BANGKOK, Tailandia, ago. 25, 2009.- Al menos 42 personas resultaron heridas hoy al hacer explosión un coche bomba frente a un restaurante al aire libre de la región musulmana del sur de Tailandia, bajo el estado de excepción, indicaron fuentes militares.
La carga explosiva de 50 kilos, colocada dentro de un cilindro de gas depositado en la parte posterior de una camioneta Toyota, estalló cuando en el local situado en el centro de Narathiwat, capital de la provincia de mismo nombre, almorzaban numerosos funcionarios y civiles.
Entre los heridos en el restaurante Suan Klay, uno de los más populares de la ciudad, figuran al menos siete que fueron ingresados en el hospital en estado muy grave, incluido el regidor la ciudad, Surachai Chavalarat, dijo a la prensa el jefe de la comandancia militar meridional, general Pichet Wisaichom.
Por su parte, el portavoz de la comandancia militar regional, coronel Parinya Chaidilok, señaló a la prensa que la bomba fue accionada por medio de un teléfono móvil, al igual que en otros atentados similares perpetrados por los rebeldes del movimiento separatista islámico.
"Varios testigos han dicho que vieron a un hombre aparcar la camioneta y abandonar el lugar rápidamente en una motocicleta conducida por otra persona. Cinco minutos después la bomba hizo explosión", explicó el portavoz militar.
La potente explosión causó daños a otros tres vehículos que se encontraban aparcados cerca de la furgoneta que había sido robada antes, así como en seis viviendas próximas.
Los ataques con armas ligeras, asesinatos y atentados con bomba se suceden casi a diario en las tres provincias de mayoría musulmana de Narathiwat, Pattani y Yala, pese al despliegue de 31 mil agentes de las fuerzas de seguridad y la declaración del estado de excepción.
Cerca de 3,700 personas han muerto a causa de la violencia en la región desde que el movimiento separatista islámico reanudó la lucha armada en enero de 2004, tras una década de escasa actividad guerrillera.
El movimiento separatista, que denuncia la discriminación que sufre la población de esta región por parte de la mayoría budista del país, exige la creación de un Estado islámico independiente que integre la tres provincias que configuraron el sultanato de Pattani, anexionado por Tailandia hace un siglo.
La carga explosiva de 50 kilos, colocada dentro de un cilindro de gas depositado en la parte posterior de una camioneta Toyota, estalló cuando en el local situado en el centro de Narathiwat, capital de la provincia de mismo nombre, almorzaban numerosos funcionarios y civiles.
Entre los heridos en el restaurante Suan Klay, uno de los más populares de la ciudad, figuran al menos siete que fueron ingresados en el hospital en estado muy grave, incluido el regidor la ciudad, Surachai Chavalarat, dijo a la prensa el jefe de la comandancia militar meridional, general Pichet Wisaichom.
Por su parte, el portavoz de la comandancia militar regional, coronel Parinya Chaidilok, señaló a la prensa que la bomba fue accionada por medio de un teléfono móvil, al igual que en otros atentados similares perpetrados por los rebeldes del movimiento separatista islámico.
"Varios testigos han dicho que vieron a un hombre aparcar la camioneta y abandonar el lugar rápidamente en una motocicleta conducida por otra persona. Cinco minutos después la bomba hizo explosión", explicó el portavoz militar.
La potente explosión causó daños a otros tres vehículos que se encontraban aparcados cerca de la furgoneta que había sido robada antes, así como en seis viviendas próximas.
Los ataques con armas ligeras, asesinatos y atentados con bomba se suceden casi a diario en las tres provincias de mayoría musulmana de Narathiwat, Pattani y Yala, pese al despliegue de 31 mil agentes de las fuerzas de seguridad y la declaración del estado de excepción.
Cerca de 3,700 personas han muerto a causa de la violencia en la región desde que el movimiento separatista islámico reanudó la lucha armada en enero de 2004, tras una década de escasa actividad guerrillera.
El movimiento separatista, que denuncia la discriminación que sufre la población de esta región por parte de la mayoría budista del país, exige la creación de un Estado islámico independiente que integre la tres provincias que configuraron el sultanato de Pattani, anexionado por Tailandia hace un siglo.
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