MOSCÚ, Rusia, ago. 21, 2009.- Los equipos de rescate confirmaron este viernes la muerte de 47 personas en el accidente ocurrido el lunes en la central hidroeléctrica siberiana de Sayano-Shúshenskaya, mientras continúa la búsqueda de otros 28 desaparecidos.
Los socorristas encontraron entre los escombros otros diecinueve cuerpos sin vida de operarios que murieron ahogados o sepultados al derrumbarse el techo y las paredes de la sala de máquinas de la central, según informaron las agencias rusas.
"También se han encontrado partes de otros cuerpos", señaló un portavoz del cuartel general de los equipos de rescate a la agencia oficial Itar-Tass.
Las labores de rescate proseguirán activamente durante las próximas horas, ya que los equipos de emergencia han conseguido bombear casi todo el agua que anegó la sala de máquinas, lo que dificultaba hasta ahora, en gran medida, su trabajo.
Como causas del accidente las autoridades barajan un aumento de la presión hidráulica en las tuberías provocada por un fallo durante unas obras de reparación de la central, la más grande de Rusia y que fue inaugurada en 1978.
Según la administración de la central, que se encuentra situada en el curso del río Yenisei, uno de los más caudalosos del mundo, no se observan "daños visibles en la presa", de 245 metros de altura, 1.066 metros de longitud y 110 metros de grosor en su base.
El primer ministro ruso, Vladimir Putin, visitó este viernes la hidroeléctrica Sayano-Shúshenskaya, escenario el pasado lunes de uno de los accidentes industriales más graves en la historia de la Rusia postsoviética.
El jefe del Gobierno, acompañado por el ministro de Emergencia, Serguéi Shoigu, y autoridades locales visitó la destruida sala de máquinas de la central y departió con los socorristas y empleados de la planta, según las imágenes difundidas por la televisión rusa.
"Ha sido una tragedia enorme", dijo Putin a uno de los miembros de los equipos de rescate, a quien agradeció su labor.
Ya en la reunión con los directivos de la planta y las autoridades locales, el primer ministro volvió a destacar la magnitud del siniestro, al señalar que "incluso gente muy fogueada ha perdido los nervios".
Putin anunció que el Gobierno, además de las indemnizaciones que pagará la central, dará una compensación de un millón de rublos (poco más de 30 mil dólares) a las familias de las víctimas mortales y desaparecidos.
La propietaria de la Sayano-Shúshinskaya, RusHydro, había anunciado una indemnización de un millón de rublos por cada empleado fallecido, pero el jefe del Gobierno manifestó hoy que las compensaciones deben extenderse también a los familiares de los desaparecidos.
"RusHydro y las autoridades de Jakasia (república siberiana donde está situada la planta), con el respaldo del Gobierno federal, deben adoptar todas las medidas para garantizar el empleo durante el período de reparaciones de la central", dijo el primer ministro, citado por la agencia oficial RIA-Nóvosti.
Subrayó que es necesario elaborar un plan claro para reparar la planta, tarea que encomendó a RusHydro y al Ministerio de Energía.
"El plan debe ser elaborado y presentado a la comisión gubernamental en el curso de seis semanas", agregó Putin.
El jefe del Ejecutivo ordenó asimismo elaborar un proyecto de una disposición gubernamental para regulación estatal de los precios de la energía eléctrica en el mercado mayorista.
"Esta disposición se deberá aplicar cuando no haya competencia, en condiciones de déficit de energía eléctrica o en casos de fuerza mayor", explicó.
Los socorristas encontraron entre los escombros otros diecinueve cuerpos sin vida de operarios que murieron ahogados o sepultados al derrumbarse el techo y las paredes de la sala de máquinas de la central, según informaron las agencias rusas.
"También se han encontrado partes de otros cuerpos", señaló un portavoz del cuartel general de los equipos de rescate a la agencia oficial Itar-Tass.
Las labores de rescate proseguirán activamente durante las próximas horas, ya que los equipos de emergencia han conseguido bombear casi todo el agua que anegó la sala de máquinas, lo que dificultaba hasta ahora, en gran medida, su trabajo.
Como causas del accidente las autoridades barajan un aumento de la presión hidráulica en las tuberías provocada por un fallo durante unas obras de reparación de la central, la más grande de Rusia y que fue inaugurada en 1978.
Según la administración de la central, que se encuentra situada en el curso del río Yenisei, uno de los más caudalosos del mundo, no se observan "daños visibles en la presa", de 245 metros de altura, 1.066 metros de longitud y 110 metros de grosor en su base.
El primer ministro ruso, Vladimir Putin, visitó este viernes la hidroeléctrica Sayano-Shúshenskaya, escenario el pasado lunes de uno de los accidentes industriales más graves en la historia de la Rusia postsoviética.
El jefe del Gobierno, acompañado por el ministro de Emergencia, Serguéi Shoigu, y autoridades locales visitó la destruida sala de máquinas de la central y departió con los socorristas y empleados de la planta, según las imágenes difundidas por la televisión rusa.
"Ha sido una tragedia enorme", dijo Putin a uno de los miembros de los equipos de rescate, a quien agradeció su labor.
Ya en la reunión con los directivos de la planta y las autoridades locales, el primer ministro volvió a destacar la magnitud del siniestro, al señalar que "incluso gente muy fogueada ha perdido los nervios".
Putin anunció que el Gobierno, además de las indemnizaciones que pagará la central, dará una compensación de un millón de rublos (poco más de 30 mil dólares) a las familias de las víctimas mortales y desaparecidos.
La propietaria de la Sayano-Shúshinskaya, RusHydro, había anunciado una indemnización de un millón de rublos por cada empleado fallecido, pero el jefe del Gobierno manifestó hoy que las compensaciones deben extenderse también a los familiares de los desaparecidos.
"RusHydro y las autoridades de Jakasia (república siberiana donde está situada la planta), con el respaldo del Gobierno federal, deben adoptar todas las medidas para garantizar el empleo durante el período de reparaciones de la central", dijo el primer ministro, citado por la agencia oficial RIA-Nóvosti.
Subrayó que es necesario elaborar un plan claro para reparar la planta, tarea que encomendó a RusHydro y al Ministerio de Energía.
"El plan debe ser elaborado y presentado a la comisión gubernamental en el curso de seis semanas", agregó Putin.
El jefe del Ejecutivo ordenó asimismo elaborar un proyecto de una disposición gubernamental para regulación estatal de los precios de la energía eléctrica en el mercado mayorista.
"Esta disposición se deberá aplicar cuando no haya competencia, en condiciones de déficit de energía eléctrica o en casos de fuerza mayor", explicó.
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