Washington— Los incendios forestales que han arrasado casi 100 mil hectáreas en el noreste de Arizona, donde la gobernadora Jan Brewer ha declarado un estado de emergencia, amenazaban ayer con extenderse a Nuevo México empujados por los fuertes vientos.
La humareda ha obligado a desviar vuelos de aviones comerciales desde Salt Lake City en Utah, a Houston en Texas, Seattle en Washington, y Oakland en California hacia el Aeropuerto Internacional de Albuquerque.
El fuego se inició el 29 de mayo y las autoridades han indicado que se propaga sin ser contenido y ha llegado a la base de la Montaña Escudilla, de 3 mil 300 metros de altura, forzando la evacuación de unas 2 mil 500 personas en varias localidades.
El Servicio Meteorológico Nacional, que indicó que en la región de las Montañas Blancas los vientos continuarían ayer soplando a unos 75 kilómetros por hora, difundió advertencias sobre la calidad del aire en cinco condados en la frontera de Arizona.
El incendio se ha convertido en el tercero más grande en la historia de Arizona y ha devastado principalmente el Bosque nacional Apache.
El bajo índice de humedad y los fuertes vientos alimentan incendios en otras partes de estado, incluido tres focos de llamas separados que han consumido 66 mil 800 hectáreas en el Bosque Nacional Coronado.
Humo oscurece cielo
de estados vecinos
Además, el humo del incendio se extendía ayer hacia los estados vecinos.
Debido al humo prevalecían condiciones de neblina en Iowa y las autoridades emitieron alertas de salud para la mitad sur de Colorado.
Según las autoridades de bomberos, el incendio menguó un poco de la noche del lunes al martes y equipos especializados se aprestaban ayer a emprender acciones por el flanco noreste.
Las llamas se han detenido en algunas partes, conforme a un nuevo mapa del incendio, pero se les considera fuera de control. Después de un día, un manto de humo se disipó pero dejó una visibilidad tipo neblina en algunas partes de Springerville.
El viento de 56.3 kph sigue preocupando, dijo el oficial de información antiincendios Kelly Wood. “Las llamas van reavivarse”, expresó.
Debido al incendio, muchas personas abandonaron sus viviendas en Alpine, Nutrioso y Greer, esta última una localidad pintoresca en la que la mayoría de sus 200 residentes se habían marchado antes de que agentes fueran casa por casa para solicitarles que las evacuaran.
Las autoridades también ordenaron que todas las personas desalojaran la zona cercana, conocida como Sunrise.
“Es desgarrador”, dijo Allan Johnson, dueño de la posada Molly Butler Lodge, de 101 años de antigüedad, la mas antigua en el estado, en la localidad de Greer.
Johnson era pesimista ante las posibilidades de que se salvara el inmueble y los cientos de casas vacacionales que se encuentran en la zona.
La humareda ha obligado a desviar vuelos de aviones comerciales desde Salt Lake City en Utah, a Houston en Texas, Seattle en Washington, y Oakland en California hacia el Aeropuerto Internacional de Albuquerque.
El fuego se inició el 29 de mayo y las autoridades han indicado que se propaga sin ser contenido y ha llegado a la base de la Montaña Escudilla, de 3 mil 300 metros de altura, forzando la evacuación de unas 2 mil 500 personas en varias localidades.
El Servicio Meteorológico Nacional, que indicó que en la región de las Montañas Blancas los vientos continuarían ayer soplando a unos 75 kilómetros por hora, difundió advertencias sobre la calidad del aire en cinco condados en la frontera de Arizona.
El incendio se ha convertido en el tercero más grande en la historia de Arizona y ha devastado principalmente el Bosque nacional Apache.
El bajo índice de humedad y los fuertes vientos alimentan incendios en otras partes de estado, incluido tres focos de llamas separados que han consumido 66 mil 800 hectáreas en el Bosque Nacional Coronado.
Humo oscurece cielo
de estados vecinos
Además, el humo del incendio se extendía ayer hacia los estados vecinos.
Debido al humo prevalecían condiciones de neblina en Iowa y las autoridades emitieron alertas de salud para la mitad sur de Colorado.
Según las autoridades de bomberos, el incendio menguó un poco de la noche del lunes al martes y equipos especializados se aprestaban ayer a emprender acciones por el flanco noreste.
Las llamas se han detenido en algunas partes, conforme a un nuevo mapa del incendio, pero se les considera fuera de control. Después de un día, un manto de humo se disipó pero dejó una visibilidad tipo neblina en algunas partes de Springerville.
El viento de 56.3 kph sigue preocupando, dijo el oficial de información antiincendios Kelly Wood. “Las llamas van reavivarse”, expresó.
Debido al incendio, muchas personas abandonaron sus viviendas en Alpine, Nutrioso y Greer, esta última una localidad pintoresca en la que la mayoría de sus 200 residentes se habían marchado antes de que agentes fueran casa por casa para solicitarles que las evacuaran.
Las autoridades también ordenaron que todas las personas desalojaran la zona cercana, conocida como Sunrise.
“Es desgarrador”, dijo Allan Johnson, dueño de la posada Molly Butler Lodge, de 101 años de antigüedad, la mas antigua en el estado, en la localidad de Greer.
Johnson era pesimista ante las posibilidades de que se salvara el inmueble y los cientos de casas vacacionales que se encuentran en la zona.
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