CARACAS, Venezuela, ago. 13, 2009.- La policía dispersó con gases lacrimógenos a partidarios y opositores del presidente Hugo Chávez que acudieron el jueves a la Asamblea Nacional donde se discute un proyecto de ley visto por algunos críticos como un intento del gobierno de adoctrinar a los estudiantes con ideales socialistas.
Cientos de manifestantes se dispersaron cuando policías con equipos antimotines lanzaron los gases contra la multitud, en su mayoría simpatizantes oficialistas, congregados en los alrededores de la Asamblea, que comenzó el debate sobre el proyecto de ley que ampliaría el control estatal en las escuelas públicas y privadas.
Los enfrentamientos entre adversarios políticos estallaron en medio de la conmoción causada por la nube de gases lacrimógenos. Benjamín Scharifker, rector de la Universidad Simón Bolívar, indicó que un estudiante que manifestaba del lado opositor sufrió fractura de un brazo.
La nueva ley de Educación determinaría que las clases se basen en la llamada "doctrina bolivariana", en una referencia a los ideales defendidos por el prócer Simón Bolívar, como la autodeterminación nacional y unidad latinoamericana.
Los críticos advierten que Chávez utiliza el término "bolivariano" porque así describe a su movimiento político izquierdista y en consecuencia algunos temen que su gobierno introduzca un adoctrinamiento socialista en las aulas.
"No usan la palabra 'socialismo', pero eso es lo que quieren introducir en nuestras escuelas", dijo Ray González, un ingeniero de 59 años.
Los partidarios del proyecto de ley se burlan de esas acusaciones, señalando que la propuesta requiere que la enseñanza sea abierta a "todas las corrientes del pensamiento". El ministro de Educación, Héctor Navarro, dijo que los enemigos del gobierno, con la ayuda de los medios de comunicación, están provocando una "campaña de desprecio" para engañar a los venezolanos.
La legislación es necesaria, sostiene Navarro, a fin de garantizar la igualdad de oportunidades y destacar la responsabilidad social en un país dividido en clases sociales.
Cerca de una docena de legisladores se retiraron de la Asamblea en protesta por la negativa del partido gobernante a transar sobre los artículos más polémicos de la ley. También se enojaron cuando la presidenta de la Asamblea Nacional, Cilia Flores, los acusó de obstruir el debate y ordenó que apagaran sus micrófonos.
"Decidimos retirarnos porque no se acogían ni las propuestas ni las recomendaciones que hicimos", dijo Juan José Molina del partido Podemos, otrora aliado de Chávez.
El poder legislativo se convirtió en su totalidad a favor de Chávez después que la oposición boicoteo las elecciones de 2005, pero Podemos y otro pequeño partido de izquierda en años recientes rompieron sus lazos con el mandatario debido a sus preocupaciones sobre lo que perciben como su creciente autoritarismo y ambición de poder.
Mientras los legisladores debatían el proyecto, el diario capitalino Ultimas Noticias informó que un grupo de sus periodistas fue atacado por partidarios del gobierno, en momentos que, por iniciativa propia, repartían propaganda contra del proyecto de ley.
En este país dividido todo el mundo parecen haber tomado partido por uno de los dos bandos, y esto evidencia que en el diario, pese a su línea editorial prochavista, hay periodistas que se manifiestan contra las políticas del gobierno.
Trece periodistas sufrieron heridas leves, dijo Eleazar Díaz Rangel, director del periódico, quien pidió a las autoridades "investigar y determinar con la mayor celeridad posible para ver quienes son los responsables" de la agresión.
La Iglesia Católica rechaza la prohibición del proyecto de ley sobre la enseñanza religiosa durante el horario escolar regular.
Cientos de manifestantes se dispersaron cuando policías con equipos antimotines lanzaron los gases contra la multitud, en su mayoría simpatizantes oficialistas, congregados en los alrededores de la Asamblea, que comenzó el debate sobre el proyecto de ley que ampliaría el control estatal en las escuelas públicas y privadas.
Los enfrentamientos entre adversarios políticos estallaron en medio de la conmoción causada por la nube de gases lacrimógenos. Benjamín Scharifker, rector de la Universidad Simón Bolívar, indicó que un estudiante que manifestaba del lado opositor sufrió fractura de un brazo.
La nueva ley de Educación determinaría que las clases se basen en la llamada "doctrina bolivariana", en una referencia a los ideales defendidos por el prócer Simón Bolívar, como la autodeterminación nacional y unidad latinoamericana.
Los críticos advierten que Chávez utiliza el término "bolivariano" porque así describe a su movimiento político izquierdista y en consecuencia algunos temen que su gobierno introduzca un adoctrinamiento socialista en las aulas.
"No usan la palabra 'socialismo', pero eso es lo que quieren introducir en nuestras escuelas", dijo Ray González, un ingeniero de 59 años.
Los partidarios del proyecto de ley se burlan de esas acusaciones, señalando que la propuesta requiere que la enseñanza sea abierta a "todas las corrientes del pensamiento". El ministro de Educación, Héctor Navarro, dijo que los enemigos del gobierno, con la ayuda de los medios de comunicación, están provocando una "campaña de desprecio" para engañar a los venezolanos.
La legislación es necesaria, sostiene Navarro, a fin de garantizar la igualdad de oportunidades y destacar la responsabilidad social en un país dividido en clases sociales.
Cerca de una docena de legisladores se retiraron de la Asamblea en protesta por la negativa del partido gobernante a transar sobre los artículos más polémicos de la ley. También se enojaron cuando la presidenta de la Asamblea Nacional, Cilia Flores, los acusó de obstruir el debate y ordenó que apagaran sus micrófonos.
"Decidimos retirarnos porque no se acogían ni las propuestas ni las recomendaciones que hicimos", dijo Juan José Molina del partido Podemos, otrora aliado de Chávez.
El poder legislativo se convirtió en su totalidad a favor de Chávez después que la oposición boicoteo las elecciones de 2005, pero Podemos y otro pequeño partido de izquierda en años recientes rompieron sus lazos con el mandatario debido a sus preocupaciones sobre lo que perciben como su creciente autoritarismo y ambición de poder.
Mientras los legisladores debatían el proyecto, el diario capitalino Ultimas Noticias informó que un grupo de sus periodistas fue atacado por partidarios del gobierno, en momentos que, por iniciativa propia, repartían propaganda contra del proyecto de ley.
En este país dividido todo el mundo parecen haber tomado partido por uno de los dos bandos, y esto evidencia que en el diario, pese a su línea editorial prochavista, hay periodistas que se manifiestan contra las políticas del gobierno.
Trece periodistas sufrieron heridas leves, dijo Eleazar Díaz Rangel, director del periódico, quien pidió a las autoridades "investigar y determinar con la mayor celeridad posible para ver quienes son los responsables" de la agresión.
La Iglesia Católica rechaza la prohibición del proyecto de ley sobre la enseñanza religiosa durante el horario escolar regular.
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