Palad, señaló que seis personas, entre ellas una niña de 12 años, murieron ahogadas en la municipalidad de Pangsanjan, en la provincia de Laguna y a unos 90 kilómetros al sur de Manila.
En la provincia de Rizal, colindante con la capital, un hombre perdió la vida al ser arrastrado por la corriente cuando intentaba cruzar un río portando en brazos a su hijo de un año de edad, que fue dado por desaparecido.
Otro incidente similar ocurrió al sur de Luzón, en la provincia de Batangas, donde un padre y su hijo desaparecieron tras caer al río el coche en el que viajaban, a causa de la rotura parcial del puente por el que cruzaban mientras soplaban fuertes rachas de viento, indicó la jefatura provincial de Policía.
"Lo peor ha pasado ya", indicó Nathaniel Cruz, portavoz del servicio nacional de meteorología, después de que el temido tifón cruzase la isla de Luzón en dirección al Mar de China Meridional.
Tras una noche de lluvia e intermitentes rachas de viento, la capital filipina amaneció con ramas de árboles y sin electricidad en algunas áreas de la urbe.
"Esperamos una mejora del tiempo en las próximas horas, ya que el tifón se está alejando del país", precisó Cruz.
Ante la llegada del tifón "Miranae", el cuarto en un mes, las autoridades filipinas ordenaron el viernes el cierre de colegios, cancelaron el servicio de transporte marítimo y evacuaron a unas 115 mil personas de pueblos costeros del este de la isla de Luzón.
También, el Ejército fue acuartelado y las autoridades hicieron acopio de alimentos para distribuir entre la población en el caso de que el tifón causará inundaciones y avalanchas, especialmente, en las provincias de Aurora y Quezon,
Los anteriores tifones "Ketsana" y "Parma" causaron cerca de mil muertos, incluidos unos 200 por leptospirosis, una bacteria que se transmite a través del agua contaminada con orina de rata.
Los daños económicos por daños a infraestructuras, casas destruidas y cultivos arrasados superan los 38 mil millones de pesos (casi 800 millones de dólares).
Un tercer ciclón, "Lupit", se desvió la pasada semana hacia Taiwán, después de que las autoridades filipinas mantuvieran el estado de alerta durante varios días.
Los expertos de las agencias internacionales han identificado el chabolismo como el principal factor de estos desastres naturales que afectan al país y que evidencian el pésimo estado de sus infraestructuras, así como la falta de preparación y medios de los que cuenta la Administración para responder a las emergencias.
Entre 15 y 20 tifones y un sinfín de temporales y sistemas de baja presión suelen pasar cada año por el archipiélago durante la estación lluviosa, que transcurre entre junio y diciembre.
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